Las tres “M”

/ Guadalupe Loaeza /

El Campeonato Mundial de futbol 2022 en Qatar nos dejó muchas lecciones de vida. La primera de ellas es aprender a perder y la segunda, aprender a ganar. Igualmente, nos mostró que el factor dinero es fundamental y a veces decisivo en la selección de las sedes del torneo. En el caso de Qatar, todavía hay muchas interrogantes que probablemente nunca se resuelvan, por ejemplo: la intervención del expresidente de Francia Nicolas Sarkozy para que se eligiera ese país, sin ninguna afición consolidada del deporte, sin infraestructura adecuada, con un clima hostil y, por añadidura, con costumbres muy alejadas de la modernidad. No obstante todo esto, el balance fue más positivo que negativo. Los tres personajes a los que me referiré y cuyo apellido empieza con M fueron, a mi manera de ver, muy significativos, especialmente Lionel Messi, el héroe de este campeonato; Kylian Mbappé, el derrotado, y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el conciliador y reparador de daños por parte del equipo francés.

Emmanuel Macron. Una vez que terminó la gran final, Francia-Argentina, y al ver la profunda tristeza y decepción de “Les Bleus” (los azules), debido a que perdieron, aun cuando el equipo fue superior, Macron se dirigió hacia los vestidores de los futbolistas y les dijo con toda empatía y solidaridad raras veces vistas en un mandatario: “Hay dos cosas por las que no deben sentir remordimiento. Escúchenme con atención. Hicieron soñar a millones de franceses que, hasta ahora, y todavía hoy, han vibrado. Porque han jugado un gran futbol, un gran deporte. Son un gran equipo porque no creo que ningún otro hubiera podido remontar dos veces y estar tan cerca de ganar el partido. Tuvieron el corazón, el hambre, las ganas y el talento para ir a por ello. Gracias a los que quizás dejen de llevar la camiseta después de este partido. Muchos de ustedes son aún muy jóvenes y harán mucho más. Van a ganar porque ahora ya tienen una enorme experiencia a cuestas. Estoy orgulloso de ustedes, viva la República y viva Francia”. He allí las palabras de un Presidente comprensivo incluso en la derrota deportiva de su país. Seguramente los jugadores galos se sintieron un poco reconfortados y acompañados por su mandatario.

Lionel Messi. “La Pulga” vino al mundo para meter goles. Quién le iba a decir a ese niño de ocho años a quien le diagnosticaron una deficiencia de la hormona del crecimiento y cuyo tratamiento duró más de un año con un costo de 900 dólares mensuales pagados por la empresa donde trabajaba su padre, que llegaría a ser un gigante del futbol, un gigante del balompié y un gigante valuado en millones de dólares. “Mi viejo hacía un esfuerzo grandísimo para bancarme (pagarme) el tratamiento”. Lionel, que nació en una familia muy modesta en el barrio de Grandoli; él, que siempre ha sido muy tímido y muy reservado, ahora se ha convertido en ídolo admirado en todo el mundo. Al otro día de su triunfo como campeones de Qatar 2022, su fotografía besando la copa de oro se publicó en la primera plana de todos, todos los diarios del mundo. No hay duda, Messi hizo feliz a toda Argentina, puso a su país en el centro del planeta tierra. ¿Será más grande que Maradona y que Pelé? No olvidemos que ha ganado tres campeonatos del mundo de clubes. Ojalá que Messi siempre conserve su autenticidad, pero sobre todo, su buen corazón, el cual irradia mucho amor por Argentina, su esposa y sus hijos, cada vez que mete un gol.

Kylian Mbappé. Apenas tiene 23 años pero es un viejo sabio, que sabe que no perdió, sino que se ganó el respeto y la admiración de millones de fans del futbol. No obstante, al terminar el juego y ver que Francia había perdido, se sentó en el pasto de la cancha y se puso a llorar. No lo podía creer. Una vez que se incorporó, parecía un fantasma, no sabía hacia dónde dirigirse. No entendía qué había pasado. Quince minutos antes de que terminara el juego, era un héroe. Estaba a punto de que su equipo ganara. Ni siquiera las palabras de Macron lo consolaban. Sabía que sin él, la selección francesa no hubiera llegado a la final. Y todo fue por un penalti. En dos días, cumplirá 24 años. Seguramente no tendrá ganas de celebrarlo, junto con su novia, nueve años mayor que él. De todos los jugadores, Mbappé es el que está más afectado. Quizá, con el tiempo, se olvide de ese terrible domingo 18 de diciembre del 2022 en el cual, la letra de su apellido, “M”, estuvo a punto de aparecer en el Larousse como el campeón de Qatar 2022 (Le Parisien).

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