Los gritos del silencio de Rancho Izaguirre.

*Desde lo más íntimo y personal.

 

/ Por Mina Moreno. /

“Que se haga Justicia sobre todas las cosas.. Que los mal enterrados, Ni mueren, Ni reposan..”: Canción Cómo voy a olvidarme. Autor. Victor Manuel.

Las desapariciones forzadas son una herida abierta en el alma de quien espera con esperanza, encontrar a su hija, hijo, padre, hermano, primo, madre, tío, amigo.

Lamentablemente, tienen una característica especial bajo los derechos humanos, legalmente no se puede determinar que una persona ha fallecido, si fue reportada como desaparecida y solamente, hasta el momento en que se encuentre el cadáver o restos óseos se hará la declaración correspondiente.

El problema que se está presentando en México a raíz de la onda expansiva que es el crimen organizado, es de miedo por decir lo menos, cierto es que las desapariciones forzadas se han realizado desde la década de los 60 y 70 con características muy diversas, era la época de la guerra sucia del gobierno mexicano contra los guerrilleros del país y los luchadores sociales.

Un nuevo capítulo que se abrió en el país, a raíz del incremento del narcotráfico en las últimas décadas, tiene otros tintes y afecta a sectores muy diversos, sin distingo de posición social y por igual, toca al profesionista, al rico, al pobre, al trabajador, al campesino, niños, niñas, mujeres y migrantes.

Hasta, el 11 de marzo de 2025, la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) reportó 123,808 personas desaparecidas y no localizadas en México, en junio del 2018, oficialmente se había registrado más de 35 mil casos de desapariciones forzadas y otros delitos como ejecuciones extrajudiciales, en sólo siete años la cifra se triplico, el país vive en uno de los peores momentos de violencia de su historia, sin embargo, la cifra real de desaparecidos, es mucho más alta.

Por otra parte, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) que publicó la Secretaría de Gobernación el 30 de agosto de 2024, se advierte que cada día, 25 personas de entre 0 y 17 años se reportaron desaparecidas, no localizadas o localizadas en México eso fue sólo durante 2023.

Teuchitlán, los crimenes que el estado quiere olvidar.

El 5 de marzo fue descubierto el campo de adiestramiento forzado y exterminio operado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el lugar se hallaron objetos como ropa, zapatos, carteras, mochilas e incluso identificaciones, también restos óseos en al menos tres crematorios clandestinos.

Las Madres Buscadoras de Jalisco publicaron en su fanpage de facebook vídeos y fotos, donde mostraron los diferentes artículos encontrados.

Ahí, en imágenes en vídeo y fotografías, está lo único que quedó de cientos de personas que fueron reclutadas de manera forzada y poca voluntaria, por sicarios del CJNG; según lo declarado por Indira Navarro se contabilizaron alrededor 400 prendas entre zapatos, y montañas de ropa, de carteras, de maletas, objetos que sí algún día pertenecieron a alguien.

Lo más irónico es que Rancho Izaguirre desde Septiembre del 2024 fue “asegurado” por la fiscalía de Jalisco, lo habían cateado ya.

Los Gritos del Silencio.

La indignación nacional rebasó fronteras debido a las fotografías de los cientos de zapatos de las víctimas que mostraron las madres buscadoras, pero, todo cambio cuando la Fiscalía General de la República atrajó el caso y con ello, intentó reescribir la historia y borrar todo.

El 19 de marzo la Fiscalía General de la República (FGR) en conferencia de prensa dio un informe sobre el rancho de Teuchitlán y las omisiones que cometió la Fiscalía de Jalisco desde septiembre de 2024.

El Fiscal Gertz señaló que no se realizó un rastreo de indicios, no se procesaron los vehículos que ahí se encontraron, no se hizo una inspección del lugar, no se ordenó identificar huellas dactilares, no se hicieron análisis físicos ni químicos sobre los posibles hornos crematorios, no se dio seguimiento a las víctimas que estuvieron en el rancho, no se investigó la propiedad del terreno, no se tomó declaración a las autoridades locales, ni a posibles testigos, no se investigó el vínculo de agentes locales con los grupos criminales y no se protegió el inmueble ya que quedó en estado de abandono durante seis meses.

La FGR concluyó que ha requerido a las autoridades jaliscienses con carácter urgente, hagan entrega de sus peritajes y de todas sus actuaciones, para poder determinar lo que procede.

Esto, traducido se lee de la siguiente forma la fiscalía de Jalisco, no hizo su chamba, pero son ellos, no nosotros y parece que esto no son delitos federales, sino los locales, por eso sostengo que la FGR intenta reescribir la historia, pero existen mucho claro oscuros en su informe, como por ejemplo la quema de los cuerpos que ahí se realizaba y que todos autoridades municipales, locales y federales pretenden olvidar.

Si usted lector ha tenido la triste oportunidad de ir a un crematorio o vivir cerca de uno, sabrá que el olor es insoportable cuando están funcionando, además que de vez en cuando, una ligera capa de ceniza cubren las casas cercanas, lo sé porque vivo a 7 cuadras de uno, entonces como es posible que todos municipales, estatales y federales pretenden olvidar que esto pasó en Teuchitlán.

Y, para rematarla el Fiscal carece de sensatez y sentido común, ello quedó en evidencia, cuando invitó a los padres y madres buscadoras, activistas, defensores de derechos humanos y periodistas a ir a Rancho Izaguirre, sin aclararles que todo lo encontrado en la zona se encontraba ya bajo resguardo ¿de quien? eso no se sabe y que lo habían dejado limpiecito.

Y, para su mala suerte le tomaron la palabra al Fiscal General, pero ello trajo un efecto no esperado por Gertz y el gobierno federal, el 20 de marzo cuando ingresaron a Rancho Izaguirre, encontraron vacío y limpia la zona, entonces, se convirtió en una exhibición de desprecio, crueldad y maltrato a las víctimas, a los familiares de las víctimas, debido a que no les explicaron con anticipación que se habían llevado todo.

Las primeras madres salieron llorando, gritaban traumatizadas que el gobierno se había llevado de Teuchitlán las evidencias que tenía que mostrarles, que no había ropas, que había nada y que parecía un museo, que las engañaron, que ya no sabrían de sus hijos, otra madre intentaba desesperada rascar con sus uñas y gritaba por su hija.

Todo, fue televisado y documentado en las diferentes plataformas de Facebook, X, Tik Tok y YouTube.

Sabemos, que todos los gobiernos federales, locales y municipales, sin excepción les molesta que se abran las puertas y se miren las fosas, las realidades de las desapariciones forzadas en México, que se sepa de las familias rotas, que se les exija Justicia.

Gobiernos van, gobiernos vienen y siguen sin comprender el dolor de las madres buscadoras, hoy es “tiempo de mujeres” ¿Cuáles? Porque visto está que de las familiares de las víctimas y las propias víctimas, no.

¿Cómo creen que las madres buscadoras van a olvidar a sus desaparecidos?

¿Acaso ignoran que el olvido es memoria?

Rancho Izaguirre, es la punta del iceberg del horror que se vive en México entorno a las desapariciones y desplazamiento forzado.

La historias de terror e impunidad sobre el tema corren por todo el país, Tamaulipas, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Sonora, Sinaloa, Colima, Tabascos, Estado de México, Morelos, Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Guerrero, entre otros.

Los gritos del silencio de los desaparecidos y sus familiares, son un llamado a la conciencia y a la acción, instando a la sociedad a no callar ante la injusticia y a escuchar los gritos de aquellos que sufren y claman por Justicia, eso no puede ser reescrito, ni borrado, por el estado, pero ¿Serán capaces de comprenderlo?

¿Serán capaces de escuchar los gritos del silencio de los desaparecidos y las víctimas?

Al tiempo…

 

guillermina0204@gmail.com