Columna Alguien como tú/
Gladys de L. Pérez Maldonado/.
El 28 de marzo del año que transcurre, en la conferencia de prensa diaria de la Secretaría de Salud con motivo de la pandemia Covid-19, se dio a conocer el panorama en México hasta ese día, 848 casos confirmados, 2623 casos sospechosos, 4341 casos negativos y 16 defunciones, de los cuales 88% han sido no graves y solo el 12% ha requerido hospitalización.
El llamamiento a la ciudadanía por parte de las autoridades de salud, fue enérgico: “¡Quédate en casa! Es nuestra última oportunidad de hacerlo YA, en la medida en que logremos la inmovilización masiva de personas en el espacio público tendremos el beneficio de reducir la velocidad del virus.”.
Sabemos que nuestro país enfrenta la realidad que aproximadamente 77 millones de habitantes se dedica al trabajo informal y que vive de lo que recibe diariamente de su actividad, ellas y ellos tienen que salir diariamente a la calle, pues de otra forma no generan ingresos para su sustento familiar y personal, sin embargo, las y los que pueden hacer trabajo desde casa y quienes no tengan necesidad de salir, debemos quedarnos resguardados.
La medida restrictiva adoptadas en México para luchar con el Covid-19, de quedarse en casa, además de ayudar a evitar contagio masivo, coadyuva a que el sistema de salud mexicano no colapse, hay que entender que ningún país en el mundo estaba preparado para esta emergencia de salud y que en ningún país del globo terráqueo se tienen suficientes camas, personal médico, material y aparatos médicos como respiradores, entre otros, para combatir la enfermedad, esto no es privativo de México.
Acompañada con esta realidad social que estamos viviendo, no podemos dejar de lado la situación que enfrentan las mujeres y las niñas ante este momento de crisis de salud pública, las mujeres se ven afectadas de manera diferenciada.
Las mujeres en momentos de contingencia actúan como líderes en sus comunidades, y están en la primera línea de respuesta al cuidado de otros, ellas se verán más afectadas por el impacto económico, las mujeres trabajan desproporcionadamente de manera informal, el aislamiento en casa puede impedir que cubran las necesidades básicas de sus familias – hijas/os, padres y pareja con alguna discapacidad-, los servicios de salud desvían recursos destinados a la atención pre natal, pos natal y de los servicios de salud sexual y reproductiva, para atender la epidemia nacional, y además inmesurablemente aumenta la violencia familiar, la violencia de género.
Los estudios de los Derechos Humanos, determinan que la violencia contra la mujer es un fenómeno estructural. La desvalorización de lo femenino viene de muchos años y está basado en relaciones de poder. La convivencia diaria en el ámbito privado, íntimo, en el núcleo familiar aumenta la violencia, tan es así, que en épocas normales, sin contingencia de salud, los días festivos y fines de semana se cometen más feminicidios y más mujeres denuncian violencia o llegan golpeadas a las salas de urgencias de los hospitales.
La violencia hacia las mujeres y las niñas es un problema de salud pública y social y el Estado debe tomarlo en cuenta y tomar medidas de políticas públicas de emergencia para atajar este fenómeno existente, que puede subir los números estadísticos de violencia contra la mujer en México. El Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), el pasado 18 de marzo hizo un llamado a reconocer que la cuarentena Covid-19, tiene impactos diferenciados para las mujeres y las niñas.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha expresado su preocupación por el aumento de casos de violencia que se han registrado ya en países en cuarentena como China, Francia, Corea e Italia.
María-Noel Vaeza, directora regional para las Américas y el Caribe de la ONU, consideró según una publicación de CNN que “ el hecho de que el hombre no tenga acceso a fuentes de trabajo, -hará que- tenga mayores frustraciones por el hecho de no poder proveer a su familia y carezca de distracciones como el deporte, va aumentar la violencia doméstica.”.
No obstante, las mujeres también debemos estar informadas de los Centros de Ayuda que funcionan en nuestra ciudad. En el caso del Estado de Veracruz, contamos con un servicio digital llamado “Mujer Alerta”, fácil de instalar en los dispositivos móviles, todas contamos con un teléfono celular y que con solo oprimir un botón se alerta a la autoridad de seguridad pública y acuden en auxilio. Además, se tiene la opción de llamar al número 911 desde cualquier parte de la Entidad, solicitando apoyo de la policía. En la capital del Estado, está activa la Línea Violeta en el número 800 000 2018, las 24 horas del día para cualquier emergencia. En Xalapa se encuentra el Centro de Justicia para las Mujeres, ubicado en Calle Colmerillos S/N, Unidad Habitacional Nuevo Xalapa, y los números telefónicos son 2288 135 0200 exts. 8028 y 8029, aquí en caso de ser necesario, las mujeres y sus hijas e hijos, pueden quedar resguardadas de manera temporal.
A nivel nacional, la Asociación Internacional de Mujeres Juezas-Capítulo México pone a disposición de la ciudadanía un directorio actualizado con información sobre centros de justicia para las mujeres y los juzgados locales que se encuentran de guardia durante la emergencia del Covid-19, en cada estado de la República y la información se actualizará diariamente, esta información se da a conocer en las redes sociales y medios de comunicación.
Debemos demostrar empatía con el sufrimiento de las mujeres y niñas que son objeto de violencia familiar, si escuchamos que están siendo violentadas o sabemos de alguien que es violentada, llama a la autoridad para prestarles auxilio, no solo en el confinamiento necesario que provoca la situación de crisis de salud que estamos viviendo con motivo del Covid-19, si no siempre. Seamos congruentes con el eslogan: “Mujer no estás sola”.
