Los feminicidios, heridas sangrantes de una sociedad indiferente.

Ingrid Escamilla, una víctima más.

Por Mina Moreno.

Lamentablemente, los femenicidios han repuntado no sólo en la ciudad de México, sino en todo el país.

Como periodista, abogada y como mujer, los feminicidos calan siempre mi alma, realice varios estudios y proyectos de sentencia en diferentes casos de este tipo de crímenes cuando trabajé para la impartición de justicia federal, y siempre advertí como común denominador, la conducta que realizan tanto Ministerios Públicos, Policía Investigadora, Procuradurías, hoy llamadas pomposamente “Fiscalías” y en no pocos casos, jueces, quienes con total imprudencia, sin atender los Protocolos de Atención a Víctimas, ni a la Convención Belem Do Para, ni al Pacto de San José, no investigan, ni integran correctamente los casos de delitos cometidos contra las mujeres, y algunos los califican como homicidios, con ello, les restan no sólo un agravante, sino se maquillan datos oficiales para impedir revelar las cifras duras, las verdaderas que indican el aumento en femenicidios en ciudad de México y en todo el país.

Los diversos crímenes de feminicidio, de los cuales he conocido, se han quedado grabados en mi memoria, pues cada uno de éstos, tiene una dosis de crueldad bestial y de deshumanización de los agresores.

El caso de Ingrid Escamilla, es tal vez uno, de los más bestiales.

Erick Francisco de 46 años, con su ropa llena de sangre, confesó que mató, y después desolló a Ingrid Escamilla, una joven de 25 años quien era su actual esposa.

Los hechos ocurrieron el 10 de febrero, en la colonia Industrial Vallejo, en alcaldía Gustavo A. Madero, ciudad de México.

El victimario admitió, que con un cuchillo de cocina se lo enterró en el cuello, dándole cinco puñaladas, para después quitarle la piel y carne del rostro y cuerpo, hasta las rodillas y extraer las vísceras de Ingrid.

Así, lo relató a los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Ciudad de México.

-¿Dónde tiraste sus partes?
-Al drenaje
-Porqué querías ocultarlo
-Por vergüenza, miedo

Ingrid era Licenciada en Administración De Empresas Turísticas y con maestría en Administración, en redes sociales la joven se definía como “amante de la gran aventura llamada vida”.

Hasta el momento las autoridades buscan a los familiares de Ingrid, pues nadie se acercado a reclamar el cuerpo.

Lamentablemente, ese mismo 10 de febrero de 2020 el Fiscal General de la República Gertz Manero declaró en la mañanera que está proponiendo ante legisladoras del partido político de Morena desaparecer del Código Penal el delito el feminicidio, debido a que es difícil de probar.

Eliminar el feminicidio como delito, para quedar como simple homicidio violaría tratados internacionales como el Belén do Para y el Pacto de San José.

El caso de Ingrid Escamilla es un claro ejemplo, porque es importantísimo que el femenicidio no desaparezca como delito del Código Penal, pues ello significaría un retroceso jurídico, además de un desacato a las sentencias emitidas por la Corte Interamericana sobre el caso Campo Algodonero que son las muertas de Juárez, además de diversos tratados internacionales.

#JusticiaParaIngrid

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