LAS TRADICIONALES POSADAS SON MEZCLA CATÓLICA Y PREHISPÁNICA.

CAFÉ DE MAÑANA

/Por José Luis Enríquez Ambell/

 

Las posadas entre la población del país – y en particular en Veracruz – reúne elementos de una tradición que une a las familias como a las comunidades, a partir de una mezcla de las raíces de la religión católica con simbolismos culturales prehispánicos.

Y en ese peregrinaje concurren el refugio y la fe con cantos y convivencia de la población, rezos y piñatas simbolizando la victoria sobre el pecado, y celebrando la esperanza de una nochebuena con abundancia, fiesta, alegría y estrechando lazos sociales, que resumen el significado de las posadas a la veracruzana con el sello regional de nuestra entidad.

Y así, del 16 al 24 de diciembre transcurre la Tradicional Rama, que incluye pedir posada en las casas vecinas con villancicos y reparto de ponche y dulces – según la zona de Veracruz – se acompaña de música e instrumentos que terminan con la nochebuena del 24 de este mes.

Así pues, las Posadas en Veracruz tienen el reconocimiento nacional e internacional por el colorido que les identifica en cada región de la entidad, que incluso lleva en localidades a que se desarrollen concursos de ramas con gran arraigo cultural en barrios y colonias.

Un ejemplo es la región del Sotavento, dónde la Rama con esferas y luces, y se peregrina por las calles cantando canciones como “Naranjas y limas; Limas y limones”, yendo de casa en casa.

En algunas ocasiones, el Gobierno del Estado a través de sus dependencias ligadas a estas tradiciones y los Ayuntamientos mediante las oficinas de educación, cultura y turismo, entre otras, promueven estos cantos que mezclan con el arpa y la jarana, instrumentos cien por ciento referentes de Veracruz.

En la cuenca del papaloapan, como en otras regiones, se ofrecen alimentos típicos como el ponche, los buñuelos, frutas de temporada (naranjas, mandarinas, caña de azucar), y los aguinaldos (dulces, cacahuates), y rompiendo piñatas con la forma de una estrella de siete picos, que simbolizan los pecados capitales, recibiendo dulces colocados dentro.

Toda esta tradición reúne a vecinos y familias con personas visitantes de todos lados, que hacen mezclar el espíritu católico con las tradiciones culturales de nuestro origen prehispánico, justificando así las fiestas de la navidad con humildad, esperanza y caridad para todos en regiones urbanas, semi urbanas e indígenas.

DE SOBREMESA

Partiendo de la premisa que la cultura en el País ingresó por Veracruz, y que la historia de la época colonial y evangelización fusionó a los rituales de dos mundos (España y México), las llamadas “misas de aguinaldo” (después ya evolucionaron a las posadas), pero además a través de “los nacimientos” los introdujeron para infundir la fe cristiana, construyeron la esperanza, pero ligada a la salvación religiosa y a la “nueva vida”, la que se ha simbolizado por “la Flor de Nochebuena”, conocida en náhuatl como Cuetlaxóchitl, y que es una tradición de plantas durante el último mes del año.

UN CAFÉ DE OLLA DE BARRO

La Flor de Nochebuena es de origen mexicano resulta todo un símbolo cultural desde tiempos prehispánicos, representando pureza y nueva vida para los mexicas – y quienes decoraban sus templos y rituales con esta flor – y que es emblema navideño mundialmente reconocido, e incluso desde algunas regiones del país se exporta.

UN CAFÉ LECHERO LIGHT

La producción y exportación de la Flor de Nochebuena desde México para el mundo, nos identifica a la tradición agrícola que enmarca el pasado prehispánico con el presente.

UN PONCHE CALIENTE

Entre los canticos de la rama, a veces en algunas regiones, se oyen versos y rimas en el lenguaje pícaro del doble sentido muy veracruzano que enmarca a los albures.

¡ES CUANTO!

 

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