DOBLE FONDO.
Juan Pablo Becerra-Acosta M.
Nunca es tarde para rectificar, doctor. Usted dijo que cada vida es una tragedia humana
En el periodismo siempre hay que recordar, para evitar excluir antecedentes y contextos: el lejano 4 de junio, hace seis meses y medio, el doctor Hugo López-Gatell dijo que él y los suyos, en la Subsecretaría de Salud, habían elaborado pronósticos acerca de las muertes que podría provocar en México la pandemia de coronavirus: “El número mínimo de muertes estimadas era 6,000, otro escenario contemplaba 8,000, uno más 12,500 (…); teníamos así, hasta 28,000, que se redondea a los 30,000. Incluso un escenario muy catastrófico, que pudiera llegar a 60,000”.
Once semanas después, el sábado 22 de agosto, nos alcanzó esa catástrofe de 60 mil muertos. Se suponía, si habíamos entendido algo, que ese sería el peor escenario, el final de la crisis, la pandemia domada, pero no, no fue así. El jueves 19 de noviembre, doce semanas más tarde, superábamos las 100 mil muertes.
Un día después, López-Gatell dijo que cada una de esas muertes era una tragedia humana. Sí. Cada uno de ellos dejó años de vida por delante: las personas más afectadas por muertes Covid han sido seres maduros, los que estaban a la mitad de sus vidas, los que gozaban su vida otoñal, y aquellos que estaban al inicio de la vejez, mexicanos entre los 40 y los 69 años (https://bit.ly/37OJlK1): ese grupo poblacional es el que que ha aportado más decesos, seis de cada diez, el 61% del total.
Hoy, la esperanza de vida en México es de 75 años. Quienes murieron en la franja más baja de edad (40 años), se perdieron de gozar 35 años de vida. Quienes estaban en el punto más alto (69 años), se quedaron sin seis años de existencia, tiempo que hubiera sido muy preciado para sus hijos, para sus nietos, para sus hermanos, para sus amigos.
Si 60 mil muertos por la enfermedad Covid-19 eran una catástrofe; si 100 mil fallecidos eran una tragedia humana, ¿cómo le llamamos ahora a lo que desgraciadamente ocurrió el miércoles pasado, cuando se duplicó lo catastrófico y rebasamos las 120 mil muertes? ¿Es una catastrófica doble tragedia humana? ¿Una desgracia? ¿Un infortunio? ¿Una fatalidad? ¿Una desdicha? ¿Una plaga? ¿Una hecatombe? ¿Una calamidad?
¿Cómo le llamamos, doctor López-Gatell? ¿Cómo? Y se lo pregunto porque esas muertes, cada una de ellas y todas juntas, generan otra pregunta más que no se puede evadir hoy, mañana, ni nunca: ¿cuántas de esas pérdidas, que hoy son 138 mil muertes estimadas, según.
Actualmente el IHME estima que el 20% de los mexicanos NO usa cubrebocas al salir de su hogar. Reaccione, doctor: son 6 mil 916 vidas que podrían salvarse de aquí a Semana Santa, con el fomento y uso masivo del cubrebocas. Son, al menos, 72 vidas por día salvadas, 72 tragedias humanas menos. ¿O le da igual? .
Asumo que no, usted es doctor. Lo vi a usted el otro día, todo el tiempo con cubrebocas, cuando llegaron las primeras vacunas. ¿Por qué persiste en ese machismo sanitario de no ponérselo cuando está con el Presidente? ¿Por qué no lo convence a él para que ponga el ejemplo y lance una campaña?
Nunca es tarde para rectificar. Usted dijo que cada vida es una tragedia humana. Bueno, pues 121 mil tragedias humanas después, ¿sabe cuántas vidas pudieron haberse salvado? Y ya vio cuántas pueden salvar ustedes dos de aquí a Semana Santa, cuántas tragedias humanas pueden evitar. ¿O de plano, mueran los que mueran, y llamemos como llamemos a este drama, no van a ceder y viva el dogma 4T?