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05.05.2024.- El 14 de abril, tras cinco meses desaparecida a la fuerza, Manahel al Otaibi pudo hablar por teléfono con su familia: les dijo que estaba recluida en régimen de aislamiento en la prisión de Al Malaz con una pierna rota tras haber sido brutalmente golpeada durante su detención.
Manahel es una joven saudí de 29 años, instructora de educación física, defensora de los derechos humanos y bloguera. Pero su actividad en redes sociales le costó la libertad; fue detenida en noviembre de 2022 por subir unas fotos a Snapchat en las que aparecía en un centro comercial sin abaya (vestido largo tradicional) y con una vestimenta “indecorosa”, además de publicar mensajes “contrarios a la normas y leyes relativas a las mujeres”, pidiendo el fin de la tutela masculina con #EndMaleGuardianship.
Recientemente se ha conocido que Manahel fue condenada a 11 años de prisión en enero de 2024 por el Tribunal Penal Especializado, creado para juzgar delitos de terrorismo y conocido por realizar juicios manifiestamente injustos y dictar sentencias severas.
Sentencias incluso de muerte, como la impuesta a Mohammad bin Nasser al Ghamdi, un profesor retirado de 54 años, condenado a muerte por su actividad pacífica online en Twitter y YouTube.
Esta es la realidad de cómo se trata a las mujeres saudíes que las autoridades intentan ocultar tras su lavado de imagen. Cualquier actividad que promueva el feminismo y los derechos de las mujeres está criminalizada”. Fawzia, hermana de Manahel al Otaibi
Manahel ha sido víctima de detención ilegal y desaparición forzada durante más de cinco meses mientras era interrogada, juzgada y sentenciada en secreto y sometida a repetidas palizas por parte de otras personas en prisión. Manahel debe ser puesta en libertad de inmediato y todos los cargos deben ser retirados.
