Por Yamiri Rodríguez Madrid
La industria cañera ha sido fundamental para el desarrollo del estado de Veracruz. Llegó a ser fuente de empleo, directa o indirectamente, de más de un millón de personas y nos posicionó como la entidad líder en producción.
Sin embargo, por dejadez o negligencia, poco a poco estas factorías han desaparecido, convertidas en chatarra, En Jilotepec, por ejemplo, el Ingenio La Concha, que dio vida a la región, es hoy solo un amasijo de fierros viejos y oxidados; lo mismo pasó con el Ingenio La Libertad en Misantla. El Independencia, en Martínez de la Torre, fue motor económico de la región hasta hace casi 20 años. Los principales afectados, lamentablemente, fueron los obreros y los transportistas.
Desafortunadamente, si revisamos la operación de cada uno de los ingenios en Veracruz, veremos cuántos problemas enfrentan, muchos de estos añejos, aderezados por la indiferencia de las autoridades en intervenir en su remediación.
Revisemos lo que sucede en el Ingenio La Gloria. De acuerdo con la información del Grupo Azucarero del Trópico, esta factoría nació de lo que fuera un trapiche, en Úrsulo Galván, que producía piloncillo y aguardiente en el año 1917. Dos años después, se hicieron las adecuaciones necesarias para producir por primera vez azúcar y alcohol, con una capacidad diaria de molienda de 60 Toneladas, logrando así en 1940 una molienda diaria de 1,200 toneladas de caña.
Para 1947 se formó la sociedad denominada Ingenio La Gloria, S.A. y en 1950 se instaló un tandem de 4 molinos para obtener una molienda de 2,400 toneladas de caña en 24 horas. El 6 de octubre de 1980 la iniciativa privada lo entregó al gobierno federal, integrándose a la Comisión Nacional de la Industria Azucarera. En noviembre de 1988 el Ingenio es desincorporado del sector oficial al ser adquirido por Promotora Industrial Azucarera S.A. de C.V. y siendo administrado por Servicios Azucareros Integrales S.A. de C.V. Finalmente, en agosto de 1993 pasa a manos de Grupo Azucarero del Trópico.
Desde hace mes y medio el ingenio es rehén de un grupo parista que mantiene un bloqueo ilegal y, por ende, todas las familias que económicamente dependen de éste. El supuesto líder sindical, Ricardo Uribe, no solo les ha impedido el acceso a su fuente de trabajo, sino que los ha amenazado e intimidado con imponerles sanciones administrativas y acusarlos ante la Comisión de Honor y Justicia por oponerse a su bloqueo. Peor aún, por su culpa no han cobrado sus salarios desde hace dos semanas, por lo que las familias de los trabajadores están pasando una difícil situación económica.
Al justo reclamo de que se le ponga fin a esta situación se han sumado 230 trabajadores jubilados del ingenio y han creado una Comisión de Trabajo para intervenir en el levantamiento del paro.
Si el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Azucarera no ordena pronto a la sección 20 levantar su bloqueo y permite que un grupúsculo afecte la economía de cientos de familias, será también responsable, por omisión, del futuro laboral de los obreros.
Y ojalá que todos los aspirantes políticos se abstengan de jalar agua para su molino a costa del ingenio, tal y como lo hace la diputada federal Claudia Tello Espinosa, quien en su afán de ser candidata de Morena a la presidencia municipal de Xalapa, viaja frecuentemente a Úrsulo Galván para reunirse con Ricardo Uribe.
No le hemos visto nada de trabajo legislativo, pero eso sí azuza a los cañeros de la Gloria, y también de San Miguelito, a hacer una marcha a Xalapa, encabezada por supuesto, por ella, con la que pretende consolidarse como una “negociadora”, aunque no ha hecho absolutamente nada más que contaminar ambos conflictos cañeros.
Por las familias que dependen de esto, esperemos pronto se resuelva.
@YamiriRodriguez