Las mujeres que lidian con las minas terrestres y sus consecuencias.

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*En Azerbaiyán, las mujeres están descontaminando tierras minadas por primera vez después de recibir capacitación del PNUD. Foto: PNUD Azerbaiyán

11.04.2024.- Son aproximadamente 60 millones las personas que viven con el riesgo de sufrir los impactos de las minas y otros artefactos explosivos, muchas de ellas en sitios en los que los conflictos han finalizado oficialmente hace años o decenios y muchas en lugares con guerras en curso.

La participación de las mujeres es fundamental para afrontar los desafíos de los explosivos de guerra y desbloquear los beneficios del desarrollo sostenible en la acción contra las minas.

En Azerbaiyán, reclutamiento de mujeres para la acción contra las minas

“Mientras todo el mundo está ocupado por la mañana, yo limpio mis botas”, comenta Aytan Ismayilova. Es una de las primeras mujeres de Azerbaiyán en recibir capacitación para limpiar terrenos contaminados.

Sus botas a prueba de bombas forman parte del equipamiento que incluye una protección para el cuerpo, un casco y una máscara. El kit ofrece un grado de protección para cuando se adentra con valentía en zonas peligrosas para inspeccionar y limpiarlas de minas.

En un principio, su madre no estaba de acuerdo con que se convirtiera en desminadora. La familia había perdido al tío de Aytan y un primo había resultado herido en una explosión. Sin embargo, Aytan no desistió de su empeño y se sumó a un programa de capacitación del PNUD y que implementaba la Agencia Nacional de Azerbaiyán para la Acción contra las Minas (ANAMA por sus siglas originales).

“Cuando me enteré de que ANAMA estaba contratando mujeres desminadoras, le dije a mi familia que quería aplicar. Mi padre me apoyó, pero el resto no estaba de acuerdo. Creían que iba a renunciar a este trabajo, pero soy tozuda y me gusta ir hasta el final”, declara.

Adquirió los conocimientos, las competencias y el código de conducta para reconocer, detectar y marcar las minas y los artefactos explosivos. “Gracias a la capacitación, siento más confianza. Cuando me entregaron el certificado, mi madre compartió una foto y escribió que estaba muy orgullosa de mí”, relata.

La limpieza de las tierras permite a las personas desplazadas retornar a sus parcelas y hogares, retomar las actividades diarias y, al pueblo azerbaiyano, seguir adelante con los planes de desarrollo. La participación de las mujeres se considera un componente fundamental. Trabajar y comunicarse de forma inclusiva con las comunidades resulta esencial. La participación también les proporciona a las mujeres un medio de subsistencia y voz en la implementación de las actividades relativas a las minas.

Woman with metal-detector device

El desminado de tierras permite que las personas desplazadas regresen a sus granjas y hogares, y retomen sus actividades diarias.

Foto: PNUD Azerbaiyán
Three women wearing body protection

Involucrar a las mujeres en el desminado les brinda oportunidades de trabajo y les permite participar en la planificación de las acciones a llevar a cabo para limpiar terrenos.

Foto: PNUD Azerbaiyán

En Ucrania, liderazgo de las mujeres en cuestiones de la seguridad en las tierras

Las mujeres desempeñan un rol de lideresas en Ucrania, ya sea con las botas sobre el terreno o como Yulia Svyrydenko, Primera Viceprimera Ministra y Ministra de Economía, que encabeza la coordinación de las tareas humanitarias de desminado.

Desde la invasión rusa a gran escala en 2022, se ha registrado un uso industrial de las minas terrestres en el país, junto con bombas, munición de artillería y otros productos mortales derivados de la guerra. Estos niveles de contaminación no se veían en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

“Mis hijos son mi motivación. Viven en un país que ahora es inseguro como consecuencia de las minas terrestres. Mi objetivo es garantizar que cada palmo de nuestro suelo esté libre de estas amenazas”, afirma Oleksandra Yevdokimova, quien lidera un grupo de desminado para HALO Trust Brovary, una organización no gubernamental.

Como el principal organismo de las Naciones Unidas en la acción contra las minas, en el PNUD trabajamos con el Gobierno de Ucrania en la coordinación de las tareas de desminado, limpieza, remoción de escombros, campañas de educación pública y asistencia a las víctimas. En la liberación de tierras, también apoyamos al Gobierno en la limpieza de infraestructura y tierras agrícolas clave.

La capacitación es fundamental. Con los 3.500 ingenieros especializados en desminado que se desenvuelven ahora en Ucrania, solamente limpiar las tierras agrícolas tomará más de 20 años. Oleksandra trabajaba en logística y no tenía experiencia antes de comenzar a desempeñarse en desminado hace un año y medio.

“Pararme sobre una mina terrestre auténtica después de la capacitación me hizo darme cuenta de mis competencias para hacer algo. Cuando el equipo se topa con artefactos explosivos, los marca y los entrega al Servicio para el Estado de Emergencia. Y me doy cuenta de que sí, es genial, lo hicimos”, relata.

Los efectos van más allá de Ucrania. El Gobierno estima que antes de la guerra, las tierras que ahora están contaminadas brindaban alimentos para 81 millones de personas, la mayoría de ellas en países de ingreso mediano e ingreso bajo. Restituir la capacidad de producción agraria de Ucrania puede ayudar a las familias que atraviesan dificultades.

Para asistir en la limpieza, en el PNUD hemos suministrado computadoras al Servicio para el Estado de Emergencia y su personal para colaborar en la liberación de tierras mediante el uso de imágenes satelitales e inteligencia artificial. También dotamos a 200 integrantes de las unidades con equipamiento de protección personal, vehículos, herramientas de desminado y dispositivos técnicos y de comunicación. Ya se han evaluado más de 21.000 kilómetros cuadrados en seis regiones a las que se calificó como libres de minas, con lo que los costos se redujeron de 200 millones de dólares estadounidenses (USD) a 50 millones de USD.

“Creo que Ucrania será capaz de encontrar enfoques innovadores para acelerar el proceso de desminado y que podremos replicar la experiencia en otros países que enfrenten los mismos problemas”

Yulia Svyrydenko, Primera Viceprimera Ministra y Ministra de Economía de Ucrania

Woman in protective suit

Las mujeres están aprendiendo y adquiriendo habilidades para detectar y marcar minas y municiones sin explotar.

Foto: PNUD Ucrania
Woman with protective suit

Oleksandra Yevdokimova, desminadora y comandante del equipo HALO Trust Brovary, en Kyiv.

Foto: Giles Duley

En la República Democrática Popular Lao, políticas de género y acción contra las minas

Es fundamental despejar terrenos peligrosos para un uso productivo, de modo que todos los grupos, especialmente las mujeres, estén incluidos social, política y económicamente, y puedan disfrutar de oportunidades equitativas.

En la República Democrática Popular Lao (en adelante, la RDP Lao), Bua rastrilla la tierra para deshacerse de las semillas que crecen alrededor de las plantas de mandioca que ha sembrado. En la distancia y de pie junto a una cabaña de madera, Lom, su esposo, observa mientras alimenta a una vaca con la mano izquierda y mantiene oculto lo que quedó de su mano derecha.

En 2016, cuando cortaba leña en el bosque, lo sorprendió una explosión. A Lom lo alcanzó una bomba del tamaño de una pelota de tenis eyectada de una munición en racimo. La bomba se había ido enterrando durante los últimos 50 años.

Se originó durante la Segunda Guerra de Indochina. Entre 1964 y 1973, se lanzó un promedio de un avión cargado de municiones de racimo sobre la RDP Lao cada ocho minutos. Esto incluía más de 270 millones de submuniciones de bombas de racimo, de los cuales se estima que 80 millones que no explotaron siguen siendo una amenaza hoy en día.

Durante los últimos ocho años, Lom ha dependido de Bua para obtener la mayor parte de los ingresos familiares. El 75 % de quienes sobrevivieron a un artefacto sin explotar entre 2011 y 2023 en la RDP Lao eran hombres y niños. Aunque se espera que las mujeres asuman la carga económica de la familia, incluidos los mayores costos de atención médica, estas quedan excluidas de las consultas y la planificación de la acción contra las minas.

Para enfrentar el problema, en el PNUD hemos trabajado con la RDP Lao para colocar la igualdad de género en el centro de las actividades relativas a las minas. También hemos elaborado un manual de capacitación en género, un código de conducta y una política de recursos humanos para garantizar la participación inclusiva.

Asimismo, se necesitan programas centrados en el empoderamiento económico de las mujeres. Bua desea que alguien la ayude a comprender cómo aliviar las cargas económicas suyas y de su esposo. “Me siento muy orgullosa de ser su esposa”, asevera Bua. “Lo amo ahora más que nunca. Puede que el trabajo sea duro, pero lo hago con mucho gusto”.

Man and woman standing

Bua y su esposo Lom, quien perdió su mano derecha cuando una munición de racimo enterrada durante 50 años le explotó.

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