/ Rubén Aguilar Valenzuela /
El miércoles 26 de octubre pasa a ser un día histórico para la inclusión social y los derechos humanos en México.
Ese día el estado de Tamaulipas aprobó la legislación sobre el matrimonio igualitario.
Era el único que faltaba y ahora cualquier pareja del mismo sexo podrá contraer matrimonio sin necesidad de recurrir a un amparo en todos los estados.
Así culmina una larga lucha de la comunidad LGBTIQ+ que de manera héroica trabajó para lograr que todas y todos tuvieran los mismos derechos.
Fue una batalla que por años se tuvo que dar en diversos frentes y muchas veces en condiciones adversas y la total incomprensión de diversos actores de la vida pública.
La sociedad mexicana da un paso hacia adelante en el reconocimiento de la diversidad de sus integrantes y en el respaldo jurídico de esa realidad.
En una sociedad democrática, las minorías que no están de acuerdo con esta legislación deben ser respetadas y ellas también respetar la decisión de las mayorías.
La convivencia social exige de normas que la regulen, y ahora hay una nueva disposición jurídica que a nivel nacional reconoce el matrimonio igualitario.
Hay todavía mucho por avanzar en el reconocimiento de las diferencias que existen en nuestra sociedad y en la conciencia que estas son motivo de celebración y no de rechazo.
*El Dr. Rubén Aguilar Valenzuela es académico del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana /IBERO/