Los Yunes, como Terminator .

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/Yamiri Rodríguez Madrid /
Otra vez, Miguel Ángel Yunes Márquez se volvió noticia nacional luego de que un juez del estado cancelara la orden de aprehensión que se había girado en su contra por presunta falsedad y uso de documento falso. Hoy ya puede respirar y dormir tranquilo.

Apenas hace unos días la nueva dirigencia nacional del PAN anunció su expulsión y la de su papá, el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, a lo que el expresidente municipal boqueño públicamente interpeló que no había sido notificado, lo que contravenía abiertamente los principios de imparcialidad y legalidad que los estatutos señalan y que esto contradecía directamente la Constitución que ampara la libertad de expresión de los legisladores, por lo que impugnaría la medida.

Acto seguido fue su desincorporación de la bancada albiazul en el Senado de la República. De eso ya no hubo comentario, pues ya tenía semanas que, literalmente, se sienta junto a los de Morena; tan cerca que cada que hay sesión Adán Augusto López pasa obligadamente por su lugar a darle su abrazo, lo que sigue molestando a los morenistas puros.
Pero ahora que la FGR se ha desistido de la acción penal en su contra, el panorama para el y su familia cambia. Hay quienes consideran que fue la moneda de pago para sacar adelante la Reforma Judicial; en la voracidad política pudiera parecer poco y conociéndolos, seguro van por más.

Su torre que tanto criticó el expresidente López Obrador, finalmente también dejará de ser tema de conversación política y verá usted que en unas semanas más se “confirmará” que sí tenía los papeles y todo lo necesario para operar. Y, por supuesto, vendrán candidaturas en 2025 para ellos, no por gusto de la gobernadora Rocío Nahle -ni por asomo-, sino porque la línea viene desde la capital.

Queridos por unos, odiados por muchos otros, lo cierto es que los Yunes son tiburones en un estanque: saben moverse con maestría maquiavélica y los vamos a ver con los logos del PT, del PVEM o como independientes, intentando mantener su feudo. Hierba mala, nunca muere y, en política lo que se puede comprar, siempre es barato.
@YamiriRodriguez