Marcha de la generación Z en CDMX fue opacada por irrupción violenta del bloque negro .

* Las interrogantes, entre otras, son: ¿quién está detrás del bloque negro que solo aparece en las marchas anti gobierno? ¿por qué no son detenidos y pagan por los destrozos y robos?

* Embozado/as provocaron, disturbios y enfrentamientos con la policía, que utilizó de gases lacrimógenos, represión y detenciones arbitrarias.

15.11.2025 Ciudad de México Desde el mediodía, una marea joven comenzó a fluir por Paseo de la Reforma. Eran estudiantes, activistas, trabajadores precarios, muchos con pancartas que exigían el cese de la violencia, el respeto a la vida, y la dignidad laboral.

La marcha de la generación Z, fue iniciada por integrantes de la generación Z, convocada en redes para exigir seguridad en el país en que los jóvenes ponen los muertos ante la omisión, colusión y corrupción de la clase política, avanzaba con fuerza simbólica hacia el Hemiciclo a Juárez.

Pero la esperanza de una jornada pacífica se quebró cuando, a la altura del cruce con Avenida Juárez, irrumpió un grupo encapuchado vestido de negro.

No portaban consignas claras ni se integraban a los contingentes. Su presencia, ya conocida en anteriores marchas feministas que demandan un ¡ya bast!a al feminicidio y trata de carteles que como en la leva de la revolución, se llevan a jóvenes y niñas, encendió las alertas.

Algunos manifestantes los identificaron como parte del llamado “bloque negro”, presunto grupo de choque que actúa para deslegitimar las movilizaciones sociales anti gobierno.

Los disturbios comenzaron con pintas agresivas, quema de objetos, petardos hechizos y provocaciones directas a los cuerpos policiales.

La tensión escaló rápidamente. La policía, que ya había bloqueado el acceso al Zócalo desde temprano, respondió con gases lacrimógenos y golpes. Jóvenes que intentaban dispersarse fueron alcanzados por bastonazos. Otros, que intentaban mediar o documentar, fueron detenidos sin explicación, mientras el bloque negro (presuntos infiltrados) continuaban con su cometido.

La escena se volvió caótica. Entre gritos de “¡No somos infiltrados!” y “¡Somos estudiantes, no delincuentes!”, los manifestantes intentaban protegerse.

El humo de los gases nublaba la visibilidad, y el miedo se mezclaba con la indignación. Algunos colectivos denunciaron que los encapuchados se retiraron sin ser detenidos, mientras los jóvenes pacíficos eran arrinconados y golpeados.

El saldo tras movilizaciones en CDMX, fue de 100 policías lesionados, 20 personas detenidas y 20 más remitidas por faltas administrativas; 20 civiles igual fueron heridos, según el titular de SSC , Pablo Vázquez Camacho, Secretario de Seguridad de la capital del país (SSC-CDMX).

Autoridades y políticos de Morena estimaron asistencia de entre 10 y 17 mil personas. Observadores y participantes mas de 100 mil. Muchos no entraron al zócalo por la represión que sufría la avanzada.

La jornada terminó con varios detenidos, heridos y una narrativa oficial que minimizó la violencia policial y desvió la atención hacia los actos vandálicos.

Pero en redes sociales, los testimonios y videos de los asistentes contaban otra historia: la de una generación que salió a exigir vida y dignidad, y fue recibida con represión.