* Una de cada tres personas practica relaciones alternas según un estudio de Markting.
- Más mexicanos se abren a explorar relaciones fuera del modelo monógamo tradicional. Foto: Especial
- Las relaciones abiertas o el poliamor están dejando de ser un tabú para convertirse en una opción válida para muchas personas
- Más del 54 por ciento ha participado en algún tipo de relación no sujeta a una sola pareja en nuestro país
/ Sara Lovera /
SemMéxico, 22 de abril, 2025.- Más de la mitad de las y los mexicanos ha participado en algún tipo de relaciones alternas, abiertas o experiencias sexuales casuales y de estas un tercio ha tenido alguna relación alterna a su pareja formal o matrimonial, según un estudio realizado por Dive Marketing y que se basa en una muestra de 1,773 sondeos realizados en América Latina.
De acuerdo con la publicación No monogamia en Latinoamérica, México, la mayoría de los y las mexicanas considera que la ruptura monogámica sigue teniendo una connotación negativa, no obstante, el 54% de las y los encuestados señaló haber participado en algún tipo de actividad que rompe con la exclusividad de pareja.
El estudio fue realizado por la aplicación de citas Gleeden, en colaboración con la consultora Dive Marketing, y reveló que el 33% de los mexicanos ha sido “infiel “a su pareja. Este sesgo “infiel” se repite en las informaciones periodísticas y de redes desde el día 11 de abril en que se difundió el estudio. Hay rechazo a la infidelidad, que en México llegó a ser una “institución”, la “casa chica”, privilegio de los hombres.
Al conocerse el estudio hubo una sensación de “sorpresa”, la indagación realizada en SemMéxico, evidencia que estas prácticas han ido creciendo en esta país machista, donde la “infidelidad” es una experiencia más practicada por los hombres.
En el país, se estima un porcentaje de “infidelidad” sexual de 30.6 por ciento en hombres y 12.8 por ciento en mujeres. Ser hombre triplica la probabilidad de infidelidad sexual en comparación con ser mujer, según José Moral-de la Rubia, quien publicó en 2020, un artículo Diferencias entre sexos en un modelo predictivo de la conducta de infidelidad sexual entre personas casadas de Monterrey, México en la Revista Costarricense de Psicología.
La Casa Chica
De la casa chica, existen muchos análisis. Tiene que ver con la “libertad de los hombres” y la anuencia social. La frase cobró importancia para la sociología y la psicología hace 40 años, durante la crisis de los contagios del VIH. Esta se define como una forma de concubinato de la sociedad mexicana que data al menos de tiempos del Virreinato de la Nueva España.
Consiste en una familia secundaria, con mujer e hijo(s), que varones casados mantienen aparte de su familia principal «la casa grande». El varón corre con los gastos de esta segunda familia y la visita con frecuencia variable, pero sus miembros tienen un rango social inferior al de la «legítima», y no hay lazos formales de matrimonio entre él y su otra mujer. En México se pedía a las mujeres que “aguantaran”.
Con la modernización de la sociedad mexicana (como la emancipación de la mujer, la aceptación de las parejas de hecho, el divorcio, el aumento del costo de la vida, etc.), esta institución está desapareciendo como una formalidad, pero sigue siendo un concepto asociado a aquel varón “infiel” que lleva una doble vida con la segunda familia llamada la casa chica, persiste.
De una producción cinematográfica, llamada “la casa hica”, la escritora Mónica Lavín escribió : “Ocultas de la vida pública y, si acaso, ligeramente turbadas por los murmullos de los enterados, algunas de las pasiones amorosas más emblemáticas del agitado siglo XX en México vivieron alejadas de las miradas inquisitorias.
Artistas, intelectuales y políticos cuya obra y decisiones aún perduran componen este retablo de relatos que van del blanco y negro del celuloide a los vibrantes colores de la fotografía y la pintura, de los pasillos de una secretaría de estado a los del toreo de la condesa, de los viajes por barco a Europa a los aviones privados, de las residencias campestres en el naciente barrio de Polanco a los edificios de nueva york. Historias de personajes cuya fragilidad los llevó a rendirse ante la pasión y el poder de la intimidad. Secretos, anhelos, perversiones, confesiones e incluso alguna de las decisiones que forjaron la historia del país se gestaron entre las discretas paredes de una casa chica. La casa chica no es sólo la realidad paralela de una vida amorosa, es también una metáfora acerca de la ambigüedad de la pasión”.
Lo mismo se ha escrito -mucho- de cómo la “infidelidad” rompe con el compromiso de una relación sexo afectiva.
El Informe
Lo que se publicó del informe, nutridamente publicado durante una semana, hubo un título de enorme sorpresa: ¡Ah, caray! El 54% de los mexicanos ha tenido una relación no monogámica. (Excélsior)
El sondeo de la aplicación de Gleeden añade que las otras prácticas no exclusivas más frecuentes son las relaciones abiertas, con 26 por ciento; el poliamor y swinger, cada uno con 9 por ciento, y la anarquía relacional con 8 por ciento. Ésta última se basa en la creación de vínculos que se adapten a las necesidades de las personas, y no a las normas sociales. La menos practicada es la poligamia, con sólo 4 por ciento.
En la presentación de resultados del sondeo, la sexóloga Paulina Millán, directora del Instituto Mexicano de Sexología (Imesex); Stephanía Soto, directora de la consultora Dive Marketing, y Silvia Rubies, directora de comunicación de Gleeden Latinoamérica, coincidieron en que pese a que existe un interés creciente en explorar relaciones consensuadas fuera de la monogamia tradicional, la “infidelidad” sigue siendo la forma más común de transgresión a los modelos convencionales.
La auscultación arrojó que en la región estudiada de América Latina; México, Colombia, Argentina y Brasil hay una tendencia creciente de relaciones no monógamas, y ello implica cambios profundos en las estructuras sociales y afectivas.
En el estudio se analizó también al grupo de personas mayores de 50 años de edad, el cual no suele considerarse en rubros sexo-afectivos, debido a los prejuicios en torno a la edad y el sexo. Millán comentó que el disfrute y la libertad sexual se critica mucho más cuando más edad tienes, pero se olvida que en esa etapa de la vida se tienen diversas ventajas.
El poder que se adquiere con la edad es que no te importa lo que digan. Además, ya vas de segunda vuelta; ya te divorciaste o separaste, y entonces ya tienes claro qué es una relación desde la monogamia, y qué es lo que quieres ahora.
Soto coincidió en que aunque es el sector más estigmatizado y segregado por otras generaciones en temas sexo-afectivos, tienen las mejores condiciones y oportunidades para la no monogamia.
Este grupo etáreo es de los más estables en recursos en comparación de todos los demás: tiene tiempo, dinero y experiencia; y ya hicieron lo que quisieron.
Aunque el interés por explorar otros modelos relacionales es creciente, las barreras sociales y emocionales siguen influyendo en las decisiones individuales.
Miedo, Tabú y realidad
Así, en México existe un profundo miedo a que la pareja se rompa al experimentar con las no monogamias. La principal barrera para la no monogamia es respetar acuerdos y límites de la pareja (39 por ciento), seguida de la ética y moral (30 por ciento) y la confianza (20 por ciento).
Este informe, que analizó las tendencias en México, Colombia, Argentina y Brasil, también destaca que el 54% de los y las mexicanas ha participado en algún tipo de relación no monógama en algún momento de su vida.
Además de no practicar la monogamia, otras prácticas incuyen relaciones abiertas (26%), poliamor (9%) y el intercambio de parejas o ‘swinger’ (9%).
Estas formas de relación, aunque aún minoritarias, están ganando terreno en la sociedad mexicana, reflejando una mayor apertura hacia diferentes estructuras afectivas y sexuales.
El estudio también señala que las principales barreras para adoptar relaciones no monógamas en México son el respeto a los acuerdos y límites de la pareja (39%), consideraciones éticas y morales (30%) y la confianza (20%).
Estos factores indican que, aunque hay una creciente aceptación, persisten desafíos culturales y personales que dificultan la adopción de estas prácticas.
La tendencia hacia la no monogamia en América Latina sugiere cambios significativos en las estructuras sociales y afectivas.
En México, esta evolución podría estar relacionada con una mayor visibilidad de las diversidades sexuales y una creciente discusión sobre las formas alternativas de relacionarse, lo que implica una transformación en las normas tradicionales de pareja.
Estos hallazgos reflejan una sociedad en transición, donde las relaciones no monógamas están dejando de ser un tabú para convertirse en una opción válida para muchas personas. Sin embargo, la implementación de estas prácticas requiere de una comunicación abierta y acuerdos claros entre las partes involucradas para evitar conflictos y malentendidos.
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¿Qué es la no monogamia en México?
Según el estudio, el 62 por ciento de quienes han experimentado este tipo de dinámicas se identifican con el modelo de relaciones abiertas. En menor medida, también se reportaron vínculos poliamorosos, donde hay compromiso emocional con más de una pareja simultáneamente.
La investigación muestra que la mayoría de estas experiencias ocurren entre personas jóvenes (18 a 35 años) y con nivel educativo medio o superior, con mayor prevalencia en zonas urbanas como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey.
Además, el 47 por ciento de a quienes se consultó dijeron interesarse en explorar relaciones no monogámicas en el futuro, mientras que el 19 por ciento señaló haber mantenido vínculos paralelos con consentimiento mutuo, sin considerarlo infidelidad.
Otro dato revelador es que el 66 por ciento de quienes han vivido estas experiencias afirman sentirse con mayor satisfacción en cuanto a libertad emocional, comunicación y autoconocimiento.
Apertura en las relaciones
A pesar de la creciente visibilidad, persisten tabúes sociales. El 53 por ciento considera que la no monogamia todavía es estigmatizada, sobre todo por sectores conservadores y religiosos. Sin embargo, las nuevas generaciones muestran mayor apertura: entre jóvenes de 18 a 24 años, el 34 por ciento ha tenido o desea tener relaciones no monogámicas.
Expertos como la psicóloga Mariana Plasencia, colaboradora del estudio, aseguran que estas cifras evidencian una transformación cultural.
No se trata de moda, sino de una exploración legítima de cómo queremos vincularnos”, señala.
La tendencia en México apunta a una diversificación en la forma de entender el amor y las relaciones. Si bien la monogamia sigue siendo el modelo predominante, la apertura hacia otros formatos gana terreno, especialmente entre jóvenes urbanos, profesionales y conectados a discursos de inclusión y libertad relacional.
Recordatorio: SCJN dice no al poliamor, rechaza amparo a matrimonios de más de dos
La primera sala de la SCJN rechazó un amparo con el que se pretendía incluir a más de dos personas en un matrimonio o concubinato, conocidas como poliamor, según nota oficial del 3 de abril de 2024.
La primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) rechazó un amparo con el que se pretendía incluir a más de dos personas en una relación legalmente reconocida de matrimonio o concubinato, mejor conocidas como poliamor.
Con cuatro votos a favor y uno en contra, los ministros respaldaron el proyecto Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien recomendó revocar la sentencia que hace tres años abrió la puerta a unciudadano de Puebla para que pudiera casarse o vivir en concubinato con dos personas o más.
Pedro Arroyo Soto, juez Octavo de Distrito en Materia de Amparo Civil, Administrativa y de Trabajo y de Juicios Federales en el Estado de Puebla, otorgó en mayo de 2021 el amparo al ciudadano basándose en criterios establecidos previamente por la primera sala de la Corte, la cual ha reconocido que laConstitución protege todas las formas y manifestaciones de familias que existen.
El gobierno del estado de Puebla impugnó la resolución del juez, ya que se declararon inconstitucionales los artículos 284 y 297 del Código Civil, los cuales se ordenó no aplicar al quejoso.
El ciudadano buscaba que el poliamor fuera reconocido dentro del marco legal del matrimonio y el concubinato.
En su proyecto, el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo argumentó que las relaciones poliamorosas no son comunes en la sociedad mexicana y advirtió que esta figura podría generar situaciones de desigualdad y discriminación, especialmente hacia mujeres, niñas y niños.
La SCJN determinó que, en caso de que la figura del poliamor llegara a crecer en la sociedad, debería ser regulada por los Congresos locales para proteger los derechos de sus integrantes y evitar situaciones de desventaja.
La BBC encontró en 2012:
¿Cuántas parejas sexuales tiene un hombre en promedio a lo largo de su vida?
El número de parejas sexuales que tiene un hombre a lo largo de su vida varía según la fuente, pero en general se considera que está entre 4 y 10.
Cifras de encuestas
- En una encuesta de CNN, los hombres afirmaron tener un promedio de 14 parejas sexuales, mientras que las mujeres dijeron que solo siete.
- En un estudio de la Sociedad Europea de Ginecología, los hombres reportaron más de 30 parejas sexuales.
- En una encuesta de 2007 en Estados Unidos, los hombres informaron tener un promedio de más parejas sexuales que las mujeres.
- En un estudio de Superdrug, hombres y mujeres coincidieron en el número ideal de parejas sexuales.
La ciencia y las relaciones sexo/afectivas
Generalmente las estadísticas sugieren que más hombres son infieles a sus parejas que mujeres. Pero ¿qué tan confiables son las cifras y -si se necesitan dos para bailar el tango- es acaso matemáticamente posible?
La evidencia no pinta bien para los hombres.
La Encuesta Social General Americana en 2006 encontró que casi el doble de hombres casados que de mujeres casadas había admitido haber mantenido relaciones sexuales con alguien que no era su cónyuge.
Un estudio importante en Reino Unido de la conducta sexual -la Encuesta Nacional de las actitudes sexuales y estilos de vida del 2000- encontró que 15% de los hombres que había tenido dos relaciones al mismo tiempo en el año anterior, pero sólo 9% de las mujeres.
Catherine Mercer, directora de análisis del estudio, dice que esta brecha de género puede ser en parte porque las mujeres son menos propensas a admitir el engaño que los hombres.
La monogamia no es la única forma de amar; relacionarse fuera de la monogamia es posible, se trata de relaciones abiertas, una forma diferente de amar

El Amor/ Control
La Cadera de Eva en 2020 escribiró que el amor se ha convertido en una utopía emocional que nos ha conducido por un modelo heterosexual y monógamo: nos dice Coral Herrera, escritora feminista conocida por su análisis y crítica al amor romántico.
La misma autora nos explica en su texto “La construcción cultural del amor romántico”, que el amor se construye con base en la moral, las normas, creencias y costumbres de cada sistema social, pero eso cambia con el tiempo y el espacio.
Cada vez más parejas apuestan por un modelo relacional no monógamo. Las opciones son diversas, y todo depende de los acuerdos a los que se lleguen con las parejas o vínculos. Las relaciones abiertas son una forma de romper con la mononorma.
¿De qué van las relaciones abiertas?
Se trata de un acuerdo en el que una o ambas partes de la relación pueden tener relaciones sexuales o afectivas con otras personas regularmente. Todo depende de los acuerdos a los que se lleguen en pareja; hay parejas que permiten la posibilidad de relacionarse sexualmente con otros u otras, pero mantienen la exclusividad afectiva y viceversa.
También existen parejas que acuerdan que sólamente una de las partes se relacionarán sexual o afectivamente con personas externas a la relación. La clave está en la comunicación y el establecimiento de límites claros.
¿Cuáles son las ventajas de una relación abierta?
Las relaciones abiertas permiten a los integrantes hablar con la verdad. En estas relaciones no hay necesidad de mentir para relacionarse con otras personas. Las infidelidades quedan fuera de la relación en tanto la comunicación de la pareja sea efectiva y respetuosa.
Una relación abierta permite explorar otras formas de relacionarse y amar, tanto a la pareja principal como a los otros vínculos afectivos con quienes se relacionen. En esta forma de amor, respetar la libertad individual y priorizar la responsabilidad afectiva son cosas fundamentales.
¿Cuáles son las reglas?
El establecimiento de límites debe depender de ambos integrantes de la relación; deben establecerse de acuerdo con lo que ambos se sienten cómodos, por lo que mantener una comunicación efectiva y honesta es la regla más importante.
Algunas relaciones abiertas tienen como regla principal el respeto de la jerarquía, es decir, tener a la pareja como su relación principal y al resto de las parejas como secundarias. Esto no implica que sean menos importantes. En ocasiones, las relaciones abiertas se convierten en relaciones poliamorosas sin jerarquización.
¿Cuales son las desventajas?
Enfrentarse a la ruptura del amor monógamo es un camino difícil y un proceso de desaprendizaje lento. En sociedades donde se aprende a amar en la exclusividad como principal muestra de amor, quitarse ideas hegemónicas del amor monógamo es difícil e implica luchar contracorriente en contextos donde la mayoría de personas lo consideran raro o antinatural.
Por otra parte, relacionarse en esquemas no monógamos depende de un esfuerzo constante por reforzar la responsabilidad afectiva, luchar contra los celos y dejar el egoísmo de lado.
Y esta publicación añade: Ahora que sabes las generalidades de las relaciones abiertas, ¿te atreves a intentarlo?