- El día lunes 23 de agosto atestiguamos una vergonzosa y poco afortunada representación en conjunto de varios medios de comunicación
- Representación que continúa vigente y por la que nadie se ha disculpado**
Silvana Leiva
SemMéxico, Cd. de México, 26 de agosto, 2021.-Más de un medio deportivo dedicó su portada a la vuelta de Renato Ibarra a uno de los clubes más populares de México, resaltando que fue el autor del gol que le dio la victoria a su equipo, con lo que (aparentemente), sellaba un regreso redentor al fútbol. No fue uno, ni dos, ni tres… fueron al menos cinco medios, incluido el periódico ESTO, quienes celebraron de una u otra manera el regreso de Ibarra haciendo alusión a su antecedente de violencia.
Más de une se preguntará: ¿y eso qué? A simple vista es lógico que un medio deportivo dedique su portada y celebre la vuelta a la actividad de un jugador. Sin embargo, los medios de comunicación no son neutrales. Son espacios de expresión y de posicionamiento ante la realidad. Se comunica con lo que se dice y también con lo que se omite. Y este lunes fueron varios los medios que no solo eligieron celebrar el regreso a la actividad de alguien acusado de violencia de género, sino que eligieron hacerlo con penosos juegos de palabras y manifestando que hacer un gol dentro de las canchas es algo así como un indulto por su anterior conducta, un pase que garantiza el perdón del medio, como si estos fueran jueces, y dando a entender que cometer un delito tiene tanto o menos peso que hacer algo cotidiano.
Vivimos en un mundo hiperconectado y sabemos que el negocio de vender noticias con titulares llamativos que atraigan clicks es toda una tentación. Sin embargo, el oficio periodístico no tiene que ver sólo con el derecho de expresar libremente nuestras posturas, ni tampoco de vender contenido sea cual sea el precio. El periodismo conlleva una responsabilidad social que se deriva de cada acción que elegimos contar y celebrar. Aquello que elegimos destacar en nuestras historias tiene efectos en la trayectoria de las y los deportistas, en el imaginario social, en otras personas que puedan sentirse identificadas y/o perjudicadas. Para ponerlo en términos simples: portadas como las que vimos están diciéndoles a sus lectores que hacer goles es más importante que haber violentado mujeres; si haces un gol, estás perdonado y todo se olvida.
No podemos normalizar de ninguna manera la banalización de temas sensibles y que dañan a la mitad de la población solo porque tenemos licencia para expresarnos. Es increíble que debamos insistir en esto, pero aquí vamos: en el mundo las mujeres son víctimas de todo tipo de violencia, y en México la violencia machista en específico cobra 10 vidas al día (Fuente: INEGI). Sí, cada día en este país 10 mujeres son asesinadas por sus parejas o exparejas hombres. Según los datos de ONU, 1 de cada 3 mujeres en el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual a lo largo de su vida, mientras que 6 de 10 sufren episodios de violencia de algún tipo.
Además, el caso de Ibarra no es el único: los medios siempre han jugado un papel polémico a la hora de contar historias de atletas hombres acusados y/o condenados por violencia de género. La respuesta ya la sabemos, siempre una escandalosa combinación entre la omisión, la espectacularización, y hasta la apología de la violencia de género. Si un atleta hombre es acusado de violencia de género, de repente se llama a centrarse “solo en lo deportivo”, separando “la persona del jugador”, en un repentino y extraño respeto por los datos personales. O, por el contrario, se toma ventaja del potencial de ventas de estas historias, y el resultado ya lo vimos el lunes en las portadas.
Por esta razón, desde Somos Versus condenamos estas publicaciones, señalamos a los medios responsables y hacemos un llamado a la reflexión general, a revisar la ética periodística que debería guiar este oficio. La violencia de género es uno de los problemas más lamentables de nuestra sociedad hoy, y es un tema invisible en las agendas de los medios deportivos, enfocados en retratar aquello que vende sin medir las consecuencias sociales de su representación. Somos Versus trabaja en un investigación que aportará datos sobre la cantidad y la calidad de los espacios que otorgan a hablar sobre mujeres en el deporte. La representación es importante y los medios deben tomar responsabilidad sobre el impacto de los discursos que se generan desde sus espacios y que se vuelven herramientas para encubrir y defender a personajes violentos.
Espectacularizar y/o lucrar con la violencia machista es convertirse en cómplice de ella. Los medios nunca fueron ni serán neutrales a los problemas de nuestra sociedad. Entonces no, no podemos separar a la persona del atleta solo cuando nos conviene. Debemos ser responsables, y lo más importante, hacernos cargo de la decisión que tomamos al dedicarle espacio y recursos a retratar estas historias, sobre todo con las palabras lamentables que eligieron para hacerlo. No queremos nunca más un periodismo cómplice de la violencia de género.
* Versus es un espacio de mujeres periodistas que miran la vida deportiva desde una perspectiva feminista. Lo coordina Marion Reimers.
**ESTO SE PUBLICÓ HOY EN EL “ESTO” A MANERA DE DISCULPA, PUBLICANDO LO DE VESUS COMO MEA CULPA
Antecedente
América manda un mal mensaje sobre violentadores con registro de Renato Ibarra: Especialista
Renato Ibarra fue registrado con el América a pesar de haber enfrentado un juicio por violencia de género, acción con la que el club y la propia Liga MX han mandado un mensaje de desinterés ante esta problemática: “no hay verdaderas acciones de fondo”, aseguró la especialista en temas de género, Claudia Pedraza, en entrevista con ESTO.
“Lo preocupante es que se habla y se habla de violencia de género, se presentan y se presentan casos, porque ahorita es Renato Ibarra, pero también estuvo Marco Fabián o Marco García, parecería que lo único que atienden los clubes es los casos y no solamente la problemática de fondo y eso es lo preocupante, mientras sigan enfocados en atender los casos y las llamaradas, no se va a poder cambiar lo que origina esta problemática que es justamente que no existan reglas, capacitaciones, esta sensibilización para quienes actúan dentro de un club”, aseguró la docente.
“Representa un tema muy escabroso, lo que estaba ahí es el mensaje que mandan los clubes al respecto de los violentadores. El mensaje que manda el América, que manda la Liga MX y que manda la Federación es: no vamos a hacer nada de fondo, solamente vamos a aplicar sanciones que sean temporales y que apelen a que el tiempo va a hacer que estos jugadores dejen de estar en el ojo de huracán”, agregó.
Renato Ibarra, hoy jugador del Club América, fue detenido el 5 de marzo de 2020 por violencia doméstica, luego de que agredió física y verbalmente a su pareja, Lucely Chalá, quien se encontraba embarazada. El ecuatoriano fue detenido, llevado al Ministerio Público y posteriormente al Reclusorio Norte. Sin embargo, fue liberado días más tarde, ya que la víctima aseguró no haber recibido golpes en su vientre, ni en ninguna otra parte de su cuerpo, pese a que en su declaración inicial dijo lo contrario.
OSWALDO FIGUEROA
Para Pedraza, los clubes se han tardado en añadir a los contratos algunas cláusulas ante la violencia de género, que estén establecidas las sanciones al igual que lo estarían en cualquier otra empresa con cualquier empleado. Esto con el fin de evitar hechos como los realizados por Ibarra.
“Deberían existir cláusulas puntuales en concordancia con la liga, para tener establecido qué hacer ante estos casos; que los jugadores sepan que habrá consecuencias relacionados con el cese de las actividades, porque eso sucedería en cualquier otra empresa, tendría consecuencias en lo laboral y tendría que plantearse desde el inicio. A la par tendría que ir acompañada con otro tipo de medidas preventivas”, explicó.
Algunas otras medidas que deben comenzar a considerarse en los clubes de la Liga MX son constantes cursos de capacitación, de tal suerte que la violencia de género pueda erradicarse desde la raíz.
“Capacitación en temas de género para jugadores, para cuerpos técnicos, para entrenadores, para quienes llevan comunicación y para directivos, no solamente atendiendo a los temas de violencia, sino también en otros temas como discriminación, homofobia, sexismo, racismo, tendría que existir dentro de la Federación políticas que permitieran trabajar de manera preventiva en estos casos, pensando en cómo erradicar estas prácticas que son comunes dentro de los equipos de futbol”, cerró.