La Espinita
Andy S. K. Brown
Andy López, ausente
L1 del Metro: Otro año
En la etapa dorada del priísmo, las mesas del restaurante Champs Elysées, de Françoise y Paquita Bouteille servían de escaparate para que el mundillo político se percatara de que los contendientes en cualquier “grilla” o disputa habían fumado la pipa de la paz.
Botella de Chablis y un plato de foie gras de por medio, el evento se registraba en columnas de chismes politiqueros y así quedaba registrado para la posteridad.
Pero ahora que los dizque gobernantes presumen de austeridad ¡se pasan de sencillos!
Ni un sofá. Ni siquiera una mesa de negociaciones de por medio. La fotografía con la que se dio cuenta de la aparente –repito: aparente–reconciliación del tabasqueño Adán López y del zacatecano Ricardo Monreal fue en tres tristes sillas, con la señora Rosa Icela Rodríguez entre ellos.
¿Domó la titular de Gobernación a los potros salvajes?
¿Seguirán relinchándose?
No se sabe aún. Está por verse.
Pero, por lo pronto, ¡ya los ensilló!
* * *
De otra parte, mal estuvo que el Poder Ejecutivo Federal se haya entrometido en una bronca del Poder Legislativo y que, en todo caso, le correspondía componer al establo de Morena.
Pero mi tocayo Andy López, verdadera cabeza del Movimiento de su papi, se mantuvo totalmente al margen de los dos distinguidos morenistas.
¿Sería por instrucciones o señales recibidas desde “La Chingada”? ¿Para que no se “quemara”?
¿O quizá porque en “los negocitos” y en el “guardadito” senatorial está involucrado “el junior del Bienestar”?
Bueno para el billete, no dude usted que esa haya sido la razón por la cual quien “ya se dio muerto” para la presidencial del 2030 no haya dicho ni mú.
Porque, ya sabe usted, hay prioridades: “bisnes” son “bisnes.
* * *
Con la novedad de que la remodelación de la Línea 1 del Metro de la capital del país va a durar otro año por lo menos y en total va a costar casi lo mismo que la construcción de la malhadada Línea 12 incluida la ampliación iniciada con Miguel Ángel Mancera, el arrendamiento de trenes –en el que metió las uña$ Mario Delgado– y el término de las últimas obras.
Hasta ahora, además del laaargo tiempo que se ha invertido en esta obra que corre de Observatorio a Pantitlán iniciada hace años por la entonces “regenta” de CDMX, Claudia Sheinbaum, ya se han gastado –¿quién sabe si bien o mal?– la friolera de 38 mil millones de pesos.
La L12 que mal hizo Marcelo Ebrard nos costó a los contribuyentes 40 mil millones.
¿Pueden explicar Sheinbaum, Martí Batres y ahora Clara Brugada porque ese enorme gasto sin que la obra siquiera se concluya?
¿Dinerito para las campañas?
¿A los bolsillos de quién o de quiénes?
Lo dicho. No hay día en el cual los mexicanos no nos enteremos de un caso de corrupción.
Porque la ineficacia también significa descomposición.
¿No cree usted?
@AndySKBrown1