Los otros hermanos Wang.

*Linotipia

/ Peniley Ramírez /

En marzo de 2023, dos ejecutivos farmacéuticos chinos se reunieron en Bangkok, Tailandia, con un supuesto comprador de precursores de fentanilo. Esta persona era un informante de la DEA. Durante la junta, los ejecutivos hablaron de cómo su empresa tenía “muchos clientes en México” que podrían ayudar al comprador a producir fentanilo. Unos meses después, en Fiji, los ejecutivos se vieron de nuevo con el supuesto cliente. Le informaron que EU había capturado al “grupo mexicano”, unos empresarios que negociaban los envíos. Semanas más tarde, detuvieron a los ejecutivos. En Nueva York, la fiscalía los acusó de crimen organizado.

Leí los documentos de las acusaciones, que tocan a los ejecutivos y a las empresas chinas Hubei Amarvel Biotech Co. Ltd. y Anhui Rencheng Technology Co. Estas empresas, dicen los documentos, vendían precursores de fentanilo y anunciaban “ofertas calientes para México” y “envíos sigilosos 100% garantizados”. Una acusación incluye un anuncio de internet con la foto de unos precursores de fentanilo y la leyenda: “envíos a través de una compañía con sede en México”.

Para investigar el caso, la DEA usó varios informantes. En 2022, uno de estos informantes chateó con los proveedores chinos, quienes le enviaron imágenes de sus “envíos a nuestros clientes en Sinaloa” como prueba del alto estándar de sus servicios.

En marzo de 2023, otro informante de la DEA chateaba con el proveedor en mandarín y le dijo: “Podemos garantizar el envío de la materia prima porque tenemos muchos clientes en México. Si necesita ayuda para terminar el producto (es decir, convertir el precursor en fentanilo), podemos ponerlo en contacto con nuestros clientes en México”. Unos días más tarde, el proveedor chino escribió al informante: “Piperidona es nuestro producto mejor vendido en México, porque se usa para elaborar fentanilo”. La piperidona es uno de los precursores de fentanilo más peligrosos y potentes en el mercado.

Otra acusación, en el mismo caso, detalla que los proveedores chinos anuncian sus productos en Twitter, Facebook y LinkedIn en México y los envían usando correo postal, FedEx y DHL. Una vez en México, los proveedores chinos tienen almacenes donde reciben y distribuyen las sustancias a los clientes mexicanos.

Las investigaciones incluyen detalles de llamadas de Facetime entre los proveedores y los supuestos clientes. En una llamada, el proveedor dice que sus “muchos” clientes mexicanos “saben el método para producir (fentanilo)”. En China, los precursores se empacan para pasar los controles de aduana de México como si fueran comida para perros, nueces o aceite de motor. Luego, los chinos explican a sus clientes cómo deshacer el “enmascaramiento” y regresar el precursor de fentanilo a su forma original.

Los clientes, dicen las acusaciones, son el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación. Una vez en México, los precursores se usan para producir el fentanilo “a gran escala en laboratorios clandestinos en México para su distribución masiva en EU”. Para estos casos, la DEA dice que cooperó con autoridades de Tailandia, Fiji y China. No se menciona ninguna cooperación con autoridades mexicanas.

Este caso tiene noticias muy recientes. En Nueva York, condenaron hace unos días a los ejecutivos chinos a 15 y 25 años de prisión. Casi no se ha hablado de esta sentencia en la prensa mexicana, pero coincide con el arresto hace tres días, en Cuba, de Zhi Dong Zhang, al que conocen en el mundo del crimen como el “hermano Wang”.

Quizá usted se acuerde de Zhang. Es otro traficante de fentanilo al que se le acusa en EU, entre otros crímenes, de lavar más de 150 millones de dólares. En 2024, lo arrestaron en Santa Fe. Este verano, un juez lo envió a prisión domiciliaria y escapó poco después, como relaté en otra Linotipia.

Con la sentencia de los ejecutivos chinos en NY y el arresto en Cuba del hermano Wang, EU va cerrando la pinza sobre cómo se posiciona México en el mercado mundial del fentanilo. México es un factor y mercado clave porque aquí están los clientes, aquí se convierte el precursor en fentanilo y desde aquí se manda a EU. Lo triste es que seguimos enterándonos de estos detalles por acusaciones en EU. Mientras tanto, en México, las autoridades incautan droga y laboratorios, pero callan quienes, en todos los niveles de la política, permiten este mercado gigantesco.