19.11.2925. Ciudad de México.- En las últimas horas, el diputado morenista Arturo Ávila, -parte del grupo de las corcholatas perdedoras que le lleva las contras soterradanente a la presidenta Claudia Sheinbaum, mientras hacen dinero y conforman capital político para el 2030, buscando tener influencia en la sucesión- ha sido exhibido al intentar descalificar en redes sociales la marcha de la indignación d l sábado 15 de noviembre.
Ávila, fue ventaneado tras publicar que uno de los chicos que, como miles en las redes, impulsaba salir a las calles a marchar para demandar seguridad, tiene un contrato con el PAN.
Arturo Ávila, empresario y militante de Morena, enfrenta una oleada de descalificaciones en redes sociales que lo señalan como un personaje marcado por la falta de credibilidad y por supuestos vínculos con dinero ilícito.
La polémica se intensificó luego de que se revelara que habría destinado cerca de 4 millones de pesos en pagos a Facebook para promover sus temas políticos, lo que abrió cuestionamientos sobre el origen y la transparencia de esos recursos.
Las críticas no se limitaron a los gastos en publicidad digital. Usuarios y líderes de opinión recordaron episodios en los que Ávila ha sido vinculado con prácticas de enriquecimiento inexplicable y con relaciones cercanas a figuras políticas y empresariales señaladas por actividades irregulares.
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En este contexto, queda claro que cada intento de posicionarse en la arena pública se le termina regresándo negativamente con mayor fuerza, amplificado por la dinámica de las redes sociales.
Las redes descubrieron que el ahora morenista Arturo avila habría destinado cerca de 4 millones de pesos en pagos a Facebook para impulsar sus temas políticos.

La polémica se desató después de que Ávila señalara públicamente que el joven Edson AndradeL mantiene un contrato con el Partido Acción Nacional (PAN), con ingresos superiores a 2 millones de pesos en pagos fraccionados, acusándolo de promover la llamada “marcha de la generación Z” desde posiciones de derecha.
Misma convocatoria que realizaron decenas de jóvenes de todas las ideologías y hasta partidistas, hartos de que su sector ponga los muertos, los reclutados, los desaparecidos, como carne de cañón, y que el gobierno cree que con tres mil pesos de dadiva de bienestar los está librando de que los carteles los levanten, los desaparezcan y maten, en lugar de combatir al crimen organizado.
La confrontación en redes escaló cuando usuarios y líderes de opinión comenzaron a cuestionar la legitimidad de los gastos de Ávila en redes sociales, acusándolo de recurrir a estrategias de propaganda digital para posicionarse él y su agenda.
En paralelo, las críticas hacia el joven AndradeL se centraron en su presunta vinculación con movilizaciones juveniles que, según sus detractores morenistas, buscan debilitar al gobierno desde la oposición, desestimando una vez más, sus legítimas demandas de un país seguro donde puedan desarrollarse sin ser víctimas de la criminal leva con que son exterminados y que ahora Pur alzar la voz, son criminalizados y hasta encarcelados.
El episodio recordó que horas antes el empresario Ricardo Salinas Pliego, le lanzó un rudo mensaje público al de Morena Arturo Ávila
En su publicación, Salinas Pliego recordó supuestas relaciones del vocero de Morena en la Cámara de Diputados con redes criminales y lo vinculó con Adán Augusto López. El empresario escribió: “¿Ya se te olvidó cuando venías a pedir que no investigáramos/publicáramos tu relación con @adan_augusto y los empresarios del huachicol que tú le acercaste? ¿Estás seguro de que quieres pelearte conmigo? Porque pruebas de lo que eres, tengo en video, texto, audio y testigos”.
El mensaje continuó con un tono de advertencia: “Borra tus pendejadas y no me vuelvas a mencionar, última vez Arturito, esta te la voy a pasar por lástima, porque sé que tienes miedo y que te obligan a venir contra mí. ¿Ok?”. Con ello, Salinas Pliego dejó en claro que posee material que, según afirma, podría comprometer seriamente a Ávila.
El uso de recursos digitales para influir en la opinión pública es ya un hecho en la arena política de las redes.
Sin embargo Cada golpe lanzado por Arturo Ávila parece que se le regresa con mayor fuerza, amplificado por las reacciones en redes sociales y por las acusaciones de figuras de alto perfil como Salinas Pliego.
El caso de Edson AndradeL, a quien Ávila acusó de recibir más de 2 millones de pesos del PAN para impulsar la marcha de la generación Z, terminó siendo eclipsado por las críticas hacia el propio morenista. En lugar de colocar a AndradeL en el centro del debate, las redes sociales devolvieron el golpe contra Ávila, cuestionando su autoridad moral para señalar a otros.
La narrativa dominante en plataformas digitales lo perfila como un personaje que, más que ganar terreno político, acumula cuestionamientos sobre su confiabilidad y sus relaciones con entornos de dinero ilícito. Cada nueva acusación que lanza parece convertirse en un boomerang que regresa con mayor fuerza, debilitando su posición y reforzando la idea de que su figura pública está marcada por la controversia y la desconfianza.
Este episodio no solo exhibe la fragilidad de las estrategias de comunicación política basadas en golpeteo digitales, sino también la manera en que las confrontaciones públicas pueden escalar hasta convertirse en un campo de batalla donde se cruzan intereses partidistas, empresariales y se fortalece las acusaciones de vínculos -del grupo de morenistas – con actividades ilícitas.
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