Malformaciones congénitas son prevenibles

Cdmx 3 marzo 2019.- .- Toda mujer en edad reproductiva debe consumir ácido fólico, esta vitamina es un factor protector que evita el defecto de tubo neural, malformación congénita más frecuente en nuestro país, al afectar a cuatro de cada mil recién nacidos, informó la Jefa del Departamento de Genética y Genómica Humana del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) Isidro Espinosa de los Reyes, Mónica Aguinaga Ríos.

Explicó que la población mexicana tiene una predisposición genética para metabolizar de manera efectiva el ácido fólico de los alimentos, por lo que es necesario que la población femenina tome diariamente este suplemento, por lo menos tres meses antes de un embarazo.

Entrevistada en el marco del Día Mundial de los Defectos de Nacimiento que se conmemora este domingo 3 de marzo, la especialista destacó la necesidad de crear conciencia del grave problema que representan estas alteraciones, pero principalmente que son prevenibles.

Precisó que los defectos de nacimiento más frecuentes en nuestro país son las deformaciones como labio paladar hendido, defecto de tubo neural, microtia y cardiopatías congénitas.

Aguinaga Ríos dijo que, además de la ingesta de ácido fólico, la mujer en gestación debe llevar un adecuado control prenatal, una alimentación sana y evitar el consumo de tabaco, alcohol o algún otro tipo de drogas.

Los defectos congénitos se definen como toda aquella modificación en la formación de una estructura o órgano de un ser humano durante el periodo prenatal y se clasifican en malformación, deformación, disrupción y displasia.

Las malformaciones son alteraciones anatómicas que ocurren en la etapa intrauterina y puede afectar órganos, extremidades o algún sistema del cuerpo, esto derivado de factores ambientales, genéticos, deficiencias en la captación de nutrientes, o bien consumo de sustancias nocivas.

La deformación se presenta cuando una fuerza mecánica actúa sobre el desarrollo del bebé, por ejemplo, si el embarazo es gemelar, puede ser que uno de los productos venga sentado y otro en posición normal, esto podría provocar una presión en el primer producto provocándole problemas de cadera.

En cambio, la disrupción es causada por una interferencia externa en el proceso de desarrollo originalmente normal. La más frecuente es cuando se rompe el saco amniótico y forma “bandas amnióticas” que se enrollan en alguna extremidad del embrión, limitando el crecimiento de esa parte del cuerpo.

Por último la displasia, se caracteriza por una organización celular anormal de un órgano o de un sistema y, entre las más comunes destacan la displasia ósea y esquelética.