- Doctoranda presentó su investigación sobre la artista norteamericana, en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana
- Destacó testimonios de mujeres revolucionarias en Cuba y Nicaragua .
/ Texto e imágenes: David Sandoval Rodríguez /
17/06/2025, Xalapa, Ver.- Retomar el trabajo de Margaret Randall realizado en Latinoamérica permite conocer a las mujeres que participaron en las luchas revolucionarias de Cuba y Nicaragua, planteó Grecia Jurado Azuara, estudiante del Doctorado en Historia del Arte por el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Al participar en el Seminario de Historia Intelectual / Historia Cultural que se imparte en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), expuso parte de su investigación doctoral con la ponencia “Feminismo militante, crónica y fotografía en la Nicaragua sandinista”.
Mayabel Ranero Castro, académica del IIH-S, presentó a la investigadora, quien además es egresada de la Licenciatura en Sociología de la UV.

La ponente expuso la obra de Margaret Randall y su importancia en el feminismo militante del siglo XX
Jurado Azuara dijo que su tesis doctoral se enfoca en el trabajo literario y visual de la fotógrafa Margaret Randall, artista neoyorquina que desarrolló gran parte de su labor en diversos países de Latinoamérica.
Randall proviene de una familia de trabajadores, inmigrantes y con un gusto por la expresión artística; estudió en la Universidad de Nuevo México y ahí conoció a la pintora Elaine De Kooning, con quien estableció una fuerte amistad e influenció en su compromiso político.
Luego viajó a México, donde conoció al poeta Sergio Mondragón y juntos fundaron, en 1962, la revista El corno emplumado, vinculando las corrientes artísticas estadounidenses con latinoamericanas.

Durante su estancia en Cuba, Margaret Randall comenzó a escribir libros testimoniales de mujeres
A través de la revista se comenzó a relacionar con personajes como los escritores Ernesto Cardenal y Roque Dalton, además de iniciar una intensa politización que confluye con el movimiento estudiantil de 1968, por lo que debió huir hacia Cuba, donde se estableció por una década, al trabajar en la Casa de las Américas.
“En Cuba comienza a escribir sobre cómo hacer testimonios, específicamente de las mujeres, su libertad y posibilidades de acción, así como su involucramiento en la Revolución cubana”, precisó la ponente.
En 1979, por invitación de Ernesto Cardenal, viajó a Nicaragua a cubrir el triunfo de la revolución sandinista, abordando el papel de las mujeres en el movimiento y se vinculó con la Secretaría de Cultura de ese país.
Como resultado de la Revolución cubana, la fotografía originada en la isla se vuelve hegemónica, al reflejar el ethos revolucionario latinoamericano.

Al triunfo de la revolución sandinista en Nicaragua recopiló testimonios de mujeres revolucionarias en el libro Todas estamos despiertas
“El fotoperiodismo cubano se comenzó a gestar a partir del triunfo de la revolución y sabemos que los fotógrafos más famosos como Alberto Korda u Osvaldo Salas eran los de moda, porque no existía el fotoperiodismo como tal; a partir de las mismas necesidades de comunicación masiva que alberga la revolución, cobró relevancia y se volvió hegemónico, específicamente en el campo de producción simbólica del ethos revolucionario.”
A la par de estas fotografías y bajo los mismos criterios surgió el testimonio literario, a lo que Margaret Randall se apegó al publicar varios libros testimoniales de mujeres.
Esta labor la continuaría en Nicaragua, retomando testimonios de mujeres guerrilleras revolucionarias, lo que les otorgó un estatuto de legitimidad y, en el caso de la obra Todas estamos despiertas, integra testimonios con fotografías.