/Yamiri Rodríguez Madrid /
Guadalupe Díaz del Castillo Flores fue nombrada hace unos días encargada de despacho de la Secretaría de Salud tras la muerte del anterior titular; con esto se convirtió en la tercera persona, en esta administración estatal morenista, en ocupar dicha silla que es por demás compleja y hoy ya lo está padeciendo en carne propia.
En primer término, la dependencia es una de las más grandes de la estructura estatal, de las que más presupuesto maneja, pero también, por su propia naturaleza, es sumamente compleja pues son vidas las que están de por medio. En segundo, le heredaron una papa caliente que viene ardiendo desde los tiempos del hoy ex secretario Roberto Ramos Alor: la falta de medicamentos, de condiciones laborales para médicos y enfermeras, así como el estado en que se encuentran muchos de los hospitales y clínicas de salud en el estado.
Esto viene a colación porque indígenas populucas reclaman, con justa razón, se concluya la construcción de un centro de salud en Soteapan que tiene 14 años en proceso. Sí, 14 años y nadie puede ni quiere terminar la obra, pese a que resulta prioritaria en dicho punto del sur de Veracruz y tiene un 60 por ciento de avance. Con tristeza y preocupación ven como la indiferencia y el paso del tiempo van deteriorando la infraestructura y ellos no pueden acceder a los servicios de salud.
Pero como ese centro hay muchos otros más que requieren de mantenimiento, como los de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río que han sufrido de caídas constantes de los elevadores, poniendo en riesgo a pacientes y al personal.
Y dado que las recientes cifras del Coneval reprobaron a Veracruz en acceso a la salud, agudizado por la pandemia del Covid19, es otro de los grandes pendientes que tiene que resolver en los escasos 15 meses que le quedan a esta administración estatal.
Dicen que la tercera es la vencida, pero también que no hay quinto malo. Ojalá que la doctora pueda recomponer el tema de salud en Veracruz.
@YamiriRodríguez
