México, ¿democracia en peligro? O ¿Quién está a salvo en este país?

*Palabra de Malinche.

/ Por Cirenia Celestino Ortega /

El 1 de octubre de 2024, Claudia Sheinbaum Pardo se convirtió en la primera mujer presidenta de México y heredera de la Cuarta Transformación. Como resultado del reciente proceso electoral, 13 entidades federativas son gobernadas por mujeres, además de los gabinetes y congresos paritarios. Todos, resultado de un proceso democrático, es decir, electas y electos por la ciudadanía el pasado 2 de junio.

Una vez iniciado el proceso electoral, pre campañas y campañas electorales, la violencia política no se hizo esperar. La jornada electoral se presentó con violencia durante y después. De acuerdo con la organización Data Cívica, 2024 se convertiría así en el año con mayor número de ataques con motivación política con un registro de 568 ataques.

“En México, esta violencia se ha convertido en una herramienta del crimen organizado para influir en la vida pública de estados y municipios”. Señala Data Cívica en Votar entre balas (2024).

Las mujeres han llegado a los cargos de elección popular, sin embargo, llegan en tiempos del control delincuencial sobre la política a través de la violencia.

Además, la gran carga social que tienen estas mujeres políticas al llegar al poder por el simple hecho de “ser mujeres” les coloca un doble rasero que nunca fue colocado para medir a los políticos, el gobernar para las mujeres. Como si en los gobiernos anteriores las ciudadanas no hubiesen tenido demandas.

Ahora que ellas están, pareciera obligado crear políticas para atender la violencia en un país que siempre ha vivido en violencia y cuya problemática nunca se atendió. Por supuesto, es un estado ideal que ellas lo hagan y que, como herederas del movimiento sufragista devuelvan al esfuerzo de las mujeres, políticas para mejorar sus condiciones de vida. Sin embargo, no es así y ser mujer no es garantía de nada porque también son herederas una cultura de invisibilidad de las mujeres y de años de violencia relacionada con el crimen organizado.

Al menos los tres gobiernos anteriores coinciden en la nula efectividad de sus políticas para hacer frente a la violencia que han consistido en desplegar temporalmente a soldados, marinos o, ahora, guardias nacionales en enfrentamientos que resultan en numeralias de homicidios.

“Ninguno de los últimos tres Gobiernos ha encontrado una solución contra la violencia; ninguno ha sabido como encauzar la situación… Los tres gobiernos han puesto en manos de las Fuerzas Armadas, si no la solución, al menos la contención de la violencia. Pero dos décadas más tarde, es difícil señalar avances significativos. A menos que estabilizar los asesinatos por encima de los 30 mil anuales y evitar que sigan creciendo, se considere un avance… Si los últimos cuatro meses de 2024 se comportan como se han comportado los primeros ocho, el año acabará con más de 30 mil asesinatos por octavo ejercicio consecutivo, una cifra de escándalo que, sin embargo, no parece generar una reflexión al más alto nivel” señala Pablo Ferri para El País.

Las mujeres que asumen los nuevos gobiernos, llegan en un momento de altos niveles de violencia. Aunque algunos medios insisten en una tendencia a la baja de la inseguridad, 59.4%, lo cierto es que la narrativa mediática no ha logrado alejarse de los diferentes hechos violentos expresados en diferentes enfrentamientos, ataques y demás hechos delincuenciales presentes casi de manera permanente.

De acuerdo con la Red Lupa, en los primeros cinco meses de 2024, la cifra de desaparecidos siguió con su incremento permanente de la última década, reportando al menos 114 mil personas desaparecidas en todo el territorio nacional. Los fines de la desaparición de las mujeres presenta agravantes como la trata y explotación sexual comercial. Ninguna persona está a salvo en este país.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2023 se registraron: 827 casos de feminicidio, 2 mil 581 registrados como “presuntas víctimas mujeres de homicidio doloso”, 3 mil 740 registradas como “presuntas víctimas mujeres de homicidio culposo”, es decir, 7 mil 148 mujeres asesinadas en 2023, 19 diarias. Las mujeres no están seguras en México.

¿Está la democracia en peligro?, la pregunta correcta es ¿Quién está a salvo en este país? Si las ciudadanas viven en un riesgo permanente y sus políticas ven comprometido cualquier proyecto político por la violencia, ¿Qué posibilidades tiene la democracia?