LEX FEMME
Por Margarita Arellano Hernández
El día de la santa cruz tiene su origen en el siglo XVI, se da cuando el 3 de mayo de 1518 el capitán español Juan de Grijalva, descubre y desembarca en la isla que llamó de la “Santa Cruz de la Puerta Latina”, fue en ese viaje cuando días más tarde se ofició en playas de Cozumel la primera misa católica en territorio mexicano.
En la actualidad esta fecha se ha consolidado, ya que tradicionalmente es el día en que se bendice y se colocan las cruces de las construcciones que se encuentran en proceso, lo que ha originado que sea el día en donde también se les reconoce a los trabajadores de la construcción, festejando normalmente con una misa, la bendición de la cruz y comida en grande, tamales, barbacoa, pollos, tacos, etc. estas son acompañadas del tronar de cohetones, música y el consumo de bebidas que van desde los refrescos y el pulque hasta el tequila, aguardiente y ron.
Pero realmente les damos el reconocimiento a esas personas dedicadas a construir nuestras casas, oficinas, centros comerciales, hoteles, y que decir de los servicios que al construirlos hacen posible que nuestra vida sea más cómoda como los drenajes, electrificaciones, agua potable y que decir de las comunicaciones como las carreteras, puentes, vías para trenes, puertos y aeropuertos, antenas y postes para teléfonos, etc.
Cuántas veces hemos leído o escuchado en los noticieros que hubo un accidente en una construcción, y que el trabajador quedo mal herido, electrocutado o hasta muerto, y nadie le da la más mínima importancia, no se sabe si la persona de seguir vivo, podrá continuar trabajando o quedara indemnizado.
Por lo regular este tipo de trabajadores no cuenta con seguro social, ni prestaciones, no cuenta con un sindicato u organización que los defienda, únicamente con sus manos y su valor para trabajar en condiciones peligrosas, con el único propósito de llevar el sustento a sus hogares, y la mayoría de veces estos trabajadores son personas que te dan ayuda, apoyo cuando “el patrón lo necesita” lo esperan semanas para que les den lo de su pago de trabajo, “lo que se me hace injusto”.
Es importante que los patrones, valoren el trabajo de estos hombres, un peón gana aproximadamente 150 pesos diarios, tiene que llevar sus alimentos, con un horario de 8 am a 6 pm. El trabajo es cansado, cargar piedras, preparar mezcla subir y bajar cubetas de cemento para el colado, el polvo, las inclemencias del tiempo la mayoría de veces no les favorece, los rayos del sol son castigadores o el frio que les quema la piel, el polvo que les daña su sistema respiratorio.
Que difícil la están pasando los albañiles, en esta pandemia, las empresas privadas quebradas, no hay inversión en construcción ni obras en el sector público, ellos tienen una familia que tienen que alimentar, pagar renta, espero que los patrones sean empáticos.
Correo: lexfemme.12@hotmail.com
