Los principios de la Abogacía.

** Alguien como tú.

/ Gladys de L. Pérez Maldonado. /

El origen de la celebración del Día de la Abogacía en México se remonta a casi 500 años. En el año de 1551 Carlos V ordenó establecer  en la Nueva España un Centro de Estudios de Universidad de las Ciencias. El 25 de enero de 1553, se estableció en nuestro país la Real y Pontificia Universidad de México y el 12 de Julio de ese mismo año, se instituyó la primera cátedra para la enseñanza del Derecho y además se leyó por primera vez la Prima de Leyes, una de las materias que había en ese tiempo, en la que se introducía en los principios fundamentales del Derecho Romano.

Es así, que cuatro siglos después, el presidente de México Don Adolfo López Mateos, tomando como precedente esa memorable fecha declaró el 12 de julio Día del Abogado y  este año 2023 se cumplen 63 años de dicha celebración.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México hay aproximadamente 442 mil personas dedicadas a la abogacía, de las cuales 40% son mujeres.

A través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo se reveló que la edad promedio de los abogados y abogadas, en el caso de las mujeres es de 39.5 años y de hombres 42.2.

En tanto, en los años de escolaridad por género las mujeres tienen 16.2 años en promedio y los hombres 16.6 años.

El sitio Data México indica que al cierre del cuarto trimestre de 2020 las entidades con más abogados eran Ciudad de México con 106 mil, Estado de México con 42 mil 200 y Jalisco con 36 mil 700.

La abogacía como profesión, cumple una función social al servicio del Derecho y la Justicia, siendo su objetivo esencial la convivencia social de las personas como fuente de paz, libertad, progreso y bienestar general y cuya acción no se limita al solo éxito de la causa que patrocina o de la función que cumple en el órgano jurisdiccional o en una entidad pública o privada.

Ejercer la abogacía implica cumplir deberes con la sociedad, con las y los colegas y consigo mismo, que si bien interesan a la propia dignidad y honorabilidad, influyen de manera directa en el prestigio de esta noble profesión.

La abogacía requiere un profundo conocimiento de la jurisprudencia, las leyes y el procedimiento de los tribunales, que se fundamentan en una tradición común de dignidad y de honor en la conducta del profesional de las leyes, en la libertad de su ejercicio profesional y en un acentuado sentido de responsabilidad ante la sociedad, los clientes y los órganos jurisdiccionales.

Las y los abogados son parte esencial de la defensa del orden democrático y el Estado de Derecho a través de su participación en el sistema jurídico del país. Por ello, debe respetar la función de la autoridad y ejercer el Derecho, cualquiera que fuere el ámbito en que se desempeñe, con sujeción a los principios de lealtad, probidad, veracidad, honradez y buena fe.

La persona que se dedica al ejercicio de la abogacía, además, debe conducirse con honor y con honra, términos que se confunden y usan indistintamente.

El diccionario de la Real Academia Española define al honor como una cualidad moral, que lleva al cumplimiento de los propios deberes  respecto del prójimo y de uno mismo. Por otro lado, define a la honra como estima y respeto de la dignidad propia, buena opinión y fama adquiridas por la virtud y el mérito.

No tienen honor aquellas personas quienes aparentan virtudes o méritos que no poseen, las que faltan a su palabra o a sus compromisos, quienes agravian u ofenden a su prójimo, las que mienten, las que son manipuladas para actuar en contra de otras y lesionan sus derechos legítimos  o les perjudican deliberadamente. Pierden la honra aquellas que cometen faltan, errores o delitos que llevan al menoscabo del aprecio y la estima de las demás personas. (Fuente: www.smu.org.uy “El Honor y la Honra”)

Luiso Anneo Séneca, filósofo romano, afirmaba: “Quien pierde el honor, ya no puede perder más.”.

En manos de las personas dedicadas a la abogacía se ponen los conflictos legales de otras con la esperanza que sea de gran ayuda la intervención de un especialista en Derecho que oriente y al final encuentre alguna solución al conflicto, de ahí la importancia de esta profesión.

El Día de la Abogacía llega a una celebración 2023, en tiempos donde se encuentra cuestionada la división de poderes, la democracia y el Estado de Derecho,  nos corresponde a los que ejercemos esta loable profesión, pugnar desde nuestras trincheras por el  respeto a  la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y  la legalidad de los actos de las Instituciones. Unidos por una misma causa, enaltecer nuestra vocación y honrar el compromiso con la Justicia…

 

 

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