Liliana Romero, la Científica de acero .

Por Fabiola Méndez / Emmanuel Medina.

  • El desarrollo de Liliana Romero, de la Facultad de Química de la UNAM, además de tener propiedades antimicrobianas es seis veces más duradero que el acero convencional
  • Por este trabajo, la académica obtuvo un galardón en la cuarta edición de 25 Mujeres en la Ciencia, edición especial en Sustentabilidad Ambiental, organizada por la Minnesota Mining and Manufacturing Company 3M

Cuando viajamos en el Metro solemos sujetarnos de algún tubo metálico a fin de asegurarnos un viaje más estable y no caernos en algún enfrenón, pero el acero empleado en su elaboración acumula patógenos y su vida no es tan larga como se esperaría.

“Ahora, imaginemos que podemos construirlos con un material mucho más resistente (y por tanto ecológico) que, además no nos transmita enfermedades como la influenza o el coronavirus”, plantea Liliana Romero, profesora de la Facultad de Química de la UNAM.

Para tener un producto de tales características, la académica diseñó un acero mucho más ligero y hasta seis veces más resistente y durable que el convencional, pues como explica, “ello significa menor mantenimiento, costo de reemplazo más bajo y menor generación de residuos”, expuso.

Además, como fue desarrollado en tiempos de pandemia y a fin de disminuir la posibilidad de contagio por contacto (o fómites), la profesora Romero usó metales de uso cotidiano e incorporó partículas de cobre en toda la masa de la aleación a fin de conseguir propiedades antimicrobianas. “Al estar en todo el volumen y no sólo en la superficie nos aseguramos de no perder la capacidad de combatir virus y bacterias, aunque el tubo se desgaste, raye o experimente otros percances”.

Para Romero Reséndiz, se trata de un trabajo que, de aplicarse, repercutirá en beneficio de la sociedad. “Con ello, podremos usar el transporte público y sostenernos de tubos que no nos contagiarán enfermedades, que serán más ecológicos y menos costosos”.

Flexibilidad

Para conseguir dicho material, explica la universitaria, “se combinaron distintas zonas, ya que cada una tiene diferentes propiedades. Unas son más flexibles que otras, y pese a que es resistente, dicha flexibilidad es importante porque ayuda a que se le puedan dar diversas formas”.

Los materiales compuestos por zonas diferentes para mejorar las propiedades finales se llaman heteroestructurados, la cual es la línea de investigación de Romero Reséndiz: “Soy la primera persona que trabaja este tipo de investigaciones en México”, refiere.

De esta manera modificó el material para obtener las propiedades deseadas, por lo que este primer prototipo es seis veces más durable que el acero convencional. “Cuando un metal es más resistente se puede usar menos cantidad de él. Por ejemplo, si un barco necesita una lámina de 100 kilogramos, con este prototipo se podrá usar una lámina más delgada que seguirá teniendo la misma resistencia, y, la nave, al estar compuesta de este material, será más ligera y usará menos combustible.”

Reconocimiento

El proyecto de la profesora Liliana Romero se patentó en enero de 2023 y se ha presentado con éxito en diversos congresos internacionales. Además, le valió un reconocimiento en la cuarta edición de 25 Mujeres en la Ciencia, edición especial en Sustentabilidad Ambiental, otorgado por la Minnesota Mining and Manufacturing Company 3M.

También fueron galardonadas otras siete mexicanas: Danay Carillo Nieves y Marilena Antunes Ricardo, del Tecnológico de Monterrey; Angélica del Carmen Ruiz, del Instituto Politécnico Nacional; Berenice Balderas Segura, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí; Andrea Bonilla, de la Universidad de las Américas Puebla; Karime Guillén Libién, de la Universidad Autónoma del Estado de México, e Ibeth Cortés Ángeles, de la Universidad Tecnológica de la Sierra Sur de Oaxaca. Para Romero Reséndiz, recibir el galardón fue de lo más gratificante pues, como comparte, “me emociona saber que mi voz, proyecto e ideas pueden llegar a niñas y adolescentes y que, cuando ellas vean esta noticia, quizá alguna de ellas pienso: ‘si ella pudo, yo también puedo’”.

 

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