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/ Yamiri Rodríguez Madrid /
Orizaba es, por mucho, uno de los municipios más desarrollados en la entidad. Es cierto que tiene apenas 27.7 kilómetros de superficie con 5 localidades, de las cuales solo 3 son rurales y que su población representa solo 1.53 por ciento de la población estatal con 123 mil personas. Pero lo logrado en casi 20 años lo pone a la vanguardia.
Hay múltiples buenos ejemplos de infraestructura, como la calidad de sus servicios públicos, el estado de sus parques, sus múltiples museos, lo que obviamente redunda en su oferta turística. 99.7 de las viviendas tienen agua entubada y energía eléctrica, drenaje y sanitario. Sólo 3.4 por ciento de su población está en condiciones de pobreza extrema, por lo que, al 2020, era el segundo municipio con menor rezago en todo Veracruz. Orizaba tiene además una de las tasas más bajas de analfabetismo en la entidad con solo 2.1 por ciento de su población.
Pero también es de resaltarse cómo han hecho más con menos, al reducir al personal adscrito a la administración pública municipal. En 2020 eran 2,346; en 2022 bajó a 2,118, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan).
Todo esto viene a colación porque, sin duda, el principal reto del presidente municipal electo, Hugo Chahín Kuri, no solo será dar continuidad a estos buenos logros de Orizaba a partir del 1 de enero del 2026, sino acrecentarlos; ser ejemplo de un buen gobierno a nivel estatal y nacional.
Por ende, el priista será uno de los próximos alcaldes que tendrá los reflectores: por plan de trabajo, por capacidad y por haber sido uno de los que más votos obtuvo en la pasada contienda electoral. Tan buenas cuentas entregó al frente del DIF municipal, que por eso aplastó en las urnas; como edil serán mayores las responsabilidades, los retos, pero también lo serán los logros. Hugo Chahín es joven, pero experimentado y su trabajo será su catapulta como un nuevo líder de la oposición en Veracruz.
@YamiriRodriguez