*En Guerrero las bandas criminales ya alcanzaron a la comunidad católica, a quienes asesinan, matan y extorsionan.
*Aseguró que respaldará que las negociaciones entre sacerdotes católico y criminales continúen, pues declaró que tiene información que también en Michoacán la Iglesia ha buscado la pacificación.
15.02.2024 Acapulco Guerrero.- El presidente Andrés Manuel López Obrador “ve muy bien” las negociaciones entre los obispos de Guerrero y grupos del crimen organizado como una forma de frenar la violencia en la entidad, sin mencionar que es ocasionada por la impunidad con la que actúan los criminales.
AMLO tampoco se refirió a los grupos delictivos atacan con alevosía y ventaja a una población en total indefensión frente a la ausencia de los gobiernos municipal, estatal y federal, los cuales son permisivos (como lo exhiben las cifras de delitos) con los grupos de delincuencia criminal que fuertemente armados extorsionan, roban, violan, asesinan, torturan y desplazan a una sociedad desarmada.
“Lo veo muy bien, creo que todos tenemos que ayudar y contribuir a que haya paz. Nada más que nada de acuerdos que signifiquen conceder impunidad, privilegios o licencia para robar”, dijo como si los obispos tuvieran esa intención, cuando es de todos conocido que quienes son los infiltrados están en la estructura gubernamental, que aprovechan la política de abrazos y no balazos (funcionarios y gobernantes) para no usar la fuerza pública contra la delincuencia organizada.
El presidente sin referirse ni una sola vez a la omisión de gobiernos estatal y federal en esa entidad, así reaccionó a la revelación de la iglesia católica a reuniones que tuvieron obispos de Guerrero con sicarios del crimen organizado para tratar de negociar que los criminales detengan su ola de sangre, los delitos que no persiguen los gobiernos, los ataques a la población civil, los cobros de piso y el obviado control de los grupos delictivos sobre la población en Guerrero y en una mayor parte del país
Justificó AMLO que hay 29 mil elementos militares en la entidad, pero no explicó la denuncia de los sacerdotes acerca de que los sectores castrenses no intervienen para defender a la población pues siguen los homicidios contra ministros, familias de acólitos, feligreses católicos, etc.
En su programa de este jueves en la base naval de Acapulco López obrador respaldó que los sacerdotes hayan intentado negociar con criminales, argumentando que todos deben contribuir a que haya paz (como si hubiera guerra), a pesar de que reconoció que garantizar la seguridad es responsabilidad del Estado.
“Siempre los pastores, sacerdotes, integrantes de todas las iglesias participan, ayudan en la pacificación del país, lo veo muy bien, creo que todos tenemos que contribuir a tener paz, desde luego la responsabilidad de garantizar la paz es del Estado, eso debe quedar muy claro”, sostuvo en el puerto de Acapulco, Guerrero, también asolado por la delincuencia que extorsiona a quien puede, en total impunidad.
López Obrador reconoció que es responsabilidad del Estado mexicano garantizar la tranquilidad con ayuda de los elementos de las fuerzas armadas, Guardia Nacional, policías estatales y municipales, sin embargo no explicó la creciente cifra de homicidios, la más sangrienta de los sexenios anteriores, la cual exhibe la inacción de la fuerza pública contra las bandas criminales .
Obispos lamentan la ola de sangre y llaman al Gobierno a frenar la ola de sangre en Guerrero.
En la víspera los obispos de Guerrero admitieron públicamente que fallaron en la búsqueda de que los que grupos de la delincuencia organizada en la entidad acordaran una tregua.
El Pbro. José de Jesús González, obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, reconoció que no fue posible lograr ese objetivo porque “nadie cedió” en su pretensión de controlar más territorio, indicó luego de presidir la misa de Miércoles de Ceniza, donde pidió participar en una jornada de oración y ayuno para pedir paz para Guerrero.
El clérigo reveló que la petición de la tregua a las bandas criminales fue a finales de 2023, posterior a que los obispos representantes de las diócesis de Chilpancingo, Acapulco, Tierra Caliente y Montaña viajaron al Vaticano y dialogaron con el Papa Francisco sobre la violencia que se enfrenta en Guerrero.
El Sacerdote explicó que el Papa Francisco respaldó la decisión de hacer lo posible para alcanzar la paz. “El Papa nos dijo que México ya tiene experiencia en este tipo de situaciones y nos dijo que sigamos tejiendo la paz, que la busquemos como artesanos de paz”.
Línea Papal que promovió que los cuatro obispos de Guerrero buscaran reuniones con los jefes criminales, tratando de convencerlos de pactar una tregua. El Obispo lamentó el fracaso de su gestión pues ninguno de los grupos delictivos depuso las armas, e incluso reforzaron su objetivo de controlar mayor extensión territorial de Guerrero.
“Empezamos a buscar diálogos con jefes que pueden darnos la paz, pero todavía se mueven intereses en el corazón y la cabeza de cada uno de ellos y lamentablemente no se logró” pacificar a la entidad, refirió el representante católico.
Evidenció que no pudieron hacer más porque en los encuentros el tema central fue el del control territorial y con ellos los negocios con los que explotan a la sociedad. Se condolió el que esos grupos criminales solo ambicionen el dinero y el poder.
El obispo José de Jesús González llamó a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a que intervengan y puedan lograr la pacificación. “Nosotros creemos que el gobierno tiene la solución y queremos también que no se corrompa, ellos pueden mediar porque tienen los medios, los recursos y el poder”, advirtió.
Expuso que la feligresía católica teme que se agrave la violencia debido al proceso electoral y l dia de la la elección el próximo 2 de junio.