Llama Sánchez Cordero a un marcaje personal al poder judicial para acabar con la impunidad en delitos contra mujeres

*Las instancias deben vigilar para evitar más casos de feminicidio y permitan acabar con la impunidad.

Ciudad de México / Anayeli García Martínez (Cimac).– La presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero, llamó a todas las instancias a vigilar y establecer un “marcaje personal” al trabajo de jueces, fiscales y Ministerios Públicos, para que en sus resoluciones y sentencias hagan justicia a las mujeres, eviten más casos de feminicidio y permitan acabar con la impunidad.

Así lo dijo durante el acto conmemorativo en torno al 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se realizó este miércoles en el Senado de la República, donde junto con representantes de instituciones de gobierno y de Naciones Unidas, escuchó testimonios de madres de víctimas de feminicidio y sobrevivientes de este delito.

La legisladora recordó que cuando era ministra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) conoció el caso de una mujer asesinada de 65 puñaladas, cuyo agresor fue condenado a dos años de prisión porque el juzgador consideró que cometió el homicidio cuando estaba en “estado de violencia súbita”, lo que atenuaba la pena.

Aunque desde 2012 existe el delito de feminicidio y ya se derogó la atenuante de “estado de violencia súbita”, estas historias siguen ocurriendo, por eso dijo que jueces, juezas, fiscales y ministerios públicos deben estar en un escrutinio público constante. “Y que se oigan los nombres de estos jueces y juezas, que se oigan los nombres de las fiscales”, dijo.

La también exsecretaria de Gobernación llamó a hacer marcaje personal a estos funcionarios para revisar sus resoluciones porque, advirtió, han quedado a deber a las mujeres, ya sea por legalismos, formalismos, por falta de sensibilidad o por corrupción. Corrupción e impunidad están estrechamente vinculadas, advirtió.

Necesario escuchar a las sobrevivientes
En el acto para iluminar el edificio legislativo de color morado, la defensora y sobreviviente de feminicidio, Carolina Ramírez Suárez, relató que ella recibió varias cuchilladas en 2014 pero sobrevivió, tal como ha pasado con otras mujeres, quienes han sido atacadas con navajas, pistolas, ácido o a quienes han tratado de quemar vivas.

Algunas sobreviven, pero a otras les arrancan la vida, en esos casos —dijo la defensora— sus madres siguen luchando y pidiendo justicia, mientras que las sobrevivientes son relegadas por no haber muerto. “Aquí somos nosotras mismas, las que nadie ve, nadie cuenta, nadie diseña políticas públicas ni presupuestos para nosotras, las que un segundo nos separó de la muerte”.

Agregó, “a nosotras nadie nos cree y somos muy incómodas para las fiscalías, para los MP, para los jueces porque tenemos voz, respiramos, y eso enfada a sus sentidos. Estamos vivas, así se atreven a decirnos, y nos someten sistemáticamente a una segunda violencia, igual de cruel, de inhumana, de degradante: la violencia institucional”.

Carolina Ramírez dijo que gracias a los tendederos de denuncias, las acciones en las calles y las denuncias contra jueces y magistrados que actúan en contra de la justicia, ahora los que sienten vergüenza son los agresores y no las mujeres.

“Sí, somos incómodas y nos quejamos pero también proponemos y aquí estoy para proponer: les propongo que acepten públicamente sus errores, sus omisiones, sus falencias en nuestros procesos, su desdén a lo que suene a perspectiva de género”.

También pidió incluir claramente la tentativa de feminicidio en los códigos penales, porque si bien cualquier delito supone que puede ser tentativo, si no se entiende qué es el feminicidio mucho menos la tentativa. Las sobrevivientes, agregó, están confinadas detrás de los delitos de lesiones, violencia familiar y acoso.

Incluso, dijo, está el caso de una mujer que sobrevivió al intento de feminicidio con un machete, pero la investigación se hizo fue por robo de ganado; o bien, el de otra mujer cuyo agresor le arrancó la bolsa y fue acusado de robo, delito por el que pasó un año en prisión, pero cuando salió libre fue a quemar la casa de su víctima con ella dentro.

“Por eso proponemos profundizar en las variadas formas de agredirnos, de mutilarnos, de asfixiarnos. Esto no se analiza, debe analizarse profundamente esta forma de tratar de asesinarnos”.

La defensora dijo que si realmente se quiere bajar la cifra de casos de feminicidios se tiene que escuchar a las sobrevivientes de este crímen.

Pendientes y avances legislativos
Por su parte, en este acto, la senadora por Morena, Marta Lucía Micher Camarena, adelantó que el Senado buscará sacar adelante las reformas para crear el Sistema Nacional de Cuidados y para reconocer los derechos sexuales y reproductivos en la ley, entre ellas la despenalización del aborto en todo el país.

“Cuando las mujeres hablan, y cuando alcanzamos a escuchar bien esa voz, legislamos en este Senado. No nos ha alcanzado el tiempo para terminar de reformar, de legislar de, escuchar todas las voces, pero hemos hecho un gran gran esfuerzo para legislar en el tema”, afirmó la también presidenta de la Comisión de Igualdad de Género.

La senadora dijo que el Legislativo reconoce el valor de la palabra y de las voces de las mujeres y aseguró que por ello se creó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y medidas de protección, mismas que acaban de ser reformadas, después de 14 años de vigencia, para extender su duración a un mes.

Mencionó que ante las denuncias de la falta de acceso a la justicia las y los legisladores crearon los Centros de Justicia para las mujeres, también incorporaron la paridad en la Constitución federal y reconocieron en la ley la violencia digital y la violencia mediática, aunque dijo que aún está pendiente sancionar en la ley los ataques con ácido.

En el acto conmemorativo también participó el coordinador residente de las Naciones Unidas en México, Peter Grohmann, quien aseguró que hay que alzar la voz para visibilizar y sumarse a la lucha de poner fin a todas las formas de violencia que socavan los derechos de niñas y mujeres alrededor del mundo.

La crisis de COVID-19, reconoció, exacerbó todos los factores de riesgo de la violencia contra niñas y mujeres y reforzó estereotipos de género y normas sociales nocivas, por ello dijo que se necesita multiplicar y acelerar las acciones para proteger a esta población en todos los frentes.

“En Naciones Unidas priorizamos el acompañamiento a las víctimas, quienes deben permanecer al centro de la construcción de soluciones”, por eso dijo que la violencia contra mujeres y niñas debe ser tratada como la emergencia que es, con recursos, leyes y voluntad política.

La representante de ONU Mujeres en México, Belén Sanz Luque, aseguró que a veces no se dimensionan las consecuencias de la violencia en la vida de las personas, que van desde impactos psicológicos, en salud, económicas y hasta el costo para el resto de la sociedad.

“Incluso un costo económico que hemos podido calcular en más de un 5 por ciento del Producto Interno Bruto global de todos los países”, afirmó.

Sanz Luque aseguró que tan sólo en lo que va del año, a nivel global, se documentó que suceden al menos 87 mil asesinatos de mujeres en el mundo, más de la mitad a manos de sus parejas o exparejas. En México este año se han registrado 762 mujeres asesinadas, 2014 víctimas de homicidio doloso y más de 15 mil presuntos delitos de violación.

En esta conmemoración también participaron Lorena Gutiérrez, madre de una niña de 12 años, víctima de feminicidio; la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman Zylberman; la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, Martha Delgado Peralta; la comisionada nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres, María Fabiola Alanís Sámano, y el jefe de Cooperación de la Unión Europea en México, Jerome Poussielgue