*CAFÉ DE MAÑANA
/ Por José Luis Enríquez Ambell /
La complejidad de la Liga MX de fútbol está atada al poder de los modelos de negocios sui generis (únicos en su género), que operan con la influencia de los dueños, directivos y hasta de los promotores y las televisoras.
Entre otros desafíos, “la multipropiedad” –una sola persona o familia llega a tener dos o más equipos en la misma categoría de la Liga MX– reúne intereses comerciales muy por encima del desarrollo en lo deportivo.
Justo la gobernadora Rocío Nahle declaró que nunca imaginó lo complejo que resultaría el poder gestionar una franquicia de futbol en la Liga MX del máximo circuito del balompié en México.
Y es que igual le debió haber sucedido al exgobernador Cuitláhuac García, quien cada ocasión que podía sostenía que pronto llegaría un equipo al estadio Pirata Fuente, y eso nunca sucedió, aun con estadio nuevo.
Así pues, la estructura de poder de los dueños en la Liga MX les permite tener control de los equipos, sus clubes y las franquicias, con los propietarios que representan a grandes consorcios (Televisa, Grupo Salinas, Grupo Orlegi, FEMSA, etc.), y toman las decisiones clave en la Asamblea de Dueños de la Federación Mexicana de Fútbol (FMF), en donde sus intereses empresariales –que a menudo incluyen medios de comunicación, casas de apuestas y otros negocios– influyen directamente en las reglas de la competencia y el modelo de negocio.
Aquí resalta una figura que es casi única en el mundo del universo del fútbol, y es que solo en México existe la multipropiedad; este es quizás el aspecto más polémico. En ella, varios grupos empresariales poseen más de un equipo en la Primera División, “una práctica prohibida por la FIFA”. Hay ejemplos como el Grupo Pachuca (Pachuca y León), Grupo Orlegi (Santos y Atlas) y Grupo Caliente (Tijuana y Querétaro).
Esa figura de multipropiedad plantea conflictos de interés y hasta dudas sobre la integridad competitiva, limitando la inversión externa y el crecimiento equitativo de la liga, “y donde los acuerdos de caballeros son de bandoleros”. Ahí resaltan los negocios comerciales contra los deportivos, que incluso golpean en el atraso y lentitud del fortalecimiento de la Selección Nacional, pues la alta cantidad de jugadores extranjeros y hasta naturalizados compite por lugares con los futbolistas mexicanos, lo que impacta en un bajo desarrollo deportivo.
Así pues, las reglas de la Liga MX a menudo cambian en respuesta a las necesidades de los dueños, lo que dificulta una planeación a largo plazo y genera incertidumbre, y es así como el sector gobierno de Veracruz, de no contar con la asesoría profesional en torno a lo controversial de los intereses de los dueños de Primera División, seguirá afectando que, aun con el empujamiento ofrecido por la ingeniera Rocío Nahle, al menos de aquí a la Copa del Mundo 2026 (verano próximo) sigamos sin fútbol en el máximo circuito en Veracruz.
El sistema de la Liga MX, donde las relaciones de poder y los intereses económicos de un selecto grupo de dueños y directivos dictan la dirección del fútbol mexicano, no permitirán por ahora que Veracruz alinee en el campo del fútbol en la máxima división del país.
Esa es la realidad y verdad. Diría Brozo: esa es la verdadera historia.
DE SOBREMESA
Y mientras tanto, se desconoce a ciencia cierta “la entrega” –protocolaria– del IEEV (Instituto de Espacios Educativos de Veracruz) y los pormenores y estatus por la asignación del contrato para “la rehabilitación” del Estadio “Pirata” Fuente, pues de acuerdo con el Informe del Resultado presentado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), de la revisión de las cuentas públicas 2022, 2023 y 2024, se sabe que existen irregularidades en el procedimiento de adjudicación de dicha obra y, por supuesto, en la ejecución de los trabajos, así como en los avances físicos y financieros.
Y es que la ASF detectó que hubo dos empresas que participaron en la licitación de dicho contrato y cuentan con un socio en común, y así les fue permitido participar, “por lo que el ganador pudo haber tenido ventaja y, más aún, obtenido indebidamente el contrato por más de 400 millones de pesos” de arranque.
En ese sentido, el procedimiento, que se convocó en diciembre de 2022 (con fondos federales) y que tuvo la participación de las empresas Pegsa Construcciones S.A. de C.V., Cieg S.A. de C.V. y Consorcio Constructor e Industrial Trasnacional del Golfo –estas dos primeras empresas tienen en común como socio a Francisco Javier Ochoa Peral– podría haber incurrido en faltas que alcanzarían sanciones tanto a servidores públicos como a personas del sector privado, sin que a la fecha se sepa algo en ese sentido.
UN CAFÉ LECHERO LIGHT
Y quizá, seamos con el nuevo Estadio Pirata Fuente, el único sitio deportivo construido en el mundo, y que NO tenga un equipo que ahí tenga su sede y con una capacidad para casi 27 mil asistentes.
¡ES CUANTO!












