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24.11.2025. Ciudad de México Este martes 25 de noviembre se llevará a cabo la Marcha 25N en la capital del país, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La movilización se inscribe en una tradición de protesta que desde hace más de cuatro décadas ha visibilizado la violencia feminicida, la impunidad y la exclusión de las mujeres en México.
La concentración está programada a las 15:00 horas en dos puntos: la Glorieta de las Mujeres que Luchan, sobre Paseo de la Reforma, y la Plaza Palestina Libre, en Avenida Juárez. Ambas columnas avanzarán hacia el Zócalo capitalino, siguiendo un recorrido por Reforma, Juárez, Eje Central y 5 de Mayo. La salida está prevista a las 15:30 horas.
La ONU reconoce la violencia contra mujeres y niñas como una de las violaciones de derechos humanos más persistentes. En México, además de los feminicidios, el INEGI ha documentado nuevas formas de agresión como el ciberacoso, que afecta de manera particular a mujeres jóvenes y con discapacidad. En 2024, el 36 por ciento de las víctimas reportó haber sido contactada mediante identidades falsas, mientras que casi 30 por ciento sufrió insinuaciones sexuales no deseadas y otras más fue victima de violencia verbal por alzar la voz contra las practicas del patriarcado en el espacio virtual.
La Marcha 25N tiene un profundo significado histórico. Desde las primeras movilizaciones feministas en la década de los ochenta, las mujeres mexicanas han ocupado las calles para exigir justicia y visibilizar las múltiples violencias que enfrentan.
La Glorieta de las Mujeres que Luchan se ha convertido en un símbolo de resistencia y memoria, recordando a las víctimas y reivindicando el derecho de las mujeres a vivir libres de violencia.
En los alrededores de Palacio Nacional se han colocado vallas metálicas de casi tres metros y bloques de cemento, mientras que la Catedral Metropolitana también fue resguardada.
Estas medidas reflejan la entre la exigencia de las mujeres y la respuesta institucional, que suele blindar espacios de poder frente a las protestas feministas.
La movilización del 25N no es solo una protesta coyuntural, sino la continuidad de una lucha histórica que busca transformar las estructuras que permiten la violencia contra las mujeres.
Cada año, las voces que se alzan en la capital y en otras ciudades del país reafirman que la memoria de las víctimas y la exigencia de justicia son parte de un movimiento que no se detendrá hasta garantizar una vida libre de violencia para todas, niñas adolescentes y mujeres.












