* Gurría sostiene que es por razones económicas, pero también éticas y de justicia
* Es el segundo país con menor participación en trabajos remunerados
Elda Montiel
SemMéxico, Cd. de México, enero 2020.- En los países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos las mujeres tienen menos oportunidades profesionales y se enfrentan a más obstáculos para realizar trabajos remunerados, sufren de un alto grado de acoso y ganan una media de 14 % menos que los hombres, pero en México la situación se agrava por la violencia, sin embargo, dijo no se puede hablar de ninis porque no hay mujeres que no trabajan.
Durante un foro «Igualdad de Género para el crecimiento incluyente», José Ángel Gurría, director general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), también destacó que información recabada por este organismo indica que el 63 por ciento de mujeres consultadas declararon haber sido víctimas de algún tipo de violencia.
Consideró que en México se debe cerrar la brecha de género, “no sólo por razones éticas y de justicia, sino también por las económicas”, ya que de reducir a la mitad la brecha de género de la fuerza de trabajo en el mercado laboral tendría un impacto de mil 100 dólares -alrededor de 21 mil pesos- en el producto interno bruto (PIB) per cápita de México.
Aseguró que si México reduce a la mitad la brecha de género en la fuerza de trabajo, puede añadirse 0.16 puntos porcentuales a la tasa anual de crecimiento del PIB, per cápita, y llegar a 2.46 por ciento anual.
Menos de la mitad de las mexicanas en edad de trabajar participan en el mercado laboral, lo que convierte al país en el segundo con la menor tasa de participación femenina en trabajos remunerados, muy inferior a la masculina, la cual es de 82 por ciento.
Dijo que eliminar los estereotipos de género en la educación para que las mujeres accedan a más carreras vinculadas con la tecnología es uno de los pendientes en nuestro país para cerrar la brecha salarial.
Además de romper «el techo de cristal» en los negocios, pues en México sólo 7.5 por ciento de la administración de las empresas tiene participación de mujeres, pese a que el promedio en la OCDE es de 20 por ciento.
En el marco del diálogo Igualdad de género para el crecimiento incluyente en México, el secretario de la OCDE, indicó que las mexicanas llevan tres cuartas partes de trabajo no remunerado.
El director general de la OCDE afirmó que entre las recomendaciones de la organización está el incrementar la disponibilidad de estudios, también los servicios asequibles de educación y aumentar el manejo de permisos de paternidad y aseguró que México tiene la licencia de paternidad más “precaria” de los países miembros de la OCDE con los cinco días que por ley se dan a los padres.
También señaló que las madres y mujeres jóvenes se enfrentarán a grandes obstáculos, por lo que tienen cuatro veces más probabilidades de ser ninis que los hombres; es decir, de no estudiar ni trabajar.
Al respecto, Nadine Gasman, titular del Instituto Nacional de Mujeres (Inmujeres), dijo que en México tenemos el desafío de integrar a más mujeres al mercado laboral y ofrecer igualdad de condiciones salariales, ya que por cada 7 hombres con empleo remunerado hay sólo tres mujeres.
Señaló que no se puede hablar de ninis porque no hay mujeres que no trabajan, sin embargo, resaltó el gran desafío es generar oportunidades laborales.
La Secretaria del Trabajo, María Luisa Alcalde, reconoció que no existe igualdad en las condiciones laborales y prevalece una anacrónica división de los roles de género, por lo que lamentó que aún prevalezca la brecha de género y que entre las disparidades se registre un salario 23 por ciento menor al de los hombres.
El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, destacó que la tasa laboral femenina en México es más baja que en países pares como Argentina, Brasil y Chile, pero incluso es menor a la de naciones menos desarrolladas como Colombia, Perú y El Salvador.
Explicó que los salarios bajos no incentivan la salida de las mujeres al mercado laboral y las orienta a quedarse a hacer el trabajo no remunerado en casa, contribución que representa alrededor de 23 por ciento del PIB, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, abundó Herrera.
De revertir la situación al ponernos al nivel de economías similares incorporaría a 4.3 millones de mujeres adicionales en el mercado laboral. El impacto sería de entre 9 y 8 por ciento de crecimiento en la ocupación.