Más claro…
Por Felipe Mendiola Parra
La comparecencia del secretario de Desarrollo Social, Guillermo Fernández Sánchez, ante el Congreso local, fue puntual, objetiva y muy humana, porque el grueso de la información que presentó se refirió a los apoyos que el Gobierno del Estado ha canalizado a los grupos históricamente marginados.
Los detalles de esa información sí que era necesario conocerlos, para valorar el beneficio que se ofrece a los que menos tienen, para superar rezagos en infraestructura, vivienda y electrificación entre otras cosas.
Su exposición la realizó acompañada de fotografías, donde se ve a las personas que viven en condiciones muy difíciles en la sierra, en la parte montañosa, donde difícilmente llegan los beneficios de la civilización; es hasta esos puntos donde se observaron los tendidos de energía eléctrica, los cuartos dormitorios, los baños, los techos, pisos y muros firmes que Sedesol ha venido construyendo.
Vimos a través del Facebook a un funcionario seguro, convencido de que su presencia sería para cumplir con el mandato de comparecer, pero con todas las herramientas en la mano, para dar las respuestas a las preguntas que le hicieran los diputados de la LXV Legislatura local.
Revisé de vez en cuando los mensajes que llegaban a través de esa red y la gente de esos municipios del norte, centro y sur de la entidad, que han vivido esas carencias, son los que lo felicitaban.
Tal vez ni a usted ni a mi nos han tocado esos beneficios que hoy se pronunciaron, pero es satisfactorio saber que existe una dependencia responsable de poder atender a esos grupos vulnerables.
Como en otras ocasiones, hubo diputados conocedores, diputados desorientados y algunos desesperados por figurar, que se atrevieron a hacer pantomima para buscar la forma de afectar la imagen del titular de Sedesol, que respetuoso escuchó y observó ese comportamiento, como del diputado panista, Omar Miranda, que exprofeso llevó dos bolsas con despensa para ofrecerlas a Guillermo Fernández Sánchez para que pueda sobrevivir con esos productos un mes.
Antes de esa “actuación”, el compareciente había explicado que esa versión de una despensa de mil pesos, era el dato oficial que proporcionó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), incluso aclaró que eso no lo decía él, sino esa institución.
Y efectivamente, lo comprobé en la página oficial y esa información detallada ahí aparece, disponible para todo el público.
Lo cierto es que el contenido de ese informe que ofreció el funcionario, cubrió las expectativas de mucha gente que sin intereses políticos pudo comprobar cómo se atiende a nuestros hermanos indígenas, que en muchas ocasiones solo los consideraban para tomarse las fotos con esos collares de flores cuando los políticos andaban en campaña. Hoy esos apoyos para esas comunidades es una realidad que se pudo comprobar. Más claro ni el agua.
