Libertad de expresión, no de odio .

  • Minuto.

/ Mar Levet /

Como soy mexicana y México es un país del cual sus pseudo gobernantes alardean que existe la libertad de expresión, me tomo la libertad de expresar mi punto de vista sobre Morena y Claudia Sheinbaum.

En una nación en donde permea el machismo a tal grado que hasta las mismas mujeres que se dicen feministas (a quienes mucha gente llama feminazis y con razón) son misóginas y también son misántropas. Ellas sólo saben odiar y punto, y no las culpo porque el odio, como muchos sentimientos, es algo que se aprende. Y se ve que, durante su desarrollo, han sido odiadas sólo por ser féminas, sólo por mostrar un poco de feminidad (que a nadie hace daño).

Sí, critico a quienes no son lingüistas y pretenden cambiar el idioma a través de mentalidades basadas en el odio, en lugar de un bien común, como es el lenguaje el cual se define como un sistema de comunicación verbal en el que todos estamos de acuerdo.

Hay un dicho popular muy negativo y manipulador que dice que la peor enemiga de una mujer es otra mujer… que el peor enemigo del mexicano es otro mexicano. No hay nada más propagandístico que ese lema tan absurdo, tan deslucido. Y todavía muchos los creen y lo ponen en práctica porque, como ya mencioné, sólo aprenden a odiar sin considerar siquiera intentar conocer lo que abominan sin criterio. Sólo saben seguir al rebaño y es muy deprimente ver cómo potenciales líderes terminan derrotados y actuando como los borregos que los rodean por resignación a que no van a poder cambiar el sistema que a la mayoría no nos parece.

Si critico las acciones de Claudia es porque me está haciendo quedar muy mal como mujer a diferencia, por ejemplo, de mi madre Elsa que es una mujer a quien admiro y amo incondicionalmente. Claudia se está dejando manejar como una marioneta por un hombre maleducado como lo es el actual Presidente de México.

Ya tenía tiempo que no se separaba tanto la opinión en la población mexicana. Desde que Vicente Fox ganó las elecciones, no había visto tal guerra civil sin declarar en mi amada nación mexicana.

Y he entrevistado a personajes que se dicen patriotas (aunque no hay nadie menos patriótico que los llamados dinosaurios del gobierno) y creen que Sheinbaum es una persona inteligente… es tan inteligente como un simio.

Yo voy a votar por una presidenta brillante, con trayectoria, con estudios y educación. Quiero una presidenta con carisma y arrojo. Quiero que me gobierne quien ha sido ama de casa, son quienes mejor saben administrar una casa, que es similar (o igual) a la organización de un país.

Quiero que me gobierne una persona con buenos argumentos, alguien que piense como mi madre, una mujer emprendedora que lo único que quiere es ser feliz. Y ya quiero que nos permitan ser felices nuestros gobernantes. Ya estoy cansada de las miradas lascivas de los hombres que se han dejado gobernar por personas sin escrúpulos. Ya me cansé de ser discriminada sólo por ser mujer, ya estoy cansada de que ciertos hombres (y ciertas mujeres) compitan conmigo sólo porque les recuerdo a alguien de su pasado con quien no tengo nada que ver, sólo por mi apariencia física femenina.

Ya estamos en el siglo XXI, dejemos el pasado atrás y veamos el porvenir como algo a mejorar. Pero para eso tenemos que aceptar cosas que toda nuestra vida hemos insistido en negar y nos han dicho que está bien negarlas. No está bien, tenemos que cambiar. Eso de que la gente no cambia es un mito lleno de falacias. Quiero ver cómo la sociedad mexicana va a mejorar, vamos a cambiar para bien.