Por Yamiri Rodríguez Madrid
Durante décadas, las uniones y coaliciones de taxistas eran como un as bajo la manga para el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Sus votos eran importantes en cada elección, de ahí que, por ejemplo, en la administración de Fidel Herrera Beltrán creciera el número de taxistas y se dieran las concesiones a diestra y siniestra. Tan sólo en Xalapa son miles los que hoy circulan, por lo que ya no es el negocio, a como lo era hace 20 años.
Los líderes de los trabajadores del volante, en su gran mayoría, se han eternecido en el poder, aunque tiene décadas que no están detrás de un volante. Y aunque en los últimos años los han relegado, al menos aquí en Veracruz, Morena intenta rescatar su fuerza electoral.
La semana pasada, en una de las sesiones de la diputación permanente, la diputada local morenistas, Magaly Armenta Oliveros presentó hizo un exhorto al Gobernador del Estado para que, a través de las instancias correspondientes, apoye a los prestadores del servicio de transporte público en la modalidad de taxis, con el otorgamiento de prórrogas y permisos durante la contingencia sanitaria.
En su carácter de Presidenta de la Comisión Permanente de Transporte, Tránsito y Vialidad, dijo haber recibido solicitudes de apoyo por parte de concesionarios y trabajadores del volante, quienes le han manifestado encontrarse en una grave situación económica, a causa de la escasa solicitud del servicio por la contingencia. Una de dichas peticiones, expuso la legisladora, es que se les dispense, mientras dura la contingencia sanitaria, el trámite de la licencia tipo A, cuyo costo aproximado es de 850 pesos, y recibir el curso de manejo cuya constancia sea válida para realizar su labor. Asimismo, que se les exima el cambio de vehículo o se les permita el uso de un vehículo de modelo anterior, que esté en buen estado y cumpla lo que la ley señala.
Es innegable que necesitan apoyos y que es urgente atenderlos, lo curioso es que se den cuenta de esto siete meses después de que inició la pandemia y justo cuando está por iniciar el proceso electoral en la entidad, además de que sea solo a ellos y no a otros sectores igual de golpeados.
Dice un dicho muy popular: piensa mal y acertarás. Hace años, el día de la elección se usaban taxis para acarrear votantes y dar la vuelta a los resultados en x o y lugar; llegar a través de las organizaciones, con cualquiera que sea el apoyo, es saber que tendrán garantizados determinado número de votos para “agradecer” el favor. Ojalá y que las intenciones sean buenas y, sobre todo, transparentes, pues de lo contrario estaríamos regresando a las añejas y nocivas prácticas electorales del pasado, donde solo usan al verdadero trabajador del volante.
@YamiriRodriguez