** Sin tacto .
Por Sergio González Levet
Tal vez el numerador oficial de parte del grupo de Cuitláhuac García se vio contagiado por la peculiar forma de contar que ha mostrado Martí Batres -sí, el mismo que solamente vio 12 mil participantes en la monstruosa marcha ciudadana de cientos de miles en defensa del INE- y echó a volar su imaginación y las cuentas alegres, con lo que se atrevió a afirmar que en el evento que se organizó el sábado 15, con todos los recursos del Gobierno del Estado, de la Legislatura y del Ayuntamiento de Coatzacoalcos, llegaron hasta 9 mil entusiastas fanáticos de Claudia Sheinbaum, todos por su propio pie, je je.
Y a la sustanciosa cantidad, ya entrado en gastos, el oficioso vocero dijo que acudieron en tal masa llamados por la esperanza de ver en persona a la Jefa de Gobierno, en este momento la corcholata visiblemente preferida por el único elector de Morena, el mismísimo Andrés Manuel.
Ante el testimonio fehaciente de las fotografías, en donde se veían tres eventos de Adán/Sergio colmados y un evento desangelado para Claudia de unos 3 mil asistentes -cifra de acarreados que fue la única que pudieron conseguir los operadores políticos de la 4TV (o sea, la Cuarta Transformación Veracruzana) con todos los recursos del estado y los ayuntamientos morenistas-, un entusiasta fanático llegó a la exagerada ridiculez que decir que, aunque los cuitlistas reconocían que había habido una buena cantidad de asistentes en los eventos de sus adversaros internos, ¡todos eran priistas!
Quiero entender que para ese entusiasta motivador de la 4TV los ciudadanos que no son de Morena valen menos, y que su voto tendría, en su acalorada imaginación, un monto democrático menor que el de los diligentes seguidores del Patriarca.
¿O sea que en las cuentas del cuitlahuismo un voto morenista vale más que las de un simpatizante de otro partido? ¿Más que el de cualquier ciudadano sin filiación partidista?
No entiendo, pero en la febril esquizofrenia de los actuales detentadores del poder estatal pareciera que la exclusión es una divisa. Si estás con López Obrador vales más que cualquier otro mexicano, aunque seas un corrupto, un ignorante, un tonto, pienso que piensan.
Pero no. En la democracia que hemos conquistado golpe a golpe y verso a verso todos los sufragios valen igual si eres de izquierda o de derecha, si eres mujer u hombre o quimera (tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando), si eres ilustrado o inculto. Bueno, para nuestra desgracia también vale lo mismo el voto de un mentiroso que el de un hombre genuino.
Para decirlo en sus propias consignas: Gobierno vendido, cuéntanos bien.
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