María Josefa Martínez: La capitana insurgente de Orizaba

Imagen ilustrativa

*María Josefa Martínez no es solo una figura del pasado: es una pregunta abierta sobre cómo construimos la memoria histórica y a quién decidimos recordar.

16.09.2025.- Orizaba, 1816. En los registros del coronel Manuel de la Concha aparece una mujer “vestida de pantalón, sin vestido alguno”. No es una descripción casual: es una acusación.

María Josefa Martínez, hija de un tabacalero y viuda de un líder insurgente, ha sido capturada por capitanear una gavilla de doce hombres. Su ropa se convierte en prueba judicial. Su cuerpo, en campo de disputa política.

De esposa a combatiente
María Josefa nació en Orizaba, en el seno de una familia trabajadora. Su esposo, Miguel Montiel, encabezó la insurgencia local en 1812, pero fue asesinado por fuerzas realistas. Lejos de replegarse al duelo, ella tomó su lugar. Organizó una gavilla insurgente, lideró acciones armadas en la región y se convirtió en figura clave de la resistencia en las sierras veracruzanas.

Su liderazgo fue tan efectivo que en 1816 se convirtió en objetivo prioritario del ejército virreinal. Fue capturada por el coronel De la Concha, quien la acusó de “graves perjuicios” a la Corona.

El pantalón como delito
Al momento de su detención, María Josefa vestía pantalón. No se le encontró vestido. Este detalle fue usado como prueba de “sospecha”, en un contexto donde las mujeres eran judicializadas no solo por sus acciones, sino por transgredir los códigos de género. Se decía que usaba vestido solo para entrar a Orizaba y entregar información a los insurgentes.

El proceso judicial fechado en 1817 revela cómo el castigo excedía lo militar: se trataba de disciplinar el cuerpo femenino, de castigar la autonomía. María Josefa fue condenada a prisión perpetua en Puebla, incluso estando embarazada.

Perspectiva de género: ¿combatiente o amenaza simbólica?

La historia de María Josefa Martínez muestra cómo la insurgencia femenina fue criminalizada por su capacidad de liderazgo, pero también por su desafío a los roles sociales. Vestir pantalón, portar armas, comandar hombres: cada gesto era leído como amenaza al orden patriarcal.

Su condena perpetua, sin posibilidad de redención, revela que el sistema judicial virreinal no solo castigaba la insurgencia, sino la disidencia de género. María Josefa no fue juzgada como soldado, sino como mujer que se atrevió a ser capitana.

Narrativa simbólica: La capitana embarazada

La imagen de María Josefa Martínez condenada a prisión perpetua mientras estaba embarazada es profundamente simbólica. No solo revela la severidad del castigo impuesto por el régimen virreinal, sino que expone cómo el cuerpo femenino insurgente era doblemente criminalizado: por portar armas y por gestar vida fuera del control institucional.

En el expediente judicial, su embarazo no fue motivo de clemencia, sino una circunstancia ignorada. Esto permite explorar cómo el sistema colonial ejercía control sobre la reproducción como extensión del castigo político. La maternidad insurgente era vista como amenaza: ¿qué hijos nacerían de una mujer que desafió al rey, al ejército y al orden patriarcal?

Desde una perspectiva contemporánea, su historia interpela debates sobre justicia reproductiva, criminalización de mujeres gestantes y el uso del encarcelamiento como forma de disciplinamiento social. María Josefa no solo fue combatiente: fue madre en resistencia, y eso la convirtió en blanco de un castigo ejemplar.

Memoria y representación: ¿Dónde está María Josefa?

A pesar de su liderazgo militar, su condena judicial y su valentía, María Josefa Martínez no figura en los actos oficiales del Grito de Independencia, ni en los murales patrios, ni en los libros de texto. Su historia ha sido silenciada por una historiografía que privilegia a los caudillos masculinos y a las mujeres criollas de clase alta.

Recuperarla implica disputar el relato fundacional de México. ¿Por qué no hay una placa en Orizaba que recuerde a la capitana insurgente? ¿Por qué no se enseña su historia en las escuelas veracruzanas? ¿Por qué su embarazo no ha sido narrado como símbolo de resistencia?

Fuentes consultadas:

– Diario de Xalapa: Mujeres veracruzanas en la Independencia
– Boletín SEP: Mujeres insurgentes