03/2022/ Australia.- Una senadora australiano causó revuelo al llamar a la Reina “colonizadora” cuando prestó juramento de lealtad en el parlamento después de las recientes elecciones del país.
Lidia Thorpe, que anteriormente había criticado a la monarca, fue la primera senadora indigena elegida por la provincia de Victoria.
En la ceremonia de juramentación en el Senado de Canberra, la senadora de los Verdes levantó su puño derecho en el aire en el saludo del “poder negro” y dijo: “Yo, la soberana Lidia Thorpe, afirmo y declaro solemne y sinceramente que seré fiel y mantengo verdadera lealtad a la colonizadora Su Majestad la Reina Isabel II”.
La Sra. Thorpe, una mujer DjabWurrung y Gunnai-Gunditjmara, volvió a leer el juramento en su forma convencional después de que sus colegas le advirtieran que estaba obligada a entregarlo impreso, y uno de ellos declaró: “No eres senadora si no lo dices”. .”
En su segunda entrega, enfatizó sarcásticamente “sinceramente” y pronunció la palabra herederos como “pelos”, dejando poca ambigüedad sobre su visión del ritual.
Posteriormente, tuiteó: “La soberanía nunca cedió”, una referencia a una afirmación política aborigen de que la Corona británica afirmó la soberanía sobre Australia sin consentimiento y que los derechos corresponden a los aborígenes como los verdaderos herederos de la tierra.
Todos los legisladores australianos deben prestar juramento de lealtad al monarca, que sigue siendo el jefe de estado del país de 25,6 millones de habitantes.
Se considera que Anthony Albanese, el recién elegido primer ministro laborista, se opone a la continuación del papel constitucional de la monarquía en Australia y ya ha designado un ministro para la república , Matt Thistlethwaite.
“Irónicamente, según la sección 44 de la constitución, no puede postularse para el parlamento si es leal a otro país, pero lo primero que hacemos en el parlamento es prometer servir a un monarca extranjero”, dijo Thistlethwaite al Sydney Morning Herald antes de la juramentación .
“Es arcaico y ridículo. No representa la Australia en la que vivimos y es una prueba más de por qué necesitamos comenzar a discutir sobre convertirnos en una república con nuestro propio jefe de estado. Ya no somos británicos”.
En su último referéndum sobre la monarquía en 1999, los australianos votaron por 55 por ciento contra 45 por ciento para rechazar una república con un presidente designado por el parlamento.
Los gobiernos sucesivos, incluida la administración laborista de Julia Gillard y el gobierno liberal de Malcolm Turnbull, han sido dirigidos por políticos republicanos por convicción.
Sin embargo, la idea de que la cuestión no debería volver a abordarse hasta después de la muerte de la reina Isabel II, que es generalmente popular, ha ganado un consenso silencioso incluso entre los activistas.
Turnbull, exlíder de un grupo de campaña republicano, se describió a sí mismo como un “isabelino” después de conocer a la monarca en 2017 y dijo que cualquier cambio se produciría después de su partida.
Encuestas recientes han mostrado en general una pluralidad a favor de una república, pero con un 25 por ciento o más de los encuestados “indecisos”.
La Sra. Thorpe ha hecho una fuerte campaña sobre temas indígenas y poscoloniales, incluidas las críticas a los australianos no aborígenes. Ella es una defensora de que los australianos en su conjunto hagan reparaciones a los pueblos aborígenes.
