* DE PRIMERA MANO .
*El Senado vota la Reforma Judicial.
*Museo del Prado en Xalapa.
Por Omar Zúñiga
Marco Junio Bruto participó en la conspiración, y de hecho asesinó a puñaladas al bien amado por el pueblo, Cayo Julio César hacia el año 44 a.C. en el pleno del Senado romano, poniendo en vilo el destino de la República.
Hijo de Servilia, amante del César, Bruto es uno de los traidores más conocidos de la historia universal.
Una de las versiones conocidas para traicionar hasta la muerte a quien se sospechaba era su padre, pero que ciertamente lo quería como a un hijo, es precisamente por presiones de su madre, que en un momento determinado, recibió el desdén de César, acabado con su romance de varios años.
Esa fue una de las razones del traidor.
Otra de ellas es que, en su cobardía de no poder decir que no a las pretensiones de su “amigo” Casio, terminó aceptando participar en el compló que acabó con la vida de quien también le perdonó la vida por haber luchado contra él, al lado de Pompeyo.
Pero quizá la más importante, es que sucumbió al canto de las sirenas. La promesa de poder y de convertirse algún día en el Augusto, pudo más que nada y la República se puso en peligro.
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Desde la semana pasada empezó o correr el rumor en la aldea sobre quién sería el traidor que votaría a favor de la Reforma Judicial del presidente López Obrador en el Senado de la República; atención, pues se dice desde entonces quién, y no si habrá traición.
El asunto es que el nombre del senador panista de Boca del Río Miguel Ángel Yunes Márquez subió a la palestra, y con el correr de los días se quedó ahí, solito.
El viernes incluso Ciro Gómez Leyva dijo que Yunes Márquez estaría recibiendo presiones para votar a favor, junto con el bloque cuatroteísta compuesto por Morena, PVEM y PT.
Pero este lunes por la noche, literalmente el país se incendió con la versión de que ya era un hecho que Yunes Márquez votará en ese sentido.
Versión que cobró fuerza cuando el de Estero faltó a la sesión de sus compañeros de escaño, a grado tal que su coordinadora parlamentaria, la senadora Guadalupe Murguía, pidió a Yunes que desmintiera los rumores y se manifestara públicamente, reconociendo no haber tenido contacto con el boqueño desde hace mucho rato.
La inquietud subió de tono incluso con gente de su círculo rojo, pues hasta la medianoche, Yunes Márquez no daba señales. Estaba (o está) desaparecido.
Nadie ha podido localizarlo.
Haiga sido como haiga sido, Miguel Ángel Yunes Márquez se encuentra en el peor de los mundos, pues si vota en favor de la reforma judicial a través del PVEM, será el moderno Bruto, por más razones que tenga, habrá traicionado a sus votantes, correligionarios y gente que creyó en él, incluso al país en su conjunto y no es exageración.
Por otro lado, si todo lo hecho es una estratagema y mantiene su postura de votar en contra, entonces tendrá encima a todo el aparato del Estado y sólo será cuestión de tiempo para que ejecuten las órdenes de aprehensión pendientes en contra de su hermano Fernando, exalcalde de Veracruz, hoy diputado local electo; contra su padre, el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares y que abran procesos en contra de su aún esposa y madre de sus hijos, la alcaldesa de Veracruz Patricia Lobeira (está en revisión la cuenta pública) e incluso en contra de su hermano Omar Yunes, que aún alejado de la política, tiene señalamientos por lavado de dinero.
Y contra el mismo senador Yunes Márquez, pues Morena tiene todo para desaforarlo llegado el caso.
Lo dicho, Miguel Ángel Yunes Márquez quien se sintió todopoderoso, y en alguna ocasión gritara “viejo guango” al presidente López Obrador, hoy está en el peor de los mundos, porque, por si fuera poco, la Reforma Judicial, sólo sería la puerta de entrada para otras 17 iniciativas, que le darán otra cara a la Constitución, sin que exista un Congreso Constituyente ex profeso, sino sólo la voluntad de un aprendiz de tirano.
Por vía de mientras, a esperar que la iniciativa se vote la madrugada de mañana en la sede alterna de la Casona de Xicoténcatl en CDMX.
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Para documentar el optimismo, el sábado pasado, la Secretaría de Cultura de Veracruz, publicó por la noche en sus redes sociales este post: “Esta tarde inauguramos la exposición “El Museo del Prado en Xalapa”, en la explanada del Parque Juárez, realizada en coordinación con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, el Museo Nacional del Prado y el Centro Cultural de España en México, con apoyo de la Secretaría de Turismo del Estado de Veracruz y el Ayuntamiento de Xalapa”.
“La secretaria de Cultura, Silvia Alejandre Prado, en representación del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, dio la bienvenida al público y reconoció la colaboración entre las diversas instituciones para hacer realidad esta galería abierta”.
“El Consejero Cultural de España en México, Antonio Prats Marí, señaló que conocer estas obras es conocernos a nosotros mismos e invitó al público a recorrer la muestra”.
“Disfruta de “El Museo del Prado en Xalapa” galería abierta que presenta una excelente oportunidad para acercarse a las obras de arte universal más destacadas del Museo Nacional del Prado”.
A pesar de agradecerle al Ayuntamiento de Xalapa, no hubo nadie en su representación, cosa rara, pues si algo ha impulsado el alcalde Ricardo Ahued, es la Cultura.
Por otro lado, más allá del post y de una publicación en X, no se hizo mayor difusión de este evento.
Es una exposición de la mayor relevancia, pues una realidad es que no es fácil ir al Museo del Prado; es maravilloso, pero no es fácil.
Otra realidad es que cuesta trabajo reconocerle alguna buena acción a este gobierno estatal, sin embargo y más allá de la torpezas cometidas, que no son pocas, esta es una extraordinaria oportunidad para admirar obras del arte universal, como La Maja desnuda, Las Meninas, o el dramatismo de Saturno devorando a un hijo, por sólo mencionar algunas.
Sin duda alguna, debe usted querido lector, asistir al menos una ocasión al Parque Juárez de Xalapa, eso sí, vaya con luz de día, pues las 56 reproducciones de obras de Velázquez, Goya, Caravaggio, Tiziano, Rubens o El Bosco, no tienen iluminación, más que las luminarias del propio parque.
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com
