**Alguien como tú.
/ Gladys de L. Pérez Maldonado. /
Cuando hablamos de Violencia en contra de las personas, se debe entender como la violación del Derecho Humano de ellas a tener una vida en libertad, de respeto a su integridad y dignidad.
Todos los días se habla de la violencia que se ejerce en contra de las niñas y las mujeres, y se busca dar solución a esta situación, sin embargo, no menos importante es que los niños y los hombres también son objeto de violencia, poco se escucha de este tema, el hombre casi nunca denuncia la violencia que se ejerce en contra de ellos, no está educado para hacerlo y si lo hace es objeto de burla.
El hombre también ha sufrido esta desigualdad de géneros, también ha sufrido vivir con estereotipos de conducta en la sociedad.
Al hombre desde niño, se le ha obligado a ser el fuerte, el indoloro, el que resuelve una situación, el que lleva la carga económica de una familia, a ser el responsable de la política de un País, a esto le llamamos violencia masculina.
En su entorno social el hombre lucha por demostrar su fortaleza física, se pelea a golpes con otro varón (lo cual no es bien visto entre mujeres) y si no lo hace lo tildan de afeminado, es obligado por la inercia social. Está demostrado estadísticamente que unas de las 10 causas más frecuentes de muerte de los hombres es el suicidio, sin aparecer en el correspondiente a las mujeres, los estudios realizados al respecto relacionan esta situación con las presiones sociales a las que están expuestos. (trabajo, manutención familiar, fortaleza aparente, etc).
Desde la infancia, la madre y el padre somos los responsables de educar con perspectiva de género, alejados de estereotipos impuestos por el antiguo sistema patriarcal.
El hombre es un Ser Humano que puede llorar, que puede tener miedo, no necesariamente debe ser rudo en su comportamiento, tiene derecho a expresar sus sentimientos, tiene derecho a ser tierno, tiene derecho a la libertad de expresarse y comportarse sin los prejuicios del género masculino.
Pues bien, en México ha causado polémica la determinación de una jueza de control del Centro de Justicia Penal de Saltillo, Coahuila, que declaró como imputada a una mujer por el delito de Violencia a la Intimidad Sexual, la conocida “Ley Olimpia”, ya que durante el procedimiento de divorcio y con el fin de ganar la custodia de sus hijas, difundió fotos donde aparece desnudo su ex marido, las que hizo llegar hasta el ambiente laboral del hombre, lo que le causó el despido inmediato.
La jueza Griselda Elizalde Castellanos, dictó una serie de medidas cautelares a la acusada, como no acercarse a la víctima y no hablar mal del mismo con sus hijas.
Este tema resulta relevante, pues por un lado, la autoridad jurisdiccional que determinó la vinculación a proceso es una mujer, quien resolvió con perspectiva de género y por otro, en el supuesto que al final del juicio se sentencie a favor de la víctima, que en el caso se debe puntualizar es un hombre, sería la primera vez desde que fue aprobada la “Ley Olimpia” con su esencia y origen se proteja a un varón.
Esta “Ley”, surgió debido a la difusión de un video de contenido sexual no autorizado de Olimpia Corral Melo quien, después de ser víctima de la difusión de un video íntimo, se dedicó a promover proyectos que regularan la violencia digital en los Congresos Estatales.
Cabe mencionar que la “Ley Olimpia” no es como tal una ley. Es un conjunto de reformas legislativas que reconocen la violencia digital y sancionan todos los delitos que puedan violar la intimidad sexual de las personas a través de medios del ciber espacio con penas privativas de la libertad.
Hoy, 29 Estados de la República Mexicana han aprobado estas reformas en la normatividad penal local.
La misma Olimpia Corral Melo impulsora de esta Ley, considera que es tan legítimo que le pase a un hombre como a una mujer la violación a su intimidad por medios digitales y asegura que el caso de Coahuila, donde un hombre denunció a su ex esposa por la Ley Olimpia, es un precedente importante, y resalta “cuando una mujer lucha, es un beneficio para la sociedad”.
Luego, la polémica amarillista que surgió en los medios de comunicación mofándose de la víctima por ser hombre, denostando que la Ley Olimpia haya sido un logro del movimiento de mujeres y que ahora se aplica en protección de los Derechos Humanos de un varón, tratando de debilitar este triunfo feminista, no es más que el resultado del pensamiento patriarcal que aún permea en la sociedad.
En el momento en que las personas evolucionen y estén dispuestas a dejar los estereotipos de conducta y proceder discriminatorio a un lado, será cuando se logre la libertad de los géneros, la libertad de las mujeres y los hombres y se podrá vivir en igualdad…