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03.11.2025 Veracruz.- El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, emitió un comunicado en el que lamenta y rechaza la decisión unilateral del Gobierno del Perú de romper relaciones diplomáticas con nuestro país.
Esta medida fue anunciada por el Ministerio de Relaciones Exteriores peruano como respuesta al otorgamiento de asilo diplomático a la exprimera ministra Betssy Chávez Chino, quien se encuentra en territorio mexicano desde hace semanas.
La cancillería mexicana subrayó que el asilo fue concedido en estricto apego al derecho internacional, particularmente a la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 —también conocida como Convención de Caracas—, instrumento jurídico del que tanto México como Perú son Estados Parte.
En este marco, México reafirmó que la calificación de la naturaleza de la persecución política corresponde exclusivamente al Estado asilante, en este caso México, conforme a lo estipulado por dicha Convención.
Betssy Chávez Chino, quien fue detenida en 2023 tras su participación en los acontecimientos políticos que derivaron en la destitución del entonces presidente Pedro Castillo, ha denunciado reiteradas violaciones a sus derechos humanos y una persecución política sistemática por parte del Estado peruano.
Ante esta situación, México realizó una evaluación minuciosa del caso, en cumplimiento del artículo 11 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de la Ley sobre Refugiados, Protección Complementaria y Asilo Político.
El comunicado enfatiza que el otorgamiento de asilo responde a los principios constitucionales de política exterior, al humanismo mexicano y a la vocación histórica del país en materia de protección a personas perseguidas por razones políticas.
Asimismo, México recordó que, según lo ha reconocido la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, el asilo no debe considerarse un acto inamistoso por parte de ningún Estado.
En este contexto, el Gobierno mexicano calificó la decisión peruana como excesiva y desproporcionada, al tratarse de una respuesta a un acto legítimo y conforme al derecho internacional.
México reiteró que el otorgamiento de asilo no constituye una intervención en los asuntos internos del Perú, y reafirmó su compromiso con la defensa de los derechos humanos, así como con la solución pacífica de controversias mediante el diálogo.
Finalmente, el comunicado concluye con un llamado a preservar los históricos lazos de amistad entre los pueblos de México y Perú, destacando que, a pesar de las diferencias diplomáticas actuales, la relación entre ambas naciones debe mantenerse en un marco de respeto mutuo y cooperación.











