Maestros del TEBAEV Pinoltepec oran en el sitio de la tragedia y acompañan a la familia de Celeste.

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/Darío Pale /

28.11.2025 Pinoltepec, Mpio. de Emiliano Zapata, Ver.— En una escena profundamente conmovedora, docentes del Telebachillerato de Veracruz (TEBAEV) de la comunidad de Pinoltepec acudieron esta mañana al sitio donde ayer perdió la vida Celeste, una joven estudiante que viajaba en el autobús involucrado en un trágico accidente que también dejó a varios de sus compañeros heridos.

Los maestros llegaron al punto de la barranca y formaron un pequeño altar con veladoras, flores blancas y una oración dedicada a la alumna que, hasta hace apenas unas horas, llenaba de alegría su salón de clases. Entre lágrimas, realizaron un breve homenaje y guardaron silencio frente a los restos del percance, donde aún permanecen objetos personales: una gorra roja, una sudadera, lapiceros, gomas, monedas impregnadas de aceite y huellas materiales que narran por sí mismas la magnitud del accidente.

Un ambiente helado domina el lugar, describieron los docentes, un frío que “eriza la piel” apenas al acercarse. Las veladoras encendidas por los maestros se suman a las que habitantes de la zona han colocado desde la noche anterior.

Una escuela en silencio

En el TEBAEV Pinoltepec, la silla de Celeste permanece vacía. El salón, que normalmente albergaba risas, hoy luce desierto. Los estudiantes no asistieron a clases debido al profundo impacto emocional que ha generado la tragedia, además de que varios continúan hospitalizados.

Los docentes señalaron que la ausencia colectiva refleja el dolor compartido y la conmoción que aún recorre a toda la comunidad escolar.

Acompañan a la familia en El Palmar

Tras el acto en la barranca, los maestros se trasladaron a la vivienda de la joven, ubicada en la localidad de El Palmar. En la calle, vecinos permanecen sentados acompañando a la familia, mientras el flujo constante de personas continúa llegando para ofrecer condolencias.

Los docentes depositaron flores blancas y veladoras antes de entrar a despedirse. Al ver a su alumna dentro del ataúd, muchos no pudieron contener el llanto. Para ellos, Celeste era una estudiante excepcional: entregaba sus tareas de manera anticipada, se distinguía por su responsabilidad y soñaba con estudiar la carrera de belleza al egresar del Telebachillerato en unos meses.

Compañeros de la joven también acudieron, varios de ellos aún con heridas visibles y la mayoría con lágrimas ante la difícil aceptación de la pérdida.

La comunidad se une en el duelo

Durante el velorio, se escuchó un rezo colectivo en el que participaron vecinos de todas las edades. Personas mayores permanecen en guardia junto al ataúd, mientras mujeres y familias de la comunidad preparan alimentos para apoyar a los deudos. A unos metros, las vías del tren —donde, según recuerdan, Celeste jugaba en su infancia— ahora sirven de silencioso testigo del duelo que envuelve a la comunidad.

Se anticipa una larga tarde y noche de acompañamiento. Este jueves, el cuerpo de la joven será llevado a la iglesia cercana para una misa de cuerpo presente, y posteriormente será trasladado al panteón ubicado en el camino a El Roble, donde descansará definitivamente.