*Foto: Redes sociales.
Caracas, Venezuela. En un acto cargado de simbolismo político y retórica antiimperialista, el presidente venezolano Nicolás Maduro hizo un llamado este domingo 12 de octubre a conformar “brigadas milicianas” integradas por pueblos indígenas de Sudamérica, con el objetivo de defender Venezuela “si fuese necesario” ante lo que calificó como una amenaza directa por parte de Estados Unidos.
La declaración se produjo durante una multitudinaria movilización en Caracas con motivo del Día de la Resistencia Indígena, una fecha que el chavismo ha convertido en emblema de lucha contra el colonialismo y el intervencionismo extranjero. Miles de simpatizantes del oficialismo, junto a representantes de diversas comunidades indígenas, participaron en la jornada que conmemora la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492, reinterpretada por el gobierno como el inicio de una resistencia histórica que continúa hasta hoy.
El llamado de Maduro se enmarca en un contexto de creciente tensión entre Caracas y Washington, luego del despliegue de unidades militares estadounidenses en aguas del mar Caribe cercanas a Venezuela. Aunque el gobierno de EE.UU. no ha emitido declaraciones que confirmen intenciones hostiles, Maduro insiste en que se trata de una provocación que pone en riesgo la soberanía nacional.
“Recibí cartas de varios pueblos indígenas de América que están dispuestos a guerrear por defender la República Bolivariana de Venezuela”, afirmó el mandatario, quien ha sostenido reuniones recientes con la ministra de Pueblos Indígenas, Clara Vidal, para articular esta iniciativa que califica como una “respuesta continental” frente al imperialismo.
Reacciones y repercusiones
La propuesta ha generado reacciones diversas tanto dentro como fuera del país. Mientras sectores oficialistas la celebran como una muestra de unidad latinoamericana y resistencia cultural, críticos del régimen la consideran una maniobra propagandística que instrumentaliza a las comunidades indígenas con fines políticos.
Organismos internacionales y defensores de derechos humanos han expresado preocupación por el uso de retórica bélica en un contexto de vulnerabilidad social y económica en Venezuela, donde millones de ciudadanos enfrentan dificultades para acceder a servicios básicos.
Agencias