Los primeros 500

Sin tacto

Por Sergio González Levet.

Ya andan en campaña desde el domingo pasado. Son que 100, que 200, y qué digo, hasta más de 300 candidatos a diputados federales, entre propietarios y suplentes, que buscan el voto de los veracruzanos y se disputan 20 curules con sus respectivos sueldos y dietas que los harán seres despreocupados de su presente económico y por varios años más.

Andan de arriba abajo por todos los rincones del estado, con su cubre bocas y guardando la sana distancia (aunque a veces el entusiasmo gana y terminan abrazando al vecino partidario, dándole el beso en el cachete a la señora entusiasta, cargando a los niños felices, que no saben ni sabrán nunca por qué quieren tanto al candidato).

Cierto, ahora ya no hacen mítines tumultuosos como antes, pero se valen las reuniones en corto en las plazas púbicas de las colonias populares, ahí en donde está el botín grande de los votos, que permitirán mantener el grupo legislativo del partido grande, o el registro del partido chiquito, y que te pueden llevar al Nirvana de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, desde donde se determinan y se ordenan las políticas públicas y los dineros del pueblo para ser gastados de la mejor forma y a conveniencia de los partidos, que son los que mandan en donde todavía no manda el Presidente.

Llegan los candidatos a los pueblos, a las barriadas, a los lugares concurridos y saludan de puño (de mano está prohibido por la pandemia) a todo el que se acerca. La mascarilla no alcanza a tapar completamente la amplia sonrisa con la que saluda a sus votantes.

Traen el mismo choro de siempre: van a traer obras a todos los municipios del distrito, estarán pendientes y presentes los tres años de su encargo, ayudarán a todos con las gestiones que sean necesarias, convertirán la casa de campaña en casa de atención popular…

La mitad son hombres y la mitad mujeres, como ordena la ley de equidad de género, y eso es bueno. Son hombres con fuerza política y poder, pero son también mujeres empoderadas, más genuinas, más honestas, según los estudios.

Ya no andan regando el dinero como antes, cuando el PRI-Gobierno entregaba despensas y láminas y electrodomésticos, cuando te ayudaban los candidatos con el recibo de la luz, del agua.

Ahora llegan con las manos medio vacías y traen un plástico o una gorra y una camiseta.

Otros, cínicos, llegan sin nada, de plano, pero te dicen que ya el Patriarca te dio tu cheque de adultos mayores o tu beca de estudiante o tu apoyo para madres jefas de familia… lo que sea que te da el Gobierno y que si sigues votando por el partido que no es partido se eternizará, gracias a dios y a tu voto.

Son los candidatos a diputados de los diez partidos nacionales.

Ahí viene uno, mire usted, acérquese sin miedo… en una de ésas le toca algo.

 

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