*Presentan el libro “Dolor y política: sentir, pensar y hablar desde el feminismo” en el que la feminista e integrante del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM, habla de sus inquietudes políticas y emociones.
“Dolor y política: sentir, pensar y hablar desde el feminismo” es un libro en el que la feminista e integrante del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM, Marta Lamas Encabo, habla de sus inquietudes políticas y emociones.
Es una obra en la que habla de situaciones que le causaron dolor, debido a sus posiciones feministas que fueron malinterpretadas por otras compañeras, y que la llevaron a tratar de comprender la subjetividad de la época en la que vive y hace posible que ocurran incidentes como los que la lastimaron.
Así lo expresó al participar en el conversatorio virtual que la Coordinación para la Igualdad de Género (CIGU) realizó como parte de los “Miércoles para la Igualdad”.
Acompañada por la titular de la CIGU, Tamara Martínez Ruíz, Lamas expuso que su libro también aborda las emociones del activismo feminista que ha visto en los últimos cinco o seis años en las calles de la Ciudad de México y a los cuales les dedicó el capítulo “Dolor, rabia y violencia”.
También aborda las identidades a la hora de hacer política y las dificultades que ha habido históricamente para definir quiénes son o no feministas, pues no existe un “feministómetro”.
Lamas expuso que decidió hablar de su dolor porque el psicoanálisis le ha mostrado que así, se pueden “elaborar”, entender mejor los dolores y aseveró que su postura política es por la no violencia, pero sí “luchar para que las personas que piensan distinto, que son señaladas como herejes no tengan el riesgo de vivir en una sociedad democrática”.
¿Violencia o desesperación?
Al hablar sobre los feminismos actuales en la Ciudad de México, Marta Lamas afirmó que comparte la postura respecto a que la violencia es inevitable en la condición humana, pero hay instrumentos para que ésta sea contenida.
En el caso de las manifestaciones feministas efectuadas en la Ciudad de México consideró que se han ignorado tanto tiempo estas protestas que las mujeres han tenido que recurrir a la violencia.
Así, descartó que la toma de un inmueble de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por parte de mujeres que tienen hijas desaparecidas o violadas sea un acto de violencia, pues estas mujeres no tuvieron respuestas por los canales institucionales, por parte del Estado.
“No me parece que sea un acto de violencia sino de desesperación. Apuesto por la no violencia, pero al mismo tiempo, no condeno lo que muchas personas consideran violencia”, aseveró.
Lamas expuso que en estos momentos el feminismo enfrenta rupturas por dos temas: el comercio sexual, los derechos laborales de las trabajadoras sexuales, así como las identidades trans.
Sin embargo, también dijo que hay temas que pueden unir a estos grupos como las reformas policiales que se requieren para eliminar la violencia de género, así como la demanda por un sistema nacional de cuidados.
Durante el conversatorio la titular de la CIGU, Tamara Martínez Ruíz, destacó que las reflexiones, teoría y acción de Marta Lamas han sido influencia importante para toda una generación de mujeres y se pronunció porque nunca se acabe “la voluntad de dialogar, herramienta fundamental para seguir construyendo”.
El libro “Dolor y política: sentir, pensar y hablar desde el feminismo” logra un engranaje entre el activismo, la importancia del trabajo teórico y la diseminación de ideas para el actuar político, agregó Martínez Ruíz, en el conversatorio, moderado por la directora de Cultura y Comunicación de la CIGU, Sandra Lorenzano Schifrin.