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13.11.2025 Canadá. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, descartó este 13 de noviembre cualquier posibilidad de incursión militar unilateral en territorio mexicano para combatir al crimen organizado.
En declaraciones ofrecidas tras su participación en la cumbre del G7 en Hamilton, Canadá, Rubio subrayó que Washington no enviará tropas ni tomará acciones directas sin una solicitud formal del gobierno de Claudia Sheinbaum.
“No vamos a desplegar fuerzas en México. Podemos ayudar con equipo, capacitación e inteligencia, pero tienen que pedirlo”, afirmó Rubio ante medios internacionales.
La declaración busca enfriar los rumores sobre una posible intervención militar estadounidense en zonas controladas por cárteles, luego de que legisladores republicanos y medios conservadores plantearan esa opción como respuesta a la crisis de violencia en la frontera.
Rubio reconoció que existen regiones mexicanas donde el Estado ha perdido el control frente a grupos criminales, pero insistió en que cualquier acción debe respetar la soberanía nacional. “Hay zonas donde el narco manda, pero eso no significa que podamos actuar sin coordinación. México es un socio, no un territorio de ocupación”, agregó.
La postura oficial del Departamento de Estado contrasta con las declaraciones de congresistas como Dan Crenshaw y Lindsey Graham, quienes han promovido iniciativas para declarar a los cárteles como organizaciones terroristas y autorizar el uso de fuerza militar extraterritorial. Rubio se distanció de esas propuestas y reiteró que la cooperación bilateral debe basarse en acuerdos diplomáticos y respeto mutuo.
En México, las declaraciones de Rubio fueron recibidas con cautela. La presidenta Sheinbaum no se ha pronunciado directamente sobre el tema, pero en semanas anteriores ha rechazado cualquier intervención extranjera, afirmando que el combate al crimen organizado es responsabilidad exclusiva del Estado mexicano.
Funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores señalaron que existe un canal abierto de colaboración con Washington en materia de inteligencia, seguridad fronteriza y combate al tráfico de armas.
El contexto de estas declaraciones es especialmente sensible, dado el aumento de tensiones en la frontera norte, los señalamientos sobre producción de fentanilo en laboratorios clandestinos y las presiones políticas en Estados Unidos por la crisis de sobredosis. Rubio reconoció que el tráfico de drogas sintéticas es una amenaza compartida, pero insistió en que la solución requiere coordinación, no imposición.
La posición del secretario de Estado reafirma el enfoque diplomático de la administración estadounidense y busca evitar una escalada retórica que complique la relación bilateral.
En un momento donde la cooperación en seguridad, migración y comercio es clave, Rubio optó por enviar un mensaje de respeto a la soberanía mexicana, sin renunciar al compromiso de combatir el crimen transnacional.
Agencias












