*Desde las calles de Israel.
/ Ricardo Silva /
10 de enero, Palacio Federal Legislativo, sede del Parlamento unicameral venezolano. En ese día y en ese lugar, Nicolás Maduro comenzará su tercer mandato de seis años como presidente de Venezuela.
En 2009, bajo el dominio de Chávez, Venezuela rompió relaciones diplomáticas con Israel.
Maduro, quien ocupó el cargo de presidente de Venezuela después de la muerte de Hugo Chávez, reconoció públicamente hace años que sus abuelos eran judíos sefardí y que su gobierno es sólo crítico de la política israelí y que no tiene nada en contra del pueblo judío.
Desde la era Chávez, el gobierno venezolano ha sido cuestionado por dichos y hechos calificados como antisemitas, sobre todo después de que Chávez estrechara lazos con Irán y el entonces presidente Mahmoud Ahmadinejad.
La postura antisemita del gobierno se agudizó en la última elección que participó Chávez, el ex líder venezolano utilizó los medios oficiales para desacreditar a Henrique Capriles, líder de la oposición quien es el nieto de sobrevivientes del Holocausto.
Lo cierto es que los apellidos de Nicolás Maduro Moros suelen tener origen hebreo, sefardí. La Casa de Estudios Sefardí, en su lista de apellidos, tiene tanto al apellido Maduro como el Moros.
El apellido Maduro llegó a Venezuela con la migración de judíos procedente de Curazao en 1824.
Corre la historia que un holandés llamado Nicolás Maduro, judío sefardí, solicitó carta de naturalización a las autoridades venezolanas el 4 de junio de 1849, casado con Ursulina Bolivia Bleyck, oriunda de la isla de Bonaire e hija de venezolano. Aquel Nicolás Maduro fue tatarabuelo de quien ahora será presidente por tercera vez.
Se sabe que en Venezuela, hasta 1920, el apellido Maduro solo lo tenían judíos.
Hace tan sólo unos meses Maduro afiló sus ataques contra Israel con los clásicos engaños y argumentos ignorantes de la izquierda progre.
Dice por ejemplo:
“La batalla más importante de la historia humana es por este lugar del nacimiento, y es una batalla por la liberación de Palestina, la liberación de Jerusalén”.
Otra joya “Los sionistas controlan el mundo” y “Jesús era palestino”.
Esta otra no tiene desperdicio:
“Jerusalén es el epicentro de los profetas, de los mensajeros de Dios: Abraham, David, Salomón, el niño palestino Jesús, el hombre palestino Jesucristo”.
Todos los personajes que nombra son judíos, sacados de textos hebreos y nombra a Jesús, quien no tiene ninguna conexión con Palestina en sus textos.
“El mundo debe saber que detrás de la derecha venezolana… está el sionismo”, dijo. “El proyecto sionista es un proyecto colonialista que ha demostrado su capacidad de violencia y asesinato en los últimos 76 años”.
Para enfatizar su punto, Maduro recurrió a su presunta ascendencia judía: “Les digo como nieto y bisnieto de hombres y mujeres judíos, esta guerra insensata debe detenerse”.
Cada quien puede creer en lo que quiera, ser de izquierda, derecha, rojo, rojillo amarillo o amarillista.
Lo importante es que la postura sea honesta, congruente con nuestras ideas y no sea sólo una pose salvavidas para quedar bien con el grupo que nos acoge y que de otra manera nos despreciaría.
Fuente: Enlace Judío.