Por Dip. Claudia Yáñez Centeno
En medio del bullicio y la belicosidad que ha permeado en la contienda para elegir al nuevo dirigente de Morena, uno de los temas que sin duda inciden en la aceptación de los candidatos punteros es el qué tanto se identifican con las necesidades, sueños, esperanzas y problemáticas de las mujeres de México. Lo afirmo no solamente porque es un tema crucial en la actual coyuntura política, social y económica del país, sino porque al ser Morena un partido progresista, identificado con las causas del género y comprometido con los grupos que históricamente oprimidos, gran parte de la expectativa en torno al próximo presidente tiene que ver tanto con las propuestas que está planteando, como con el historial que acredite una trayectoria identificada con nuestras luchas y causas.
Pienso y creo que Mario Delgado es la opción de las mujeres de Morena porque no solo en la compleja y ríspida campaña que vivimos, sino en diferentes momentos de su camino por la política y la administración pública, ha planteado propuestas e impulsado decisiones que contribuyen a abatir la brecha de género. Su postura ha sido más que la de un discurso coherente y de total empatía, sino la de un político inmerso en causas que ha hecho suyas.
En su participación en las diversas campañas presidenciales de Andrés Manuel López Obrador, siempre se mostró comprometido con las mujeres, tanto en los equipos de trabajo en que participó como en lo relacionado con las propuestas y nuestro papel como parte activa del movimiento. Cuando fungió como secretario de finanzas del gobierno de la Ciudad de México, impulsó una importante política social con enfoque de género. Más adelante, en su calidad de secretario de educación, también del gobierno de la Ciudad de México, fue un promotor activo de los programas Prepa Sí, Educación Garantizada y Va Segur@, los cuales favorecieron a muchas niñas y jóvenes al brindarles la oportunidad de ampliar la estadía en la formación escolarizada. Desde aquél entonces Mario Delgado ha sido un impulsor del reconocimiento y valorización del trabajo doméstico; ha señalado con claridad y con justicia que éste no debe ser visto como una obligación, y por tanto debe ser retribuido, ya que gracias a él, las familias y la sociedad en su conjunto pueden seguir adelante con su vida cotidiana.
Aquél Mario Delgado identificado con la causa de las mujeres es el político que vemos hoy en día, con las mismas convicciones sobre las que crecieron sus aspiraciones y sueños por transformar a México; por contribuir con su aporte a esta Cuarta Transformación del país que conduce nuestro presidente; y por tomar el timón de nuestro gran movimiento para consolidarlo como un partido donde las mujeres seamos respetadas y tomadas en cuenta no solo porque así lo digan los estatutos y plataformas, sino porque la equidad de género es parte de la naturaleza democrática de nuestra organización política.
La identificación de Mario Delgado Carrillo con la causa de las mujeres ha sido una postura constante. Así lo muestras las propuestas e iniciativas que ha defendido como líder de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados. Es, no me cabe duda, una actitud que forma parte de su manera de ver la vida y de practicar la política. De ahí que, en la víspera de la conmemoración del 9 de marzo, como coordinador de los diputados federales de Morena, respaldó la iniciativa del paro nacional de las mujeres, destacando su contribución a despertar conciencias y a contrarrestar los efectos de una sociedad machista. En la misma declaración, alertó sobre la gravedad de la violencia de género que debe dejar de ser invisible y pasar a formar parte de la agenda pública nacional.
Más recientemente, con motivo de la presentación de su “Agenda de Género”, Mario Delgado estableció el compromiso que, cuando asuma la dirigencia de Morena, no se aceptará a ningún candidato con antecedentes comprobados o denuncias de violencia de género. Se comprometió a impedir la llegada de abusadores a cargos de representación a nombre de Morena, porque, como ha señalado, no podemos hablar de transformación si no se hace justicia a las mujeres.
Estoy convencida que Mario Delgado Morena se mantendrá fiel a su postura de enarbolar la bandera de la equidad de género y las demandas de las mujeres mexicanas. Confío en que, como presidente de Morena, no solo garantizará el cumplimiento del precepto legal que establece que el 50 por ciento de las candidaturas deberán ser para mujeres, sino que colocará a nuestro partido a la vanguardia, como el principal impulsor de una agenda transformadora, que reconozca plenamente el compromiso político y el liderazgo de las mujeres.