Las mujeres en la medicina

El 11 de febrero estaremos conmemorando el Día Mundial de la Mujer Médica, esta fecha fue creada para rendir homenaje a Elizabeth Blackwell, quien el mismo día pero de 1849 recibió el título que la acreditó como la primera mujer médica en el mundo.

Diapositiva8

Elizabeth, nació en Bristol, Inglaterra en 1821, desde muy temprana edad se fue a los Estados Unidos, allí se dedicaba a la enseñanza y deseaba convertirse en médico, gracias a su perseverancia logró entrar en la Geneva Medical College, en Nueva York. En aquellos tiempos era incorrecto que una mujer estudiara y menos medicina, ella tuvo que luchar contra los prejuicios de su época y fue gracias a su valentía admirable que consiguió ser la primera y afortunadamente inspiró a muchas más mujeres a entrar en tan noble profesión.

Actualmente, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el 2015, entre los países con más médicas encabeza Letonia con 74.3%, Estonia con 73.3, España con 51.6, Suecia con 47 y Reino Unido con 45.8; entre otros, no figura México en esta la lista.

En México, nuestra primera connacional médica fue Matilde Petra Montoya Lafragua, nació el 14 de marzo de 1857, en la Ciudad de México. Desde muy corta edad estuvo interesada en estudiar, a los 16 años se graduó exitosamente como partera, el 12 de mayo de 1873, en la Escuela Nacional de Medicina. Ella solía decir: “Hombres y mujeres deben tener los mismos derechos intelectuales y civiles”. Fue muy aplicada también en el estudio de la zoología, botánica, física y química, aunque su verdadera pasión era ser médica, acontecimiento que le resultó difícil pues para aquella época era inadmisible que una mujer tuviera dicha profesión. Sin embargo, enfrentó a profesores y compañeros de estudio para lograr su meta, además en aquel tiempo el entonces presidente Porfirio Díaz, tenía que dar su autorización para la graduación, ella logro dicho permiso y además él mismo presidente estuvo presente en su examen profesional y le entregó su título, en agosto de 1887.

Con el paso de los años y el arduo trabajo de muchas mujeres médico, se han ido abriendo espacios para destacar en el campo de la medicina, aunque en esta profesión no se salvan de tener un trato menos justo que los hombres.

Lo cierto es que el estudiar medicina es una profesión que requiere de gran dedicación, requiere al menos 11 años de estudios llegar a ser una especialista y la dedicación es de tiempo completo, dificultosos años de residencia donde se trabaja día y noche. Con la actual pandemia, se vuelve más difícil aún.

Doy en este espacio un merecido reconocimiento y especial felicitación a todas esas mujeres médico que acompañan en la salud a la gente desde su primer respiro y hasta el último suspiro, por ser testigos del renacer cuando alguien logra sanar de situaciones tan difíciles; así como también son capaces de dar aliento y valor a los que se enfrentan a su último momento de vida, en especial a mi hermana, con quien he vivido su inmenso esfuerzo por salir adelante, aventurándose a todo por su profesión.

Hasta nuestro siguiente momento de con-ciencia.

 

Fuente:  mxpresssmx