Las inundaciones y el Mundial 2026.

*Zurda.

/ Ruth Zavaleta /

 

En su página electrónica, el Servicio Meteorológico Nacional (tiempo3.com) ya publicó que para junio de 2026 se espera un promedio de 15 a 22 días de lluvia en la Ciudad de México, y recomienda que las personas se aseguren salir con un buen chubasquero. Estos días incluyen el día 11 que se realizará el partido inaugural de la Copa del Mundo de Futbol 2026 en el estadio Azteca. Frente al pronóstico y la realidad, ¿la jefa de Gobierno, Clara Brugada estará tomando las previsiones para evitar o disminuir los efectos de las posibles inundaciones que podrían poner en riesgo la llegada de los turistas y el desarrollo seguro de los partidos de futbol?

Tal y como lo hace con la cuestionada reforma electoral, el gobierno de la 4T ¿tendrá un plan A, B y C? Más vale que sí, porque fue la propia jefa de Gobierno la que se puso la soga al cuello en el evento del pasado 11 de junio, cuando junto con las autoridades de la FIFA, dio el banderazo de la cuenta regresiva de un año exacto para que se realice el torneo mundial y declaró que la capital de México estaba lista para recibir cinco millones de turistas que van a venir por esa razón. Visiblemente emocionada, señaló que la ciudad estaba de moda y que esos turistas se van a convertir en algo así como embajadores para promocionarla, porque todos los días, ella trabaja con todos los sectores para convertir esa moda coyuntural en una moda clásica, es decir, en un modelo de ciudad.

No obstante el optimismo, las inundaciones de los últimos días, y en especial la del día 11 de agosto, ponen en duda los deseos y el trabajo de la jefa de Gobierno. Ese día, fueron las alcaldías de Cuauhtémoc y Venustiano Carranza las más afectadas, pero, también, los ríos de lluvia bajan sin freno desde el Cerro de la Estrella, en Iztapalapa (ahí donde ella fue alcaldesa por dos periodos). El AICM suspendió operaciones por varias horas afectando 139 vuelos y 19 mil 500 pasajeros. Asimismo, se inundaron completamente las estaciones del Metro Pantitlán, Oceanía, Hangares y Terminal Aérea.

Las lluvias siguen y las justificaciones también. Se dice que la del 11 de julio fue una tormenta histórica de 84.5 mililitros en el pluviómetro del Zócalo, superando la marca récord de 1952. Sin embargo, las otras lluvias de la temporada, sin ser calificadas como históricas, siguen inundando avenidas y calles de la mayoría de las alcaldías; de igual forma, el aeropuerto sigue suspendiendo vuelos y los usuarios del Metro siguen encontrado cerradas las estaciones, un día sí, y otro también.

En ese contexto, se puede aceptar que la inundación del día 11 fue atípica por la irregular precipitación pluvial, pero los otros días no. Cabe mencionar que las inundaciones no son nuevas, tiene más de dos décadas que el problema crece año con año. No faltan los diagnósticos técnicos que detallan que la red de drenaje está colapsada y necesita millonarias inversiones para reestructurarse. Ciertamente, la jefa de Gobierno podría argumentar que ella no es responsable porque acaba de asumir el cargo, pero no lo dirá, porque antes de ella gobernó la actual presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, quien tampoco le pudo echar la culpa a su antecesor, el expresidente López Obrador, quien abandonó toda responsabilidad por resolver este grave problema en la ciudad, porque invertir en red de drenaje no genera votos ni popularidad. Qué decir del mantenimiento del aeropuerto, si bien se supo que durante su mandato presidencial se asignaron 1 mil 550 millones de pesos para mantenimiento del aeropuerto, incluyendo obras de drenaje, no se sabe si la Secretaría de Marina concluyó los trabajos o se quedaron a medias por falta de más recursos.

Lamentablemente, con o sin Mundial, el tiempo se agota, porque las inundaciones cotidianas no son sólo un problema técnico que refleja negligencia institucional, sino un problema que pone en riesgo la movilidad, la seguridad y la vida de los ciudadanos ¿acaso queremos una tragedia igual o mayor que la del colapso de la línea 12 del Metro?