Los Motivos del Doctor Hossam Abu Safiya.

  • Alto al Genocidio.

/ Por Rodolfo Ondarza* /

¿Qué horrores debió haber visto, sentido y vivido el Doctor Hossam Abu Safiya para decidir caminar hacia dos tanques israelíes desde su hospital usando su uniforme quirúrgico y su bata blanca de médico?.

¿Qué podía estar cruzando por la mente del Doctor Hossam Abu Safiya mientras crujían bajo sus pies los escombros dispersos en la calle durante su solitaria caminata hacia las armas que le apuntaban amenazando con cegarle la vida?. El tiempo se detuvo por unos instantes en Gaza y en el mundo ante la mirada atónita de invasores y del personal sanitario, tiempo marcado por los latidos del bravo corazón de Hossam Abu Safiya.

Hemos escuchado que nadie está obligado a hacer más de lo posible. Tampoco nos es ajena la frase que encuentra al heroísmo cuando se realiza una acción más allá del deber. Son frases que se quedan cortas ante ciertas acciones tomadas, en total desventaja, en defensa de los más vulnerables

Ver caminar al  Doctor Hossam Abu Safiya directamente hacia dos vehículos blindados de guerra israelíes, carros de guerra y de la muerte sionista, sobre los escombros de una ciudad perdida, bajo los que yacen los cadáveres de niños y mujeres, en un intento sobrehumano por defender un hospital y a sus pacientes, corta el aliento, y nos obliga a replantear y a reflexionar sobre las acciones y el futuro de la especie humana.

La frase que asegura que nadie está obligado a hacer más de lo posible, en cierto sentido, es una frase para arropar la mediocridad y al conformismo, útil para cubrir la ineptitud y la negligencia, asidero de la impunidad. Evidentemente no es una frase a seguir por personas como el Doctor Hossam Abu Safiya.

Alguien como el Doctor Hossam Abu Safiya debe tener una estructura mental íntegra, sólida, de firmes convicciones, y sus inteligencias, incluyendo la emocional contar con un alto desarrollo y madurez. Una acción abnegada como la realizada, asumiendo y enfrentando al enemigo, mostrando el vacío en las palmas de sus manos, requiere de una gran sensibilidad, empatía y solidaridad. Enfrentar de esa manera a la muerte requiere de un gran amor a la vida.

El Doctor Hossam Abu Safia, pediatra gazatí destacado, posee un máster y un certificado palestino en Pediatría y Neonatología. Safiya ha servido como director del hospital Kamal Adwan, último hospital que se encontraba operativo en Beit Lahiya, al norte de la Franja de Gaza, se negó a abandonar a sus pacientes, y ha sido arrestado por el ejército israelí, con otros integrantes del equipo médico, el viernes 27 de diciembre. Su negativa a evacuar el hospital Kamal Adwan respondía a un trágico hecho de acuerdo a sus propias palabras “Tenemos bebés y recién nacidos en la UCI. Aunque podamos evacuar a algunos pacientes, no podemos abandonar el hospital porque no hay ninguna otra instalación que ofrezca tratamiento a los niños”.

Casi 50 personas, incluidos cinco miembros del personal del hospital, murieron en un ataque aéreo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a una torre de apartamentos cercana al hospital Kamal Adwan.

Hossam Abu Safia, de 51 años de edad, nació el 21 de noviembre de 1973 en el campo de refugiados de Jabalia.

Le fueron infligidas seis heridas de metralla en su muslo, junto a otros de sus colegas, a consecuencia del ataque a su hospital por un dron israelí, el pasado 23 de noviembre.

Su hospital sufrió semanas de asedio a lo largo de, al menos, 84 días, en los que  fueron atacados sus servicios de oxígeno, agua, electricidad y almacenes, siendo cortados sus suministros de medicamentos, combustible e insumos médicos.

Safiya  denunció estos crímenes mediante vídeos en sus redes sociales y en llamados a los organismos de derechos humanos. En represalia el ejército israelí asesinó a su hijo Ibrahim operando el ataque de un dron cuando este se encontraba en la puerta del hospital.

 

El hospital Kamal Adwan fue invadido brutalmente mientras albergaba unas 350 personas, incluidos 75 pacientes con sus acompañantes y 180 miembros del personal sanitario, siendo detenidos la gran mayoría de los pacientes, acompañantes, desplazados y personal sanitario del lugar.

Finalmente, las instalaciones del hospital Kamal Adwan fueron incendiadas.

Antes del 7 de octubre de 2023 había 36 hospitales en la Franja de Gaza. Los últimos pacientes críticos del Kamal Adwan fueron trasladados al Hospital Indonesio, a pesar de carecer del equipo y los suministros necesarios para ofrecer una atención adecuada, que era el último de los tres hospitales (Kamal Adwan, Beit Hanoun e Indonesio) que se mantenían activos en el norte de Gaza, y que acaba de dejar de funcionar tras ataques israelíes.

Se cree que Abu Safiya está detenido en la  prisión Sde Teiman, en el desierto del Néguev, Israel, donde han muerto decenas de detenidos y donde se afirma se practica la tortura a los detenidos. Las FDI aseguran, sin pruebas, que Abu Safiya es “sospechoso de ser un agente terrorista de Hamás”.

Organizaciones aseguran que esta detención se asemeja a lo ocurrido con el conocido Dr. Adnan al-Bursh, médico cirujano del hospital Al-Shifa de la Franja de Gaza que fue torturado hasta morir el pasado mes de abril.

El Observatorio Euromediterráneo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, ha publicado testimonios sobre  presuntos crímenes de guerra de las FDI durante la incursión de Kamal Adwan, incluidos “asesinatos deliberados, ejecuciones sobre el terreno, así como agresiones sexuales y físicas a mujeres y niñas”.

De acuerdo con información de Amnistía Internacional “el jueves 1 de enero, la organización Physician for Human Rights (PHRI), actuando en nombre de la familia del Dr. Abu Safiyah, solicitó información a las autoridades israelíes de su situación y paradero. En su respuesta, el ejército declaró: “tras su consulta, nos gustaría informarle que la revisión no ha encontrado indicios de arresto o detención del individuo en cuestión”. A la luz de esta negación, PHRI ha presentado una petición ante el Tribunal Superior de Justicia de Israel exigiendo la divulgación inmediata de la ubicación del Dr. Abu Safiyah. Esta respuesta coloca al Dr. Abu Safiyah en situación de desaparición forzada y como tal, corre un gran riesgo de ser sometido a tortura y malos tratos”.

El derecho a la salud es un derecho garantizado por leyes y convenciones. La destrucción de la infraestructura humana civil y material del sistema sanitario palestino ha sido sistemática y planificada.

El ataque al sistema sanitario no es otra cosa que el catalizador del genocidio, del exterminio étnico y de la aniquilación de una cultura.

El sistema sanitario ha sido considerado y tratado salvajemente como objetivo militar, incluidos sus hospitales, con el bombardeo y grave daño a toda clase de instalaciones de salud, quirófanos, laboratorios, instalaciones de imagenología, de rehabilitación, administrativas, ambulancias, convoyes de ayuda humanitaria, etc.. Estas incursiones militares, dentro de la normalización del infanticidio, del genocidio y del exterminio étnico, son parte de una estrategia de guerra, ruin y cobarde, con la que el sionismo asegura no únicamente el exterminio de heridos de guerra, sino que disminuyen la esperanza de vida de un pueblo, garantizando que quienes padecen de una enfermedad no recibirán atención médica como lo son los pacientes diabéticos o con cáncer, no recibirán atención las mujeres embarazadas, ni los recién nacidos, con carencia de medicina  preventiva y programas de vacunación, etc., afectando a la población total. El daño psicológico infringido a los civiles sobrevivientes es inconmensurable.

Se obstruye la llegada de medicamentos y de insumos médicos. No existe disponibilidad de anestésicos, antibióticos ni instrumentos quirúrgicos. Muchos de los pocos fármacos que llegan expiran en las fronteras.

El sionismo sabe que el agua y los alimentos son fundamentales para conservar la salud y poder sobrevivir. Por lo que están matando a la gente de hambre impidiéndose la llegada de agua y alimentos, exponiendo a la población a enfermedades infecto contagiosas y epidemias. A todo ello se suman las muertes debido al frío.

De no terminar con esta estrategia de asesinato a la población civil, estas acciones las veremos en los siguientes conflictos bélicos en diferentes partes del mundo.

 

Médicos y personal sanitario han decidido permanecer en sus hospitales salvaguardando a sus pacientes entre los bombardeos, en muchas ocasiones a costa de su propia vida, y sin poder abrazar a su propia familia, que también está siendo asesinada.

Han sido secuestrados, apresados y torturados infinidad de médicos, más de 1057 profesionales médicos y de la salud palestinos han sido asesinados, y muchos han sido detenidos arbitrariamente.

Cerca del 90% de la infraestructura civil del enclave ha quedado destruida. Según un estudio de Naciones Unidas, el 84,5% de las escuelas de Gaza han sido alcanzadas por bombardeos y misiles israelíes, muriendo niños, mujeres y ancianos.

En cuanto al sistema de salud palestino éste se encuentra totalmente colapsado. Las instalaciones de Salud no son campos de batalla y se encuentran protegidas contra todo acto de guerra por el derecho internacional.

De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud la infraestructura material médica vital del Territorio Palestino Ocupado ha recibido cerca de 600 ataques en los que han fallecido cientos de personas, siendo muchos de estos objetivos militares directos. Cuando menos 94 centros sanitarios han sido dañados en esta barbarie, entre los que se encuentran 26 hospitales del total de 36 que hay en la Franja de Gaza.

Por otra parte, es imposible evacuar los hospitales debido a los ataques continuos, el daño a las vías de evacuación, a los ataques directos dirigidos durante las acciones de evacuación y a la inexistencia de medios de traslado de pacientes en estado crítico y de un lugar que pueda recibir para un tratamiento apropiado a estos pacientes.

Médicos que han acudido a Gaza como voluntarios, y narran públicamente los horrores que han visto, han sido despedidos de los hospitales donde trabajaban en sus países de origen.

Desde octubre de 2023,  el Ministerio de Sanidad ha registrado, al menos 45,484 palestinos víctimas mortales en Gaza, y casi 120,000 más han resultado heridos o desaparecidos, según las autoridades sanitarias locales. El 70% de las víctimas son mujeres y niños. Además, se estima que unas 10,000 personas siguen bajo los escombros.

Las niñas y los niños en Palestina son un blanco militar. Durante 2024 cada día, en promedio, fueron ultimados 40 niñas y niños.

Se habla de niños y de mujeres embarazadas abatidos por francotiradores.

Ya antes del 7 de octubre de 2023, una de cada cinco familias encuestadas gazatíes, tenía al menos una persona con discapacidad, de las cuales, casi la mitad de ellos incluían a un niño.

Según información de hace un año más de 10 niños y niñas al día  han perdido una o ambas piernas en Gaza desde que estalló el conflicto hace ahora tres meses, según Save the Children. Muchas de estas operaciones en niños y niñas se realizaron sin anestesia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Actualmente, Gaza tiene el mayor número de niños amputados per cápita del mundo, de acuerdo con la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), tratándose de “una epidemia de lesiones traumáticas sin servicios de rehabilitación disponibles”, en medio de los ataques indiscriminados de las fuerzas de ocupación israelíes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denunciado el “desmantelamiento sistemático del sistema de salud” en Gaza por parte de las fuerzas israelíes. En tanto que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha declarado que “las reiteradas hostilidades dentro y alrededor de los hospitales han destruido el sistema de salud en el norte de Gaza, poniendo a los civiles en un riesgo inaceptablemente grave de quedarse sin atención vital”. A lo que se agrega el proceso que se sigue en la Corte Internacional de Justicia donde se está considerando actualmente un caso de genocidio contra Israel, que ha sido presentado por Sudáfrica y es apoyado por numerosos países y grupos de derechos humanos.

En el derecho internacional humanitario, conjunto de normas para limitar los efectos de los conflictos armados por fines humanitarios, tanto las escuelas como los hospitales son bienes civiles protegidos y, por lo tanto, se benefician de los principios humanitarios de distinción y proporcionalidad.

El ejército de Israel argumenta, de manera reiterada, que se han utilizado hospitales con fines terroristas, sin prueba alguna. Aunque esto fuera cierto, y siguiendo los principios de distinción, precaución y proporcionalidad, los hospitales, el personal sanitario, las ambulancias y los pacientes deben ser salvaguardados y protegidos.

Todo ataque a un centro médico que no cumpla la excepción mencionada está considerado una violación del Derecho Internacional Humanitario y puede constituir un crimen de guerra.

Conforme al derecho internacional humanitario (DIH), creado en 1864, los establecimientos y unidades de salud, entre ellos, los hospitales, no deben ser atacados durante conflictos bélicos. Esta protección alcanza a los heridos y los enfermos, así como al personal médico y a los medios de transporte sanitario. Un derecho consagrado en los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y en los Dos Protocolos Adicionales de 1977.

Además, el personal médico tiene la obligación de atender a los heridos sin discriminación en función de su condición de combatiente enemigo o su origen étnico político y religioso.

En 2011, el Consejo de Seguridad otorgó a las Naciones Unidas, mediante la aprobación de la resolución 1998, el mandato de identificar e incluir en los anexos del informe anual del Secretario General investigaciones sobre los niños y los conflictos armados a las fuerzas armadas y los grupos que atacan escuelas u hospitales, o a personas protegidas en relación con escuelas y hospitales.

 

En 2014, el Representante Especial para los Niños y los Conflictos Armados lanzó una Nota de Orientación sobre Ataques contra Escuelas y Hospitales para ayudar a garantizar que todos los involucrados en el monitoreo, la presentación de informes y la promoción estén equipados con herramientas para poner fin y prevenir los ataques contra escuelas y hospitales.

La Resolución del Parlamento Europeo, del 28 de abril de 2016, considera una violación del Derecho internacional humanitario los ataques a hospitales y escuelas condena los ataques contra hospitales y escuelas, prohibidos por el Derecho internacional, al tiempo que señala que estos actos pueden constituir graves violaciones de los Convenios de Ginebra de 1949 y crímenes de guerra en aplicación del Estatuto de Roma de la CPI; expresa su convencimiento de que debe garantizarse la preservación de las instalaciones sanitarias y educativas como espacios neutros y protegidos durante las situaciones de conflicto armado.

En este contexto, a unos días de terminar la gestión de Joe Biden, el todavía presidente notificó al Congreso estadounidense sobre la venta de un nuevo paquete de armas a Israel por 8 mil millones de dólares. A pesar de que ya a finales del año pasado, durante un discurso ante el mismo Congreso, el congresista demócrata Bernie Sanders señaló que su país “es cómplice de todas estas atrocidades. Estamos financiando estas atrocidades y esta complicidad debe terminar”.

Debe terminar la violación del derecho internacional que implica la destrucción de sistema sanitario y es urgente que se respeten y protejan las instalaciones médicas de conformidad con el derecho internacional humanitario, y garantizar que los niños puedan disfrutar de sus derechos a la educación y a la salud, y que los infractores ya no gocen de impunidad.

La labor humanitaria y ética del Doctor Hossam Abu Safia, así como la del personal sanitario, educativo de Palestina, merece nuestro total respeto, reconocimiento y tributo a su entrega, dedicación, y valentía, así como también las labores de las personas y equipos humanitarios locales e internacionales que trabajan en las zonas en conflicto.

Hossam Abu Safia ha hecho lo humanamente posible por la defensa de sus pacientes y de los derechos humanos en tiempos de una guerra injusta.

Amnistía Internacional ha manifestado su fuerte preocupación por la integridad física de Abu Safiya afirmando que “debe ser puesto en libertad de inmediato y sin condiciones”, así como deben ser liberados los cientos de trabajadores sanitarios presos sin cargos ni juicios.

La comunidad médica mundial hacemos un firme llamamiento para detener el genocidio y su normalización, terminar con los ataques al sistema sanitario y exigir la liberación inmediata del Doctor Hossam Abu Safia y del resto de los trabajadores sanitarios presos.

El Doctor Hossam Abu Safia es un defensor de los Derechos Humanos y como tal ha sido injustamente detenido.

Es momento en que tanto la comunidad civil como la como comunidad médica internacionales nos pongamos de pie y exijamos un alto al fuego inmediato.

Ayudemos en la medida de nuestras posibilidades, desde nuestras trincheras, a quienes sufren, a las hermanas y hermanos palestinos, por favor, apoyemos a sus médicos. Salvemos una vida.

Mi total solidaridad al pueblo palestino y a sus heróicos médicos.

Únicamente debemos ser humanos para solidarizarnos con el pueblo palestino.

 

*Rodolfo Ondarza, neurocirujano. México

Médico contra el Genocidio y la guerra nuclear

 

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