- CON SINGULAR ALEGRÍA .
/ Por Gilda Montaño Humphrey. /
La noticia patética de hoy, dada por UN News, es que medio millón de personas en Gaza se encuentran atrapadas en la hambruna, caracterizada por la inanición generalizada, la indigencia y muertes evitables. Hambruna provocada por Israel, coinciden los responsables de distintas dependencias de la ONU. Ellos, Israel, han provocado ahora otro Holocausto.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha increpado este viernes directamente a Israel por la hambruna que sufre Gaza. “No es ningún misterio, este es un desastre provocado por el hombre”. “Israel como potencia ocupadora, tiene el deber, bajo el derecho internacional de garantizar alimentos y recursos médicos a la población”. Yo diría que tiene la obligación de parar la guerra, después de 22 meses de conflicto.
El alto Comisionado para los Derechos Humanos subraya que se trata de un crimen de guerra. Imágenes desastrosas. Terribles. Como aquella de un niño quemado corriendo, de Viet Nam de hace muchos años. Qué horror.
Estoy azorada. De sopetón y sin previo aviso, llego a una conferencia que me impresionó sobre manera. La conferencia hablaba del pueblo israelita. En esta pude de repente tratar de imaginar lo difícil que está siendo el conflicto israelí-palestino por el control de la región histórica de Palestina, que se remonta a principios del siglo XX. El conflicto, de gran envergadura, se enmarca dentro del conflicto árabe-israelí, desde el 14 de mayo de 1948 hasta este momento. Este conflicto es por la posesión de la tierra, que ambos necesitan para vivir con seguridad y de la que ambos han sido, -en circunstancias diferentes- desposeídos.
De verdad, yo nunca hubiera vuelto los ojos hasta ese territorio, si no fuera que me conmueve de sobremanera ver a los chiquitos de gaza, con sus charolas en mano… a los que todavía viven, pidiendo comida. Esa que les está llegando de Naciones Unidas. Es terrible. Es deleznable. Es un asco. Es el 2º. Holocausto. ¿O no?
Entonces me encontré entre los libros que debí de haber leído hace mucho, “Los protocolos de los sabios de Sión”, que es un libro antisemita que se ha usado para promover el odio hacia los judíos. Se publicó por primera vez en 1903. Los protocolos contienen teorías de conspiraciones sobre el supuesto poder judío mundial. Es la publicación antisemita más difundida de los tiempos modernos.
Los protocolos de los sabios de Sión es una publicación que salió a la luz por primera vez a principios del siglo XX. Desde entonces, los teóricos de conspiraciones antisemitas los han utilizado para apoyar la mentira de que una organización secreta de judíos controla el mundo. A lo largo de las décadas se han publicado muchas ediciones y versiones de Los protocolos, y hasta la fecha se siguen publicando. En los últimos años, Los protocolos han circulado ampliamente en múltiples medios, incluidos la Internet y las redes sociales.
Los protocolos se publicaron por primera vez en un periódico del Imperio Ruso en 1903. El editor afirmó que había descubierto un documento real que demostraba la existencia de una conspiración judía a nivel mundial. Esto no era cierto. Desde entonces ha habido periodistas, tribunales de justicia y gobiernos que han denunciado que Los protocolos son un documento falso que promueve mentiras antisemitas.
A pesar de que se trata de una falsificación, las personas que buscan difundir teorías de conspiraciones sobre los judíos han utilizado Los protocolos durante más de 120 años. Los protocolos se adaptan periódicamente a los acontecimientos de la actualidad. Su atractivo, como el del pensamiento relacionado con las conspiraciones, reside en su capacidad de ofrecer explicaciones sencillas respecto a un mundo complejo.
¿Qué son Los protocolos de los sabios de Sión?
Los protocolos afirman ser un registro escrito secreto de reuniones supuestamente celebradas por un grupo llamado los “Sabios ancianos de Sión”. Las notas de las reuniones son falsas. Estas reuniones nunca se llevaron a cabo y los supuestos líderes, los denominados “Ancianos de Sión”, nunca existieron.
Las primeras publicaciones incluían 24 capítulos o “protocolos” (actas de reuniones). Cada capítulo afirma documentar los planes secretos de los ancianos para controlar a nivel mundial la política, la economía, los mercados financieros, los medios de comunicación, la educación y otras partes de la sociedad con el fin de beneficiar a los judíos. Otras mentiras antisemitas incluyen la afirmación de que los judíos destruirán el cristianismo y todas las demás religiones del mundo. Los protocolos también dicen que los judíos se beneficiarán de mantener al mundo en estado de guerra.
Existen diferentes versiones o ediciones de Los protocolos, pero todas se utilizan con un mismo fin: explicar los problemas del mundo culpando a los judíos. Culpar a alguien más de los errores de los demás se conoce como buscar chivos expiatorios. El objetivo de quienes promueven Los protocolos es siempre culpar a los judíos de diversos problemas para demonizarlos.
Los protocolos y las antiguas teorías de conspiraciones antisemitas
Desde hace muchos siglos han existido teorías de conspiraciones antisemitas. Estas teorías han evolucionado con el tiempo, utilizando ideas religiosas, económicas, nacionalistas y racistas para promover el odio a los judíos. Se ha culpado falsamente a los judíos de matar a Jesús (deicidio), de fomentar guerras y revoluciones, e incluso de propagar plagas y epidemias. Se les ha acusado falsamente de controlar la política y la economía mundial.
El antisemitismo se volvió más generalizado en el siglo XIX. Durante esta época, las sociedades europea y norteamericana experimentaron importantes cambios sociales, económicos y políticos. Hubo avances en las comunicaciones, incluidas las tecnologías de impresión, que permitieron que las personas difundieran sus ideas más rápidamente por todo el mundo. En esa época surgió una corriente antisemita en la que se afirmaba que los judíos orquestaron todos estos cambios en su propio beneficio. Estas teorías antisemitas de conspiraciones aparecen en muchas versiones de Los protocolos.
Aunque en Los protocolos no se inventaron estos prejuicios contra los judíos, sí se agruparon en una sola fuente. El libro refuerza y amplifica las teorías antisemitas de conspiraciones más populares.
(Continuará)
gildamh@hotmail.com